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Marco Escribano: “Huesca es una provincia con muchas oportunidades”

Marco Escribano 23 05 2024 Foto LAURA AYERBE [[[DDA FOTOGRAFOS]]]
Marco Escribano
Laura Ayerbe

Marco Escribano (Huesca, 1992) es el claro ejemplo de que Huesca es una ciudad de oportunidades en muchos ámbitos, en su caso el del deporte. Jugador del Bada Huesca durante siete temporadas, cinco de ellas en la máxima categoría, se graduó en Medicina y sustituyó las pistas por las consultas, pero pudiendo unir sus dos pasiones. Así, tras la especialización en Rehabilitación, actualmente ejerce la medicina deportiva en la clínica del Doctor Fernando Sarasa, con quien trabaja mano a mano dando servicio, entre otros, a la SD Huesca y el Bada Huesca, además de a varias federaciones nacionales.

Eres el claro ejemplo de que Huesca es una provincia en la que se puede prosperar en el deporte profesional.

Siempre lo he dicho cuando he estado fuera. Para Huesca haber tenido fútbol en Primera, el balonamno en Asobal, el histórico Peñas de ACB… en una ciudad tan pequeña como Huesca, es algo espectacular. Hay muchísimos ejemplos de lo alto que llevamos a la ciudad de Huesca en el deporte.

Siete años como jugador del Bada Huesca, cinco de ellos en Asobal. ¿Cómo recuerdas esa etapa?

Una etapa en la que fui muy feliz haciendo el deporte que más me gusta, en mi ciudad y viviendo unos años históricos para el club. Ascensos, competición europea… entonces lo recuerdo como una época muy feliz. Dura, porque estudiaba y jugaba a la vez, pero muy bonita. Y a ratos la echo de menos.

¿Qué significó para ti jugar en el equipo de tu ciudad?

Para mi era lo máximo y con lo que soñaba desde pequeño. Desde que venían los jugadores del balonmano al colegio y me engañaron para empezar a jugar. Era impensable en ese momento que iba a llegar al primer equipo de la ciudad y encima tener la suerte de vivir momentos históricos como el ascenso, jugar en Europa, quedar quintos en Asobal… Para mi superó mis expectativas. Un orgullo defender los colores de mi ciudad.

Y de jugador de balonmano pasas a médico deportivo. ¿Cómo fue ese cambio?

Lo pude compaginar durante la carrera, pero llegó un momento que tuve que decidir entre los dos caminos. Y me decanté por la medicina. Luego por suerte pude enfocar la medicina hacia el deporte, que es una de mis pasiones. Ahora lo disfruto mucho desde el otro lado, con el fútbol, con el balonmano, colaborando con las federaciones españolas… sigo muy vinculado al deporte, disfrutándolo mucho.

¿Cómo puedes compaginar tanto trabajo?

Es una buena pregunta (se ríe). Por suerte tengo muy buen apoyo familiar y de mi pareja. Tengo también un buen equipo con el que trabajo, nos compaginamos muy bien. Lo disfruto mucho y por lo pronto me da para todo.

¿Qué les dirías a los jóvenes oscenses que quieran enfocar su carrera hacia el deporte?

Que vayan a por ello, que se puede. Huesca es una provincia con muchas oportunidades, destacamos en todos los deportes. Y no todo es fútbol, hay muchos deportes en los que es más fácil llegar. El camino es muy sacrificado, pero se puede llegar y merece la pena.

Tu trabajo te ha obligado a viajar mucho, ¿qué tiene Huesca que no tengan otras ciudades?

Lo que más valoro de Huesca es que tiene una población muy activa y muy familiar. La provincia en sí es espectacular.

¿Consideras que el deporte goza de buena salud en Huesca?

Desde luego, tanto en Huesca capital como en toda la provincia: Jaca, Monzón, Barbastro… Ya no solo hablo del deporte profesional, sino que a nivel poblacional está llena de gente muy activa con carreras por montaña, esquí, bicicleta…

¿Qué rincones de la provincia te gusta visitar en tus ratos libres?

Mi pareja es de Binéfar y vamos mucho, lo disfruto. Y luego el Pirineo. Ordesa, Monteperdido, el valle de Pineta… La garganta de Escuaín tiene un significado especial para mi, allí están las cenizas de mi padre. Esa es mi zona favorita.

Toda la naturaleza de la provincia, ¿puede servir también como medicina?

Desde luego y es algo que también lo diferencia de otras ciudades. Creo que tener tan cerca la posibilidad de evadirse de este mundo en el que estamos continuamente de estrés, presión… El poder coger el coche y tener tan cerca un inmenso paraíso natural es una pasada. Muchas veces receto a los pacientes que aflojen un poco el ritmo, que se vayan un poco lejos del ruido, desconecten… y tener eso en Huesca es una suerte.