Cierre de pretemporada con buen sabor de boca

FORÇA LLEIDA 70

LEVITEC HUESCA 84

Lleida: Lafuente, Santa Ana (10), Feliu (16), Stutz (6) y Mbaye (2) -cinco inicial- Diene, Chapela (9), Cleare (9), Carey (18), Quintana y Mata.

Levitec: Dani García (5), Tamayo (7), Dedovic (1), Skara (10) y Vucetic (18) -cinco inicial- Grytsak (11), Carter (13), De Blas (2), Urdiain (2), Grabauskas (8) y Berni García (7).

Parciales: 20-18, 37-48, 50-60 y 70-84.

Incidencias: Trofeu Federoptics Ciutat de Lleida jugado en el pabellón Barris Nord.

Árbitros: Munar, Tecchia y Farre, eliminado el local Diene.

HUESCA.- Levitec cerró el viernes la pretemporada en lo que a partidos amistosos se refiere y además lo hizo con el mejor sabor de boca, con una victoria a domicilio y además ante un rival de la categoría. Dentro de una semana llegará el estreno liguero en Cáceres, y los de Arenas llegarán a este partido con las buenas vibraciones que dejó el choque de ayer.

El encuentro comenzó igualado en el primer cuarto, con constante intercambio de canastas y un juego dinámico. Y en el segundo cuarto los de Guillermo Arenas empezaron a dominar el choque. Con una buena defensa, que impedía una buena circulación de balón de los locales, y un ataque fluído, con buena selección de tiro y acierto, los peñistas lograban en el minuto 16 de juego ponerse diez arriba (29-39) y obligaban al tiempo muerto de Lleida.

Pero no sirvió demasiado y el Peñas siguió jugando buenos minutos en los dos lados de la pista, para llegar al descanso con once puntos de ventaja.

En el tercer cuarto los verdiblancos supieron mantener la intensidad en el juego y que el partido fuera por donde ellos querían, con ventajas que no bajaban de los diez puntos. Y en el último cuarto aun pegaron un estirón que llevó la ventaja a los quince puntos.

En el tramo final Força Lleida apretó las cosas tirando de casta y llegó a ponerse a menos de diez puntos, pero los peñistas mostraron también calma al final para seguir haciendo las cosas bien y llevarse la victoria.

Berni García tuvo sus minutos y eso dio oxígeno al equipo y también permitió que el equipo jugara más compensado, con cada peñista jugando en su posición. Además se vio al norteamericano Olin Carter ya más adaptado al juego del equipo y en líneas generales funcionó el equipo en ataque y defensa.