Baloncesto

BALONCESTO - CANDELA LASCORZ

El sueño americano de Candela Lascorz

La jugadora oscense recibe una beca para jugar y estudiar en Estados Unidos

El sueño americano de Candela Lascorz
El sueño americano de Candela Lascorz

HUESCA.- La joven jugadora oscense Candela Lascorz Rivarés se prepara para vivir una gran aventura, que a buen seguro que le cambiará la vida, en Estados Unidos. Con 18 años, a partir de agosto combinará estudios y su deporte, el baloncesto, en la universidad de Vincennes, en el estado de Indiana. Y lo hará además con una beca completa que le cubre desplazamientos, estudios y estancia gracias a la empresa AGM Sports del también oscense Gonzalo "Talito" Corrales. Una oportunidad para crecer en su formación, mejorar con un idioma fundamental hoy en día y mejorar en una carrera como jugadora de baloncesto que es la que le ha servido para dar este salto.

La propia Candela, que viene de una familia de baloncesto oscense cien por cien y por tanto ha mamado la canasta desde pequeña, contaba cómo ha sido su trayectoria para poder optar a este premio. "Empecé a jugar en el colegio del Parque a los ocho años, y luego en el Instituto Ramón y Cajal estuve hasta los 15 años. En ese último año me llamaron para hacer algunos entrenamientos con la Selección de Aragón, y allí me llamaron del Stadium Casablanca. Me decidí a probar, por ambición, por poder jugar al mayor nivel que hay en Aragón, y me quedé. A partir de ahí he estado tres temporadas como cadete y junior, en las que también he jugado con Aragón. En campeonatos de clubes y selecciones hay ojeadores y contactaron conmigo. Me ofrecieron una beca en el extranjero, para jugar y estudiar una carrera. Al principio todo me dio mucho vértigo pero luego vi claro que era una gran oportunidad y a partir de ahí fue todo muy rápido. Estoy muy contenta".

Tuvo que desarrollar un proceso, ya de la mano de AGM Sports, en el que grabó vídeos con partidos suyos, y a partir de ahí llegaron diferentes ofertas hasta que se decantó por Vincennes y firmó.

TRABAJO ESPECÍFICO DURANTE EL PARÓN

En lo deportivo, jugará en la Junior College, División I. O lo que es lo mismo, en la mejor categoría para las jugadoras junior, que son las de los dos primeros años universitarios. "Es de las mejores competiciones y me apetece porque hay nivel. He visto en vídeo las instalaciones y son tremendas, con boleras, spa o piscina en la propia universidad".

Se desenvuelve como alapívot, aunque últimamente ha trabajado para ser más polivalente. "He jugado siempre de interior pero ahora, sobre todo con la temporada parada, he entrenado de manera más específica con Nacho Gella (técnico oscense afincado en México que ha preparado, entre otros, al internacional Pierre Oriola), para mejorar la técnica individual y poder jugar más de exterior, de alero".

En principio la pandemia no la frenará en su viaje, a partir de agosto. "Tengo que ir a mediados de agosto porque el curso empieza el día 15. No lo puedo asegurar al cien por cien ahora mismo pero en principio no hay inconvenientes".

Y, unido al deporte, están los estudios. "Allí hay mucha variedad de estudios y tengo que mirarlo. Tengo claro que quiero estudiar algo relacionado con Empresariales, pero allí los estudios pueden combinar muchas cosas". Y también, el aterrizar en una cultura nueva y un idioma diferente. "Tengo la suerte de que allí ya hay una chica de Zaragoza, Elena Aznar, y sobre todo al inicio será una gran ayuda. Ya me ha dicho que sobre todo los tres primeros meses son duros, pero es una universidad muy internacional y te acogen bien. En inglés creo que tengo esa base de la gramática y lo que he estudiado aquí, pero allí es otro mundo, hablan muy deprisa y tendré que adaptarme rápido y soltarme para hablar, y también escuchar mucho. También tocará adaptarse en lo cultural".

UN FUTURO SIN TECHO

En lo deportivo, lo ve como una gran oportunidad. "No sé si me podré dedicar a esto, pero sobre todo es una gran oportunidad, y más siendo una beca completa. Como voy a una competición junior, con jugadoras de mi edad o un año mayores, será más fácil".

Ahora mismo, a menos de tres meses de partir, sus sensaciones son encontradas. "Tengo muchas ganas de ir y jugar a ese nivel, también de conocer gente, pero a la vez tengo miedo porque voy sola, y con 18 años soy casi una niña. El entrar ya en un equipo me da calma, porque ya tendré compañeras y amigas".

En Vincennes solo podrá estar dos años, si quiere progresar en el baloncesto. "La competición junior es de dos años y luego tendría que buscar otra universidad para jugar en la competición universitaria. Queda lejos, pero desde luego que también me apetece dar ese salto y mi sueño es llegar a la D1 (la máxima categoría en el baloncesto universitario de Estados Unidos). Sería estar al máximo nivel, y al final del cuarto año las mejores jugadoras pasan al draft para ser seleccionadas en la WNBA".

"ES UNA JUGADORA SUPERINTELIGENTE"

Candela jugó durante tres años, de los 12 a los 15, en el equipo del Instituto Ramón y Cajal de Huesca. Allí su entrenador fue Abel Pardo, a quien no le extraña y al mismo tiempo le alegra mucho que su ex pupila tenga esta oportunidad en Estados Unidos.

"Desde el primer día se veía que tenía calidad. Los genes desde luego los tenía, y en los tres años que estuvo en el equipo destacaba sobre todo por ser una jugadora superinteligente. Absorbe todos los conceptos muy rápido y es lista. A partir de ahí siempre sabe buscar las mejores situaciones en cada partido en función de quién le marca, de cómo van las cosas... y sabe si tiene que anotar o es mejor repartir juego. Siempre busca la mejor opción".

Entres sus virtudes, su capacidad bajo aro y su velocidad por fuera. "Domina el juego interior y juega bien de espaldas. Es alta, y eso hace que la suelan marcar jugadoras también grandes, pero a la vez es rápida y saca mucha ventaja de eso, sobre todo en el uno contra uno, como si fuera una exterior. Tiene gran visión de juego y además calidad y sabe jugar en equipo, con esa visión que tienen los grandes jugadores. No le hace falta mirar a una compañera libre para saber que está ahí y que es la mejor opción".

Además, en defensa, señala Pardo, "siempre está bien posicionada, tiene capacidad de taponar y además bloquea muy bien el rebote".

Y junto a esa calidad, su ex entrenador también incide en sus ganas de trabajar y de mejorar. "Tiene hambre, y eso es lo que ha hecho que vaya mejorando y creciendo como jugadora. En el contexto de Aragón es una muy buena jugadora, de las mejores en su categoría, y además tiene esos valores que da el deporte, de compañerismo, de saber ganar y perder, lo que también ha ayudado a que dé pasos muy grandes en su mejora".

Sobre cómo ve su futuro al otro lado del charco, Pardo cree que "es bueno que al principio no entre en la competición más potente, y la junior es ideal. Pero en todo caso es una jugadora que sabe adaptarse perfectamente al nivel de intensidad de la categoría en la que está. Cuando jugaba con nosotras era cadete y también jugaba con las senior y se adaptaba a ese nivel e intensidad mayores. El ir allí le va a ir de maravilla porque la exigencia será todavía mayor y eso hará que progrese más y más rápido".