Primer día de trabajo del 'Baby Peñas' con ilusión y la plantilla completa

El proyecto 2023-24 del Lobe Huesca ha echado a andar este viernes con el primer entrenamiento de pretemporada en el Peñas Center. Por delante, seis semanas de pretemporada en las que el técnico Rafa Sanz va a tratar de conformar un buen equipo para la liga en Leb Plata. Una plantilla insultantemente joven, con calidad y que ahora tiene tiempo para conjuntarse.

En la primera sesión no ha estado el pivot argentino Tomás Chapero, que ha llegado este viernes desde su país a Zaragoza y este sábado ya se incorporará al trabajo junto a sus compañeros. Los demás, estaban todos en la pista. A saber, los bases Alex Rubin, uno de los que sigue, y Alessio Scariolo, los escoltas Isaac Nogués y Peter Stumer, los aleros Herkus Kumpys y Joan Solá, los ala pivots Guillermo Bastante y Martín Iglesias y el pivot José Malo. Junto a ellos, tres canteranos, Francho Lascorz, Pablo Gállego y Djigui Diarra.

Este fin de semana el equipo trabajará en unos primeros días de contacto, como ha explicado el técnico, Rafa Sanz, y a partir del lunes llegará el trabajo, físico y táctico, normal, y ya el próximo sábado llegará el primer amistoso. La liga no arranca hasta el sábado 7 de octubre en la pista de Melilla. Junto a Sanz dirigió el entrenamiento Carlos Lanau, que ejerce como entrenador ayudante y va llevar en gran medida las riendas de la preparación física de la plantilla.

Ilusión y mucho trabajo

Tras la primera sesión, el técnico peñista ha hablado sobre este inicio y la temporada que espera por delante. “Siempre hay ilusión y ganas, esa energía para construir este proyecto. Tenemos que ser capaces de ir adquiriendo cierto nivel físico y comprendiendo las normas de juego. Será duro, porque por desgracia hoy en día las competiciones duran poco y muchos han estado demasiados meses sin actividad profesional. Tenemos que ir poco a poco, de manera progresiva, asentando las bases”.

Y ha explicado la dinámica de trabajo estos primeros días. “Primero una mini semana, viernes, sábado y domingo, como adaptación al esfuerzo, en la que no haremos contacto, y la semana que viene trabajaremos ya más parecido a como toda la temporada. Haremos dobles sesiones e incluso el sábado tendremos partido. Es época de cargar, pero de controlar todo y que no haya lesiones. Controlar la necesidad de ponernos físicamente a tono, adquirir los conocimientos de juego y que tantos meses de inactividad no nos pasen factura”.

Una plantilla casi totalmente nueva, empezando por el entrenador, pero que ya está completa desde el primer día. “No es fácil conjuntar. Es un reto que tenemos no sencillo, siendo todos nuevos. Empezar desde el abc pero con esta energía y ganas que tenemos. Tenemos la suerte de tener un club con mucha gente ayudando, el trabajo en verano ha sido importante. Intentar dentro de las limitaciones que esto sea lo más profesional y un producto de calidad. Qué menos que empezar siendo un equipo, no es serio si tienes dos, luego vienen tres, mejor empezar desde el principio y con bases sólidas desde el inicio porque en octubre los partidos ya cuentan”.

Sobre la idea de equipo, ha señalado que hay que conjugar lo individual y lo colectivo. “Queremos hacer un equipo joven, con jugadores que vean este club como un sitio para crecer. Nuestros objetivos son tener un equipo para quedarse en la liga. Conjugar las ambiciones individuales con las necesidades colectivas para que sea un proyecto sólido, e ir poco a poco dando espectáculo”.

Y estos primeros días, dos ideas fundamentales. “Hay dos aspectos fundamentales, la actividad en el campo y respetar los espacios. Tenemos que ser un equipo que sea activo, no pasivo, que espera al fallo del rival o a que pase algo. E intentar respetar los espacios para encontrar situaciones de uno contra uno”.

Y ha criticado el que las competiciones sean tan cortas y la inactividad veraniega sea larga. “Son muchos meses sin actividad. Hay mucha técnica individual, pero no tienen hábitos del juego, de ir y venir, hay que adquirir el ritmo del juego. Las demandas del baloncesto no se trabajan muchos meses. Es una situación compleja desde hace un tiempo, las competiciones duran poco, se juegan pocos partidos, a este nivel, y los jugadores pasan meses sin la realidad del baloncesto. A ver si somos capaces de conseguir ese nivel físico mínimo para jugar como queremos”.

Y ha señalado por último que quieren ser un equipo diferente, imprevisible, como otro arma. “Si hacemos lo que hacen todos a lo mejor no nos va bien. Vamos a intentar hacer cosas diferentes que nos permitan estar un poco por encima de la lógica, arriesgar haciendo cosas menos previsibles. Este equipo lo puede hacer”.

Un campeón mundial

Y el Peñas puede presumir de tener en sus filas a un Campeón del Mundo, el escolta Isaac Nogués, que logró el título en verano con la España Sub-19. Sobre este comienzo, ha manifestado que “llevamos dos días juntos y un entrenamiento. No podemos verlo todo hoy pero de momento contento. El equipo está muy bien, somos jóvenes, con mucha ambición”.

Una juventud que espera que no pase factura. “Creo que falta experiencia en esta liga, en Leb Plata pocos hemos jugado. El más mayor, Chechu, tiene 28, y en eso puede ayudar mucho, pero con el tiempo también se coge experiencia”.

Sobre el Mundial, alegría, pero pasa página. “Es algo que te da confianza, pero ya ha pasado. Estoy contento, no lo olvidaré nunca, pero ahora centrado en ayudar al equipo y conseguir los objetivos”.

Y sobre las metas que se marca en esta temporada, lo tiene claro. “Principalmente me gustaría crecer como jugador y ayudar al equipo. El Peñas no merece estar aquí en Plata, ha estado más alto, en ACB y en Leb Oro, y ahora por situaciones no está. Como jugador quiero mejorar aspectos del juego que no son mi fuerte como el tiro, con ayuda de mis compañeros”.