Lobe Huesca cierra el año y arranca la segunda vuelta en casa ante Melilla

Lobe Huesca arranca este sábado en casa la segunda vuelta de la competición. Sin apenas descanso por Navidad, cuatro días, los jugadores vuelven a la pista para tratar de romper la mala racha de resultados.

Y es que los peñistas han enlazado tres derrotas en la recta final de la primera vuelta, una mala racha que ha llevado al equipo entrenado por Rafa Sanz a ocupar el cuarto puesto por la cola, justo por encima de las tres plazas de descenso, pero solo con una victoria más que el antepenúltimo y el penúltimo y dos más que el colista. Además, en la primera vuelta Lobe Huesca ha perdido con los tres clubes que tiene por detrás en este momento.

Por tanto, una situación que se ha complicado y que urge revertir para no meterse en más problemas. En casa y con el apoyo de la afición el Peñas, que para este partido cuenta con todos sus efectivos, espera romper con una victoria esta serie para al menos seguir una semana más fuera del peligro.

Esta semana, además, ha estado marcada por un cambio en la plantilla. Se ha marchado el lituano Herkus Kumpys y en su lugar ha llegado el también escolta Alex Bellver, procedente de Huelva. En principio un recambio natural, un escolta tirador por otro, y que supone la llegada de un jugador nacional con experiencia en la categoría.

En cuanto al rival, Melilla perdió en el estreno de la competición en casa ante los peñistas, pero el equipo norteafricano ha evolucionado desde entonces y se sitúa en zona de playoff con dos triunfos más que los oscenses. El parón navideño ha supuesto la marcha de uno de sus pívots, por lo que en principio llegan algo mermados a este encuentro.

“Les sorprendimos en la primera jornada, -manifestaba el técnico peñista-, pero ahora están bien y en esta liga con tanta igualdad, se van a ver las caras dos equipos que luchan cada partido. Tienen jugadores muy físicos y además son un equipo inteligente, que en defensa sobre todo creo que buscará hacer cosas diferentes”.

El técnico, sobre todo pensando en la segunda vuelta, ha dejado claro que el objetivo siendo realistas es la permanencia, y que no va a ser fácil. “Yo tengo ambición, en todos los aspectos, pero no soy un vendemotos. Con nuestras posibilidades y los rivales que hay, el objetivo realista es la salvación. La celebraremos con alegría cuando llegue, y ya es un reto. No se pueden poner metas ni demasiado bajas y ni demasiado altas, porque son inalcanzables y generan frustración. La realidad es esta, somos honestos y por eso el objetivo debe ser la permanencia”.

Y pese a la mala racha y la posición en la tabla, el técnico ha dejado claro que el equipo está bien de cara al partido de hoy. “Estoy centrado en Melilla, en seguir siendo competitivos. Hasta ahora prácticamente en todos los partidos hemos sido competitivos, hemos tenido opciones de ganar, y lo primero es seguir por ese camino”.