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Fernando Pérez sigue como mano derecha de Nolasco

El oscense destaca que en el cuerpo técnico del Bada tratan de mejorar cada año y cuidar los detalles para sacar rendimiento

Fernando Pérez, durante un partido.
Fernando Pérez, durante un partido.
BM. HUESCA

El oscense Fernando Pérez seguirá siendo el segundo entrenador del Bada Huesca y mano derecha de José Nolasco en el banquillo oscense. Esta será su séptima temporada en esa función, aunque lleva ligado al club muchos más años, como jugador, portero en su caso, y también entrenando al equipo filial en alguna etapa.

Debutó con el primer equipo con 17 años y con 43 sigue ligado al club, aunque ha habido alguna etapa de paréntesis. "No se me ocurre un sitio mejor que estar aquí. Estoy en casa y muy a gusto", dice sobre su labor y señala que aún se considera "en formación" y con mucho por aprender.

La labor de Fernando abarca muchos aspectos. Uno de los fundamentales es el estudio de rivales, que se reparte con José Nolaco. Explica que son años juntos y sabe "lo que quiere y como" y tienen un método común de análisis. Recuerda que cuatro ojos ven más que dos y se trata de aportar, como también hace ahora Lucas Calvo o hizo en su día Oriol Ferré, que acompañan al cuerpo técnico.

Otra parte importante de su labor es el trabajo con los porteros, del que se encarga personalmente, preparando vídeos y trabajando con ellos. Tiene la experiencia como portero que fue y como entrenador para ello.

Pero en general, señala que trata de ayudar en todo y que incluso realiza ciertas tareas propias de delegado en algunos aspectos y también de enlace con los jugadores.

La larga trayectoria del equipo en el banquillo se apoya en "mejorar detalles y cada año dar un poco más", nuenca en el conformismo. Fernando recuerda que la liga está muy igualada y que muchas veces "los detalles dan dos puntos". Por ello se trata de aprovechar la tecnología, realizar variaciones y estudiar qué funciona o qué se puede cambiar. "Siempre es diferente", dice.

El Bada suele apoyarse en jugadores jóvenes a los que se trata de hacer crecer y cuando se marchan toca "reconstruir". Este año se mantendrá un bloque que ha dado "un salto de calidad importante" y que lo ha hecho de forma rápida porque lo exigía la circunstancia. Fernando espera aprovecharlo la temporada que viene y seguir progresando con gente nueva que también entra.

Y con ello se trata de "darlo todo en cada entrenamiento y cada partido". No le gusta fijarse objetivos concretos en clasificación. "El objetivo es trabajar, trabajar y trabajar". Será la liga quien decida si se lucha por estar arriba o por salvarse. Pero la intención es siempre competir cada partido.

Estos meses de verano los entrenadores no paran porque aprovechan para ver competiciones como el Mundial júnior y seguir jugadores interesantes para la base de datos del club y también para ir preparando y planificando el trabajo de la pretemporada y la temporada. "Nunca se para", dice Fernando, pues siempre hay que dar vueltas a "como mejorar".