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El peor comienzo posible para el Bada Huesca

Se ofusca desde el inicio, tras una lesión de Charly Pérez, y cae con contundencia ante un Valladolid muy superior (25-30)

Miguel Malo, en acción ante la defensa del Valladolid.
Miguel Malo, en acción ante la defensa del Valladolid.
LAURA AYERBE

El Bada Huesca ha empezado la liga de la peor forma posible, con una dura derrota en casa ante un Valladolid muy superior. La tempranera lesión de Charly Pérez, apenas en el minuto 2, ha minado al Bada Huesca y, probablemente, ha cambiado el sino del partido. Las primeras acciones habían sido esperanzadoras, pero se ha ofuscado desde esa situación, que se añadía a las ausencias previas de Carmona, Óscar García e Ignacio Suárez. Su rival, muy serio y eficaz se lo ha hecho pagar y ha mandado de principio a fin, aunque al final el marcador ha quedado algo maquillado.

El equipo ha empezado a enredarse en un ataque espeso, con poco trabajo de generación y que ha perdido balones y fallado lanzamientos. Valladolid lo ha aprovechado corriendo y poniendo de forma muy rápida un 1-4.

A partir de ahí, el Bada ha ido a remolque y no ha acabado de encontrar el tono, pese a sus intentos. Valladolid, muy serio y efectivo en ataque y duro en defensa tampoco se lo ha permitido.

Ha recuperado terreno a raíz d una exclusión pucelana (6-9), pero ha desaprovechado una segunda y no ha tenido continuidad. Valladolid ha jugado cómodo con su renta y con buen trabajo y recursos de lanzamiento en la primera línea, además de seguir corriendo ante las pérdidas oscenses. 

En el tramo final la situación incluso ha empeorado, llegando a un 8-14 con los ataques ralentizados y jugando ambos en aviso de pasivo ante las dificultades. Pero ahí también salía ganando Valladolid, con un buen Freitas en el central. Se ha alcanzado el descanso con 9-14 y la necesidad de un cambio radical en los locales para tener alguna opción de puntuar.

La mejoría ofensiva ha llegado en el arranque de la segunda mitad con conexión con el pivote de Miguel Malo, pero Valladolid ha respondido golpe por golpe con mucha decisión y calidad, con buenas acciones del Lima y los laterales, lo que ha compensado la reacción oscense (13-18).

Y como no había cambiado nada, Bada ha vuelto a caer en la desesperación, se ha ofuscado con nuevos lanzamientos forzados y un Valladolid muy serio y casi infalible ponía un 14-21 que lo hacía todo aún más difícil. Nolasco ha pedido tiempo muerto antes de llegar al minuto 10. Casi hacía falta un milagro.

Pero lo que ha habido es más de lo mismo. Bada no tenía ni suerte y estrellaba balones en los palos. Parecía haber perdido ya cualquier esperanza de levantar el duelo, lo que constituía su mayor signo de lucidez.

Nolasco ha aprovechado para meter a Pepe Floris y darle minutos. Pero quedaba un cuarto de hora y también había que evitar una derrota excesiva. El lateral oscense ha aportado en ataque con lanzamiento, juego y conexión con el pivote. Pero Valladolid llevaba ya la velocidad de crucero y la confianza por las nubes y la diferencia estaba en diez goles (17-27). 

Ha hecho un final de partido aceptable y ha recortado distancias levemente hasta el 25-30, aunque las pérdidas de balón se han mantenido casi hasta el final. Le toca ahora levantarse y ganar temple de cara a próximos duelos.