La cabeza del sariñenense Guti deja los tres puntos en el campo de El Carmen

SARIÑENA 1

BORJA 0

Sariñena: Kirilenko, Alvarado, Youmeni (Barbarín, minuto 72), Guti, Ballesteros, Borja Peña, Jaime Barrero, Cota, Alonso, Ibra (Younoussa, minuto 84) y Álvaro Barrero (Ligorred, minuto 67).

Borja: Arbe, Mercadal, David Sánchez, Motero, David Martínez, Rubio, Matías (De la Fuente, minuto 60), Jiménez (Heranz, minuto 66), Puig (Diego Gómez, minuto 46), González y Ortiz.

Gol: 1-0 Minuto 38: Guti.

Árbitro: Ramírez Marco. Amonestó a los locales Youmeni y Barbarín y a los visitantes Puig, Rubio y Mercadal.

SARIÑENA.- El Sariñena se pone tercero después de vencer al Borja. Tras noventa minutos sobre el césped del estadio monegrino, la alegría de los locales se plasmaba en los halagos a la cabeza de un Guti que en el minuto 38 había logrado imponerse a Siro tras un preciso centro de Alvarado. El partido comenzó con muchísimo respeto entre dos conjuntos llamados a alargar la temporada más allá del mes de mayo.

El Sariñena, con ambición, saltó al césped con eolo favorable, situándose en área rival. Un acercamiento de Alonso y un disparo ladeado de Barrero dejaban a las claras a los aficionados borjanos que los chicos de Dani Martínez iban a poner todo su empeño en cortar la sensacional racha de los de Juan González. Al filo de la media hora de juego se habían sucedido las aproximaciones locales. En ese momento, los locales intensificaron su dominio. Las bandas surtían de balones al área para que, primero Álvaro y después Cota avisaran a Siro. A la tercera, Guti se elevó donde el oxígeno escasea para superar a Siro en el salto, alojando el balón en la meta visitante. No iba a quedar allí el impulso local, y minutos después, Cota, tras magnífica jugada personal, superaba a Siro de nuevo pero su remate salía rozando el palo por pocos centímetros.

El paso por vestuarios no mejoró la imagen de unos visitantes que se veían superados por la fogosidad local. Ibra, en tres ocasiones en los primeros cinco minutos del segundo acto ponía a sus compañeros en situación favorable para duplicar la ventaja del electrónico, pero el buen hacer de la defensa del conjunto del Campo de Borja.

Los cambios del Borja surtieron efecto territorial, y los locales se pusieron el mono de trabajo. Las faltas en el centro del campo, y los profundos Motero y Mercadal lanzaban una y otra vez balones cruzados al área, donde Borja Peña y Guti se mostraban una y otra vez inconmensurables ante el asedio visitante, que, a pesar de la insistencia, no inquietaron a un Kirilenko, que dejó la portería imbatida.