Fútbol

FÚTBOL - TERCERA DIVISIÓN

Solo faltaron los goles en La Estacada

Fraga y Atlético Monzón disputaron un intenso encuentro con un justo empate

Solo faltaron los goles en La Estacada
Solo faltaron los goles en La Estacada
J.C.

FRAGA 0

AT. MONZÓN 0

Fraga: Puigvert, Pujol, Gil, Chiné, Genís, Castilla, Nico, Aitor (Leo, minuto 45), Radu (Sergio, minuto 66), Taberner (Juan Pablo, minuto 71) y César.

Atlético Monzón: Saúl, Orús, Mendi, Óscar (Domi, minuto 54), Jesús, Marcio, Fran (Adri, minuto 77), Claver, Costa, Valencia y Chema (Petro, minuto 62).

Árbitro: amírez Marco. Amonestó a Nico y Leo, del Fraga.

Incidencias: Buena entrada en La Estacada. Tarde soleada y temperatura muy agradable.

FRAGA.- Fraga y Monzón firmaron tablas en un partido intenso, bien jugado, muy igualado, con momentos para cada uno y al que solo le faltó los goles. Faltó un pelín de precisión en el último pase en ambas áreas para propiciar las ocasiones que el partido mereció. Las defensas tuvieron mucho que ver también en esa escasez de remates y cuando no llegaron las zagas, aparecieron dos guardametas enormes, como Puigvert y Saúl, para sellar sus marcos con dos intervenciones de las que aportan puntos. Al final, el empate se puede considerar justo y el punto satisface a ambos.

Los dos equipos salieron al campo con las ideas claras. Ningún regalo al rival en los primeros minutos. Presión adelantada, pocos metros entre líneas y no arriesgar ni un pase. La impresión apuntaba a partido intenso (así fue), trabado y en el que cualquier gol iba a valer su peso en oro. El Monzón pronto empezó a sentirse más cómodo. Su presión surtía efecto y el balón circulaba más en el campo del Fraga que en el visitante. Los montisonenses amenazaban con diagonales a la espalda de los laterales y centros al área que obligaban a esforzarse a los centrales fragatinos, Gil y Chiné, bien acompañados por Castilla, que se fue agrandando como pivote defensivo y en ocasiones, como tercer central. Marc Puigvert desbarató la ocasión más clara del Monzón, en un centro al área pequeña que remató Marcio a bocajarro. Era gol, no había nada que hacer. Pero el meta fragatino decidió que no y rechazó el balón en un alarde de reflejos, salvando a su equipo.

Bien por el efecto psicológico de esa parada, bien porque Castilla empezó a encontrarse con las bandas, Pujol y Genís, el Fraga equilibró el partido y César empezó a buscar con sentido la espalda de los siempre seguros Mendi y Óscar, que tuvieron que apurar al máximo para evitar las llegadas del ariete fragatino.

El Fraga confirmó en la segunda mitad, esas buenas sensaciones. No es que arrinconara al Monzón, pero el segundo tiempo fue local, por juego y por opciones de gol. La aparición de Leo tuvo mucho que ver, y su sentido del juego al ubicarse entre las dos líneas de cuatro del Monzón. Desde allí asistió en un pase magistral a César. También era gol, pero Saúl decidió que no y sacó una mano milagrosa para rechazar el remate suave y que le superaba por arriba. El Fraga se fue animando y movió el balón con criterio, buscando a Leo y Radu por dentro, para dejar las bandas a Genís y un Pujol muy activo. Leo inventó otra asistencia entre líneas, pero Rami rechazó el remate de César.

El Monzón retrasó líneas y el Fraga iba incrementando su dominio, aunque Petro puso el miedo en el cuerpo a la parroquia local cuando se plantó ante Puigvert, pero remató alto. El empate ya no parecía tan malo, cuando Leo la tuvo para romper la igualdad. Recibió un pase preciso de Juan Pablo, le dio tiempo a bajarla con el pecho, pero se precipitó en el remate que se le fue alto. Así se fue, el remate, y la posible victoria. Al final, empate sin goles en un partido notable, merecedor de un clásico como es un Fraga-Monzón.