Fútbol

TERCERA DIVISIÓN

La Tercera División, a debate

Los descensos, el proceso de profesionalización, o los playoff son algunos aspectos controvertidos para los clubes altoaragoneses

La Tercera División quedará con dieciséis equipos a partir del curso 2022/2023.
La Tercera División quedará con dieciséis equipos a partir del curso 2022/2023.
Marc Malagón

El número de posibles descensos, el proceso de profesionalización, las exigencias presupuestarias y el desarrollo del playoff de ascenso son algunos de los elementos más controvertidos sobre el formato de la Tercera División.

A finales de la temporada 2021/2022, debido a la remodelación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la competición tiene la obligación de dejar la liga en 16 equipos, frente a los 17 actuales.

El primero ascenderá directamente a Segunda RFEF y los cuatro últimos descenderán a Regional Preferente. Pero, en el caso de que baje alguno de los seis representantes aragoneses en la nueva categoría surgida de la desaparición de la Segunda B, se producirán todavía más descensos obligados “por arrastre”.

En resumen, bajarán todos los equipos necesarios para dejar la competición en 16 miembros. En el peor de los casos, si descendiesen los seis conjuntos aragoneses en Segunda RFEF, hasta diez clubes de Tercera División podrían bajar. Diez equipos en una liga de dieciséis.

“Yo lo veo excesivo”, afirma Javier Aventín, vicepresidente del Atlético Monzón. “Nos obligan a profesionalizarnos para que luego, de repente, un gran número de equipos desciendan a Regional Preferente cada temporada y, entonces, ya no sirva de nada todo el esfuerzo que has hecho porque estás en un contexto completamente diferente”, critica.

Por ello, el directivo del conjunto del Cinca Medio piensa que tendría que haber menos descensos: “En una categoría tan pequeña, la movilidad también tendría que ser menor. Y, si no, pues que aumenten los grupos de Tercera a 20 integrantes, como estaba antes”.

“Estamos haciendo experimentos y transformaciones quizá en el peor momento en el que se podían hacer. Vamos un poco de conejillos de indias”, denuncia Javier Aventín en referencia a la frágil situación económica que viven los clubes a causa de la crisis del coronavirus.

Una Tercera profesional

La progresiva profesionalización de la Tercera División y la exigencia presupuestaria que conlleva este proceso también es un tema que preocupa a algunos equipos.

En la pasada temporada 2020/21, a través del Programa Impulso 23, la RFEF repartió entre los equipos españoles de Tercera un total de 13.195.000€ “para conseguir la máxima profesionalización de los clubes del fútbol aficionado español”. Como máximo, cada conjunto podía recibir 35.000€.

A cambio de las ayudas de la RFEF, los clubes tienen que cumplir una serie de requisitos para lograr un progresivo aumento del nivel de la competición. No obstante, este nuevo escenario complica la permanencia en Tercera de conjuntos como la Unión Deportiva Biescas y el Club Deportivo Robres.

“De aquí a unos años, los equipos que estén en Tercera van a ser profesionales y, claro, tienen que tener unos presupuestos muy altos que muchos clubes no podrán asumir”, señala Miguel Blasco, tesorero de la U.D. Biescas.

“Este año todavía no, pero en la temporada 2022/2023 se pondrá un presupuesto mínimo de 80.000€, un cambio que le requeriría un esfuerzo importantísimo al Biescas”, explica.

“Esta última temporada teníamos un presupuesto de unos 20.000€, antes de la pandemia era de 30.000€ y, para esta próxima campaña, aunque todavía no lo hemos terminado de calcular, estará en torno a los 65.000€, es decir, ya lo hemos multiplicado por más de dos”, detalla el tesorero del conjunto verdiblanco.

La economía, por encima

La primacía de lo económico sobre lo deportivo también es una cuestión que preocupa al C.D. Robres. “Si estás dando ejemplo de hacer las cosas bien, de seguir adelante, pero cada vez se pone más duro y no manda el fútbol, sino el dinero… A ver, un pueblo como el de Robres con unos 500 habitantes no podrá estar”, afirma Miguel Ángel Lacruz, presidente de la entidad monegrina.

“Tendrán que estar los que tengan posibilidades, los que tengan poder económico para mantenerse y jugarán ellos. Ahí sí que no se puede hacer nada…”, añade.

Sin embargo, Lacruz dice que el Robres no se rendirá: “Para clubes pequeños como el nuestro, es prácticamente inasumible estar en Tercera, pero esta temporada hemos conseguido la permanencia e intentaremos seguir otro año más, darlo todo y mantener la categoría”.

“Las exigencias cada vez son más y no nos queda otra que adaptarnos y seguir creciendo como club para cumplir con todo lo que nos pidan”, apunta José Manuel Murillo, del Club Deportivo Binéfar.

Desde el club celeste, señalan que ya eran conscientes de lo que se les venía encima: “Desde que se puso en marcha el Programa Impulso 23, donde los clubes recibimos una gran ayuda por parte de la RFEF, sabíamos que cada vez se nos iba a exigir más y que teníamos que mejorar la estructura y organización y ser prácticamente profesionales, funcionar como una empresa”.

Un playoff a partido único

Ahora bien, no solamente preocupan los descensos, sino también algunos aspectos de la promoción de ascenso. El primer clasificado subirá directamente a Segunda RFEF, pero los equipos que acaben del 2º al 5º jugarán un playoff en sede única y a partido único, cuyo ganador se enfrentará en las finales por el ascenso contra los ganadores del resto de federaciones autonómicas.

El formato no convence a todos los clubes. En la reunión celebrada el jueves 8 de julio en la Federación Aragonesa de Fútbol (FAF) entre los 17 clubes aragoneses de Tercera División, según cuenta Javier Irigoyen, “hubo alguna réplica para intentar cambiarlo y hacerlo de ida y vuelta”. Sin embargo, el coordinador deportivo de la U.D. Barbastro explica que “ya se comentó que no había posibilidad de modificarlo este año”.

El formato no se discute

Los cinco equipos altoaragoneses de Tercera División constataron en la reunión de clubes la falta de flexibilidad de la RFEF en todo lo que concierne al funcionamiento de la liga.

“Sobre el formato de competición, los clubes poco podemos hacer, viene marcado desde Madrid y es el mismo para todos los grupos”, afirma José Manuel Murillo, directivo del Binéfar.

“Ahora, la Federación Aragonesa no tiene casi nada que decir, todo es a través de la Federación Española de Fútbol”, coincide Miguel Blasco, tesorero de la U.D. Biescas.

El mensaje que la FAF trasmitió a los equipos es claro: el formato no es discutible. Al menos, esta temporada. Sin embargo, sigue habiendo varios aspectos que no convencen a todos los equipos altoaragoneses.

En todo caso, la Tercera División arrancará el próximo 5 de septiembre con la obligación de dejar la liga en 16 miembros para la campaña 2022/23.