SD Huesca

FÚTBOL - PARTIDO DE LIGA

Un punto de insatisfacción: el Huesca no pasa del empate ante el Barcelona en un duelo gris y sin opciones

El equipo oscense tiró a puerta una vez y el barcelonista, dos

Un punto de insatisfacción: el Huesca no pasa del empate ante el Barcelona en un duelo gris y sin opciones
Un punto de insatisfacción: el Huesca no pasa del empate ante el Barcelona en un duelo gris y sin opciones
P.S.P.

SD HUESCA 0

FC BARCELONA 0

SD HUESCA: Santamaría, Miramón, Etxeita, Pulido, Javi Galán, Rivera, Moi Gómez, Juanpi (Melero, minuto 59), Ferreiro (Cucho Hernández, minuto 71), Chimy Ávila (Álex Gallar, minuto 87) y Enric Gallego.

FC BARCELONA: Ter Stegen, Todibo, Murillo, Umtiti, Vidal, Aleñá (Arthur, minuto 80), Riqui Puig (Coutinho, minuto 67), Wagué, Malcom, Dembélé (Jordi Alba, minuto 67) y Boateng.

ÁRBITRO: Guillermo Cuadra Fernández (comité balear). Amarillas a Pulido (Huesca) y a Todibo y Wagué (Barcelona).

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la jornada 32 de LaLiga Santander disputado en El Alcoraz. Antes del partido se ha realizado un homenaje a Miguel Avellanas, quien fuera fotógrafo y delegado del Huesca durante veinte años.

HUESCA.- Ni a la mala suerte se puede apelar en esta ocasión. Hasta la saciedad se ha maldecido la desgracia que se ha cebado con el Huesca un partido sí y otro también. Que si el portero rival, que si la falta de puntería en jugadas claras, que si muchas ocasiones, que si el VAR... Argumentos de todos los colores para rasgarse las vestiduras. Pero ante el Barça (el B o el C, según se quiera ver), no hay nada que escudriñar.

El empate sin goles es el fiel reflejo de lo que se vio. Se aprecia también en las estadísticas, tantas veces cruel con el destino del Huesca. El equipo oscense tiró a puerta una vez y el barcelonista, dos. Y el balón fue del conjunto culé en sus tres cuartas partes.

EN ESTE ENLACE, AMBIENTAZO EN EL ALCORAZ E IMÁGENES DEL JUEGO

El punto que ha rascado el Huesca sería de oro en otro momento y en circunstancias diferentes. La realidad del momento es que vuelve a saber a poco y que se queda corto.

Más aún teniendo en cuenta la propuesta del Barcelona, con las estrellas en casa y los suplentes haciendo un vago ejercicio de reivindicación que hasta les dejó conformes. Así que el valor del empate habrá que verlo una vez hayan jugado todos los rivales que están inmersos en la pelea de la salvación.

El planteamiento que dispuso Francisco era una invitación a pensar en un conjunto con una clara vocación ofensiva. Pero el desarrollo del choque fue bien distinto. Ni pudo tener el balón ni tampoco le hizo daño al Barça.

El técnico azulgrana contó con un 4-3-3. Volvió Miramón al lateral derecho pero apenas se prodigó en acciones ofensivas y cuando lo hizo le faltó precisión para meter centros o conectar con Chimy, que era quien más se inclinaba hacia ese costado.

Y por la izquierda tampoco Javi Galán subió como en otros partidos. Ambos estuvieron más centrados en defender o en evitar sobresaltos. Y en ese menester estuvieron correctos porque el Huesca apenas concedió ocasiones al Barça y, salvo algún chispazo, la zaga supo desactivar a Dembelé y a Boateng.

En el centro del campo se puede decir lo mismo. Rivera, Moi y Juanpi estuvieron más centrados en contener que en irse arriba. Lo primero lo hicieron bien porque, salvo una jugada de Riqui Puig, poco fue lo que hizo el Barcelona. Amparado, eso sí, en su mayor fortaleza física, con la que se adueñó del balón y empujó ligeramente al Huesca hacia su territorio.

Y arriba, Chimy, Enric y Ferreiro estuvieron casi siempre a merced del sentido de la anticipación del Barça porque no les dieron muchas opciones.

Con un ritmo anodino y el Barça dueño del balón fueron discurriendo los minutos sin apenas nada que contar. Hasta que en el minuto 16 se produjeron las dos ocasiones del Barça en el primer tiempo. Ambas fueron seguidas. En la primera, el joven talento Riqui Puig le filtró un balón a Dembelé para dejarlo solo ante Santamaría, pero el meta desbarató la acción de forma providencial. Y en el saque de esquina el cabezazo de Murillo lo salvó de nuevo el arquero. Al filo de la media hora, y tras una apertura de Dembelé a la derecha, Wague tiró cruzado sin encontrar rematador.

Ese fue el bagaje del Barcelona en el primer tiempo. Menos tuvo el Huesca, que tuvo una escaramuza en una arrancada de Enric tras un golpe de pecho que acabó con un tiro muy forzado y desviado que se le marchó fuera. Y otro remate alto de Moi desde la frontal tras un centro de Ferreiro desde la izquierda. Pero sin consecuencias.

Contagiados, en fin, por la hora de la siesta en que se estaba jugando el choque, se llegó al descanso sin más. Habíamos visto falta de rasmia o de empuje o de ese punto de necesidad que tiene el Huesca. De modo que el 0-0 era en ese momento una especie de mal menor al que agarrarse pensando que en el segundo tiempo cambiaría el decorado y se vería algo más.

Pero no cambió mucho el decorado. El Huesca siguió ordenado atrás pero impreciso y sin mordiente, tampoco con muchas ideas y fuelle, para poder sorprender a la defensa barcelonista. Hubo un amago de ocasión en una jugada en la que Chimy abrió a la izquierda a Ferreiro y su centro, tras cabecearlo Juanpi en el segundo palo, le quedó muerto a Enric en el área pequeña pero el ariete se perdió en el barullo.

El Barça puso un nudo cuando tuvo su momento, entre los minutos 55 y 56, cuando Malcom tiró al poste y en el rechace Aleñá remató y un defensa desvió a córner.

Con media hora por delante llegaron los cambios. Melero salió de refresco por Juanpi en el Huesca y el Barça dio entrada a Coutinho y Jordi Alba, este último como extremo, pero sin exponer en exceso y sin asumir riesgos ya que la mirada estaba puesta en el Manchester.

Francisco trató de refrescar el ataque con el Cucho por Ferreiro pero el partido siguió plano, sin ocasiones y con un Huesca cada vez más agotado y con algunas tentativas fallidas de contragolpes por la falta de temple, precisión y fuerza. Tampoco lo aportó el último en incorporarse al juego,

Álex Gallar, que tuvo dos balones parados (un córner y una falta) que no le hicieron siquiera cosquillas al Barcelona. Y colorín, colorado...