SD Huesca

FÚTBOL - JUGADORES

Juanjo Camacho con letras de oro

Manteo y vuelta de honor para el gran capitán del Huesca y para un equipo "sin reblar" hasta el final

Juanjo Camacho con letras de oro
Juanjo Camacho con letras de oro
P.S.

HUESCA.- Acabó el partido, se apagaron los focos, saltaron los jugadores, cuerpo técnico y demás miembros de la plantilla y formaron un pasillo. Le tocó a Juanjo Camacho cruzarlo. No era esta vez ese de las "collejas" de los entrenamientos. Era el pasillo de honor y de la emoción. Doce temporadas, 420 partidos y 88 goles. Su nombre queda grabado con letras de oro en la historia del Huesca. Será difícil, y pasarán muchos años, para que encuentre relevo. Desde el centro del campo, y con sus hijos, se detuvo ante las imágenes del videomarcador con su brillante trayectoria azulgrana. "Es nuestra historia. Sentimiento azulgrana. Gracias capitán".

Y luego, arropado por sus compañeros, su discurso: "18 de mayo de 2019. Un sueño para mí", dijo con la voz entrecortada y un nudo en la garganta. "Para mí es un orgullo poder estar celebrando esto con vosotros, mis compañeros, cuerpo técnico, club, afición, con mi gente, con mi familia. Muchas gracias. Miro a mi alrededor y veo El Alcoraz. Qué bonito está. Vuelvo a repetir, de 600 socios a 7.500. Y esto lo hemos conseguido entre todos. De Segunda B a Primera División. Yo tengo la suerte de poder estar aquí celebrándolo con vosotros. Siempre he sentido vuestro aliento, os llevaré en el corazón para siempre. Gracias, gracias, mil gracias. Viva Huesca, viva la Sociedad Deportiva Huesca y viva San Lorenzo. Fieles siempre sin reblar".

Tras las emocionadas palabras, la vuelta de honor acompañado por la plantilla. Un ejército que, pese al descenso, se ha dejado hasta la última gota de sudor en el campo.

Y ayer, en justa recompensa, nadie despidió con luto la Primera División. La hinchada convirtió el "hasta luego" en una fiesta. Hizo la ola y en muchos momentos cantó el "volveremos a Primera, volveremos otra vez". Se ha lanzado el guante al club para que mantenga viva esa llama de la ilusión. Enorme. Para mantenerla con fuerza.