SD Huesca

FÚTBOL - OPERACIÓN OIKOS

El sumario recoge un amaño fallido de un partido del Sariñena

Iñigo López y Samu Saiz fueron los intermediarios entre cabecillas y jugadores

El sumario recoge un amaño fallido de un partido del Sariñena
El sumario recoge un amaño fallido de un partido del Sariñena

HUESCA.- Una de las piezas del sumario de la Operación Oikos desvela una serie de las conversaciones en las que se muestra que hubo un amaño fallido de un partido del Sariñena en 2017.

Iñigo López y Samu Saiz serían los intermediarios entre Carlos Aranda y Raúl Bravo, por un lado, y Carlos Martín Briones, por otro. Este último era por entonces jugador del conjunto sariñenense y fue quien convenció a seis de sus compañeros para apañar un encuentro. Sin embargo, el resultado no fue el esperado y esos futbolistas llegaron a ser amenazados por Iñigo López si no pagaban la deuda que tenían con Aranda y Raúl Bravo, de la cual se encargaron el riojano y Samu.

La investigación indica que "las conversaciones entre Samuel Saiz e Iñigo López a través de aplicaciones informáticas (whatsapp) son claras y no dejan lugar a duda de que se están refiriendo tanto a la preparación del amaño deportivo C.D. Sariñena como de la deuda del mismo al no darse el resultado concretado. Por lo que Samuel Sáiz Alonso e Iñigo López estarían exigiendo el dinero a los jugadores del equipo".

Los jugadores monegrinos "han ido retrasando el pago por falta de liquidez, siendo el portavoz y máximo responsable de de [sic] dicho Club Carlos Martín Briones, puesto que es él el que negocia con los intermediarios de la Organización criminal los términos de la manipulación deportiva".

Al parecer, Aranda se encargó entonces de mediar con Raúl Bravo para "tranquilizar a este último y no tome represalias contra Iñigo López". Esa deuda sería de 15.000 euros y el exfutbolista del Huesca "habría llegado a amenazar a los jugadores del C.D. Sariñena para que cumplan el pago", pero, debido a esa "falta de liquidez" de los monegrinos, ellos mismos le habrían propuesto al riojano "hacer otra" para poder hacer frente a ese pago.

En una conversación entre Iñigo López y Aranda, ambos hablan de esa deuda que hay que pagar a Raúl Bravo. El que fuera defensa azulgrana en aquel momento explica que Bravo cobrará el dinero, pero que quiere que sean los futbolistas del Sariñena implicados los que paguen y no el propio intermediario. "No, no, no si yo se lo llevo pero quiero que me lo paguen estos, ¿saber " o "Yo lo que no quiero es ponerlo de mi bolsillo porque entonces ya..." son algunas de las explicaciones de Iñigo, las cuales son aceptadas y comprendidas por Aranda, a quien le pide que le diga a Bravo que tendrá su dinero, pero que necesita tiempo para que los monegrinos se lo den.

En otra llamada entre los dos mismos protagonistas, López asegura tener la parte del dinero que él tiene que entregarle a Raúl Bravo y le explica a Aranda que los jugadores del Sariñena, a los que ha amenazado, están asustados y quieren apañar otro encuentro para devolver dicho dinero. A la pregunta del exdelantero sobre "¿Qué dice esta gente ", en referencia a los jugadores del conjunto altoaragonés, Iñigo responde: "Na pues... claro, que no tiene el este, que necesiten un tiempo pa esto, y que quieren hacer otra, "sabes ". Aranda no se fía de ellos debido al primer amaño fallido y le responde "quien es el listo que hace otra vez esto con ellos".

Después aparecen varias conversaciones de Whatsapp que Iñigo López tiene con Samu Saiz y Carlos Martín, a quien llaman "mulato" y "tontito". De ahí se concluye que el partido que se intentó amañar fue el que enfrentaba al Sariñena con el Cariñena el 13 de abril de 2017, en Semana Santa, que acabó con 1-0 para los monegrinos, "no siendo finalmente este (el resultado) el pactado previamente".

El sumario explica que en esos diálogos entre los tres implicados "hablan todos los interlocutores en un lenguaje convenido a cerca [sic] de preparar un "torneo de Call of Duty", llegando a comentar que ya tienen las bases para prepararlo y que habrá que reunir a los máximos jugadores posibles para poder hacer "un buen torneo online"".

"La cadena de llamadas comienza con la preparación del amaño, en la que Raúl Bravo interpela a Iñigo López para que se conecte al dispositivo encriptado para poder hablar de la manipulación con total confidencialidad". Una vez que Bravo da las instrucciones para determinar el resultado, Samu e Iñigo se ponen "manos a la obra" para organizar el apaño, para el que contaron con la ayuda de Briones, "íntimo conocido" del primero.

Las órdenes concretas para el amaño se las dio Aranda a Iñigo dos días antes del partido. Entonces, el riojano quedó con Samu y Briones y este último fue el encargado de conseguir a jugadores monegrinos para el apaño. Fueron seis los futbolistas del Sariñena implicados y exigieron 15.000 euros: 3.500 para cada uno de los "más importantes" y 1.500 para los "novatos".

"Ya está el torneo en marcha", le dijo el defensa el día 13 de abril, cuando ya estaba en juego el partido. En esa conversación aparece Carlos Akapo, ya que Iñigo pregunta si va a venir al encuentro con ambos y Samu dice que "está retrasado".

Al no darse el resultado pactado para el amaño, Iñigo le habló a Samu para desayunar la mañana siguiente con Briones. "Diselo a este que es serio".

Debido al fallo, los jugadores del Sariñena debían devolver el dinero a la organización y Samu y López son "los máximos responsables de que eso ocurra". El día 15, el riojano le explicó al madrileño que "esta el tema serio", por lo que los futbolistas monegrinos deben buscarse la "vida para ya".

Al no poder hacer frente a su deuda los sariñenenses, fueron Iñigo y Samu los que se hicieron cargo, pero pasados unos meses, en septiembre, todavía no habían recuperado su dinero.

El riojano reclamó entonces a Briones su parte y llegó a amenazarle tanto a él como al resto de jugadores monegrinos en caso de que no le devolvieran el dinero. Las últimas conversaciones datan de principios de enero de 2018 e Iñigo le dice que cuatro futbolistas aún le deben 2.500 euros, aunque le indica que sólo se preocupe de pagar su parte. Tras un intercambio de mensajes tenso, con amenazas y sin que Briones se amedrente (más bien todo lo contrario), le promete que le entregará su dinero en cuanto pueda.