SD Huesca

ANÁLISIS

Las remontadas, una cuestión casi imposible cuando juega el Huesca

Los azulgranas no le han dado la vuelta a ningún partido cuando han encajado

Las remontadas, una cuestión casi imposible cuando juega el Huesca
Las remontadas, una cuestión casi imposible cuando juega el Huesca
R.G.

HUESCA.- El fútbol en muchos casos es épica, historias de hazañas casi imposibles que han quedado ya para la historia y que engrandecen el deporte del balompié. Los ejemplos son muchos, sobre todo en eliminatorias y en finales, pero en cada jornada hay partidos que cambian de signo y que lo que para unos era alegría torna en tristeza, y al revés. De hecho, uno de esos tópicos del fútbol dice que cuando se gana con una remontada, deja mucho mejor sabor de boca.

Pues en el caso del Huesca, ni para bien ni para mal, se ha producido en lo que llevamos de temporada esa reacción de un equipo que pasa por levantar un marcador adverso para ganar lo que tenía perdido.

Lógicamente esto tiene dos lecturas, positiva y negativa. La positiva es que cuando el Huesca ha conseguido adelantarse en el marcador, se ha mostrado seguro y templado como para que el rival no le pudiera quitar esa ventaja y caer derrotado. La negativa, que cuando al Huesca le han marcado un primer gol, la posibilidad de sumar los tres puntos se ha esfumado.

En casa la historia ha sido casi siempre la misma, con un primer gol azulgrana que luego ha supuesto la victoria. El Alcoraz ha sido casi un seguro de victoria y ha dado los tres puntos ante Deportivo, Sporting, Girona, Málaga, Elche, Oviedo y Ponferradina. Tan solo en una ocasión el equipo tuvo que reaccionar a un gol rival, en el caso del Racing de Santander. Cejudo marcó el 0-1 en la segunda parte e Ivi, en el último minuto, igualó. No fue una remontada pero al menos se igualó un partido que estaba perdido. Y a eso hay que sumar las dos derrotas, Albacete y Rayo, en las que el rival se adelantó y ya no hubo mucho que hacer, más injusto en todo caso en el caso de los albaceteños, en un partido que el Huesca mereció más.

Y fuera de casa, la misma historia. Cuando el equipo local ha marcado primero, se acabó la historia. Almería, Numancia o Cádiz son ejemplos de ello. En otros partidos el Huesca ha marcado después de ese tanto inicial en contra, pero no ha sido suficiente. Los dos ejemplos más claros son Lugo y Fuenlabrada.

En Lugo los azulgranas empataron tras un 2-0 en contra, pero al final los gallegos hicieron el tercero y el partido terminó 3-2. Parecida historia la del partido con los fuenlabreños, con dos tantos de Cristo que al final no sirvieron para mucho, solo para acortar distancias en dos ocasiones, del 2-0 al 2-1 y del 3-1 al 3-2.

Y como decimos, también fuera de casa, cuando el Huesca ha marcado primero al final se ha llevado la victoria, una historia que se ha repetido en Las Palmas, Almendralejo o Alcorcón, las tres victorias como visitante que ha cosechado el equipo de Michel.

Solo en un partido ni se ha adelantado el Huesca ni se le ha adelantado el rival, en el empate sin goles cosechado en Tenerife.