El VAR llegó con el partido entre el Huesca y el Mirandés empezado

MIRANDA DE EBRO.- Cerca de doscientos aficionados oscenses estuvieron en las gradas del estadio de Anduva y, pese a su destacado papel en la grada, no pudieron celebrar la victoria... ni un empate.

Pese a la derrota del Huesca ante el Mirandés, la hinchada azulgrana despidió con aplausos a sus jugadores, que se acercaron a la Tribuna Norte de la grada a pedir perdón a su afición.

La comunión equipo-afición sigue intacta pese a los dos últimos partidos y los oscenses no cesaron en su ánimo durante el choque que acabó con fiesta rojilla. Porque una vez finalizado el encuentro (bueno, ya en los últimos minutos), los cerca de tres mil seguidores del equipo local celebraron por todo lo alto un resultado que les deja con 25 puntos, la mitad de lo necesario para la salvación, y les mantiene cerca de los puestos de play off. Además, a cuatro puntos de su rival de ayer.

Porque el Huesca ha desaprovechado estas dos últimas semanas la oportunidad de distanciar a algunos rivales y se ha quedado en ese amplio grupo de la zona media alta de la clasificación, con muchos contendientes separados por muy pocos puntos.

La curiosidad del encuentro de este sábado estuvo en lo que pasó con el VAR. Y es que en los primeros minutos directamente no hubo. El camión que debía llevarlo a Anduva tuvo un incidente por la mañana y la Federación mandó otro desde Madrid, que llegó con el partido iniciado.

Mientras tanto, el cuarto árbitro estuvo en contacto con la Sala VOR por teléfono, por si se daba alguna jugada polémica. Finalmente, durante los noventa minutos se revisaron un par de jugadas, pero el VAR no corrigió nada.

Este domingo el Huesca descansa y este lunes reanuda los entrenamientos para afrontar su última semana de competición del año, con la Copa en Laredo y el derbi aragonés ante el Zaragoza, un duelo entre dos equipos ahora mismo aspirantes a todo.