El Huesca apunta a Rafa Mir para el ataque

HUESCA.- El joven delantero murciano Rafa Mir es el primer objetivo del Huesca para completar el ataque en el recién abierto mercado de invierno. El jugador, que ya estuvo en el punto de mira de los azulgranas el pasado verano antes de que cristalizase el fichaje de Okazaki, pertenece al Wolverhampton inglés, que pagó en enero de 2018 un traspaso de 2 millones de euros al Valencia y que lo cedió a Las Palmas en la campaña 18-19, donde marcó 7 golese n 30 partidos, además de ser uno de los integrantes de la selección sub-21 de Luis de Lafuente que conquistó el título de la Eurocopa el pasado verano.

En la actual temporada está jugando cedido en el Nottingham, de la Segunda División británica, donde su participación está siendo escasa (once partidos y un par de titularidades). Por él llueven ofertas de diferentes ligas europeas (además de la propia Inglaterra, aparecen en el mapa equipos de Holanda, Rusia o Turquía”, si bien su interés por volver a España le convierte en objeto de deseo de numerosos equipos. El Huesca y su techo salarial, reforzado tras la salida de Musto, le dejan bien situado ante otras propuestas económicas como la del propio Real Zaragoza, que también lo pretende.

Con sus 190 centímetros de estatura, Rafa Mir cumple con las características que está buscando el Huesca en el mercado como complemento a Okazaki, Cristo y Dani Escriche. Delantero grande y efectivo ante las porterías rivales y, como se ha dicho en alguna ocasión, tiene “el gol del 9 y el desborde y las asistencias del 7”. Un futbolista rápido, explosivo en carrera con espacios y potente en los duelos individuales.

Rechazó ir al Villarreal para ir a La Masía, donde metió muchos goles pero fue descartado por el Barcelona en su etapa cadete y pasó al Murcia, donde volvió a exhibir su olfato. El Valencia lo incorporó en el año 2012 y estuvo seis temporadas a caballo entre el Valencia Mestalla, en Segunda B, y el Valencia, donde apenas tuvo presencia. En el filial valencianista sí que tuvo un papel más que notable siendo su mejor campaña la 17-18, con una vuelta explosiva en la que marcó 15 goles en 19 partidos que fue la que le impulsó a fichar por el Wolverhampton, dirigido entonces por el portugués Nuno Espirito Santo, que ya lo había tenido en el Valencia y que le hizo debutar en Primera (de forma testimonial se podría decir) y también en la Liga de Campeones, ante el Zenit de San Petesburgo.