SD Huesca

PONFERRADINA-HUESCA

¡Buff!

OPINIÓN

¡Buff!
¡Buff!

EL TÍTULO es un ventajismo. Interpretable universalmente. Pensaba hablar de los estados de ánimo que nunca han sido exultantes esta temporada (derbi aparte), de la necesidad de reflexión, de la imprescindible reacción a través de estímulos nuevos, de nuestra mandíbula de cristal, de la actitud de los jugadores, del entrenador en el filo de la navaja… Los guasap no paraban ni contribuían a la serenidad requerida. Gruesos, muy gruesos. Es bueno tomar una cierta distancia para no incurrir en el error de pronunciarse desde el reptiliano y demorar esta columna hasta que el espíritu quedara definitivamente en el remanso de la racionalidad.

En estas, llegó el postrer mensaje de la persona que considero mejor dotada para diseccionar todo lo relacionado con el fútbol. Sí, pueden especular. Quizás acierten. Quizás no. Se quedarán, amigos lectores, con la duda. No es lo sustantivo. Y, tras exponer la imagen desoladora y la necesidad de dar "un puñetazo encima de la mesa" –seguro que la "petonina" está en marcha-, concluía: "Pero esto es fútbol. Igual en dos semanas… Todos héroes y ningún villano". Palabra de…

Es curioso. Cinco partidos sin perder y, sin embargo, la frialdad y el escepticismo fueron el preludio del despropósito de ayer. Fueron crueles los empates. Quizás Míchel no ha dado con la tecla. Quizás los jugadores no contribuyen. Por cierto, no quiero en nuestro Huesca al goleador iniciático de ayer, no por sus talentos sino por su contrastada falta de compromiso aquí, que pronto será allá. Quizás el ambiente está enrarecido en la temporada más crítica de la historia del Huesca, más dada a las incertidumbres que a las certezas en el tobogán de las sensaciones.

Es probable que lo más cómodo sea alinearse con las posturas más extremas, exigir el cese y criticar por no haber fichado el viernes a medio mercado. Pero es que, en la época de los populismos, lo más honrado intelectualmente y lo más responsable es asumir una actitud más sosegada, analizar y, claro, después actuar. Presumo que habrá palabras de brocha gorda y fina esta semana. Y que Gerona definirá el futuro de Míchel, que no del Huesca. Yo, por fidelidad, prefiero que el viaje no sea postrero, sino propicio.