El socio número 1 del Huesca, Paco Solano, celebra su 87 cumpleaños

HUESCA.- Paco Solano, el socio número 1 de la SD Huesca, ha sopla ha soplado este jueves las velas de su 87 cumpleaños. El club azulgrana, del que formó parte en su fundación en 1960, le ha hecho una cariñosa felicitación a través de su página web y redes sociales.

Aunque vive solo, desde que enviudó hace seis años, sus cinco hijos van turnándose para atenderle de forma puntual y que no salga de su domicilio. Este jueves comieron con él Eloy y Cristina. Pero el resto de la familia, cinco hijos y diez nietos en total, fue sumándose por videollamadas para cantarle el cumpleaños feliz. Tampoco faltó un emocionado y cariñoso mensaje de Mikel Rico.

Sin duda, un aniversario diferente porque siempre lo celebraba con el "ejército" familiar en una pequeña finca que tiene en las afueras de la capital. El año pasado, sin ir más lejos, recibió un hermoso regalo de su sobrino Carlos Garcés, traumatólogo jubilado y artesano, residente en Cantabria, donde llegó desde Torre Mendoza, que le hizo a mano un corazón tallado en madera con el escudo del Huesca.

Nació en 1933 y su pasión por el Huesca se la transmitió su padre, pasada la guerra, cuando lo llevaba a ver a la Unión Deportiva Huesca a Villa Isabel primero, donde se colaba por una acequia, y después a San Jorge.

junto con Patricio Funes, se habían reunido en el Bar Flor hace ahora 60 años (el pasado domingo 29 de marzo se cumplieron las bodas de diamante) para dar forma a la recuperación del fútbol en la ciudad y fundar la Sociedad Deportiva Huesca. Tiene vagos recuerdos de aquello, pero su nombre figura en el acta fundacional de la institución. “He vivido con el Huesca muchas cosas, pero siempe han prevalecido las buenas. Ser el socio número 1 es un orgullo una satisfacción”, comentó a este periódico.

“Tenía 8 años cuando me hice socio, pero ya llevaba dos o tres años viendo al Huesca. Cuando en 1960 se hizo la Sociedad Deportiva, me comprometí para ayudar y siempre lo he hecho. Colaboré en las gestiones para conseguir dinero. Fueron años duros, pero el resultado fue una gran satisfacción por lo que logramos”, relata.

Pero nunca ha dejado de ser socio. Ni él, ni sus cinco hijos. Paco tiene su asiento en Tribuna y el resto de la familia está repartida en otras zonas de General y Preferencia. Y también la decena de nietos que se han ido incorporando a la masa social, algunos en “lista de espera” al estar las plazas agotadas. Y los sobrinos también forman parte de esta extensa comitiva familiar que han tenido en el padre, abuelo y tío el mejor guía para vivir la pasión del Huesca desde la raíz. “Y conste que no obligo a nadie. Mi satisfacción es que todos son socios porque quieren al Huesca”, apostilla.

“Lo de ahora es desconocido. Meter a más de 7.000 aficionados en el campo es mucha tela. Sobre todo cuando has visto los muchos golpes que ha recibido el club en su historia. El Huesca actual está bien organizado y solo espero que no haya ningún atropello. El campo ha quedado estupendo, es de los mejores de España, se ha hecho un gran esfuerzo”.

Es por ello que anhela ver al equipo de nuevo “en Primera División”, un sueño imposible que se hizo realidad. Y aunque de forma regular no puede acudir al estadio, no se pierde un partido gracias a la tele. Ayer, al soplar esos 87 años, su deseo fue sencillo: “Vivir los 100 años”, dijo, para afirmar “que le vayan las cosas bien al Huesca, yo siempre seré del mismo”.

Su hijo Eloy recordaba ese sentimiento que les había transmitido su padre. “Nos llevaba a los desplazamientos, recuerdo los de Guadalajara y San Andrés, lo mismo cuando nació la Segunda B, luego en Segunda A pensábanos que el Huesca había llegado a lo máximo. Y cuando la explosión de Primera, fue espectacular para Huesca y toda la provincia. Es la importancia que tiene el fútbol en nuestra sociedad y debemos saber explotar estas ventajas que tenemos”.