Con el ejemplo de la permanencia en El Sadar de hace cuatro años

HUESCA.- El Huesca solo ha ganado en una de sus siete visitas a Osasuna en competición oficial, pero esa única vez es de un grato recuerdo para los oscenses. Fue en la penúltima jornada de la temporada 15/16, en la que el Huesca había regresado a Segunda División. Un triunfo por 2-3 aquel 29 de mayo de 2016 sirvió para atar la permanencia en la categoría con un partido por disputarse.

Fue una campaña en la que el Huesca volvía a Segunda tras dos años en Segunda B. Los azulgranas sufrieron, incluso hubo cambio en el banquillo (de Tevenet, el artífice del ascenso, a Anquela, quien también haría historia en el club), pero un final de temporada casi perfecto, con cuatro victorias y un empate en las últimas once jornadas, sirvió para asegurar la salvación.

Pese a que el inicio en aquel duelo de El Sadar no fue el mejor, con el gol de Miguel de las Cuevas en los primeros minutos, Luis Fernández transformó de manera magistral una falta que había dejado a Osasuna con diez y Nagore dio la vuelta al marcador antes del descanso. En la segunda parte empató Mikel Merino, pero en el minuto 87, Luis Fernández dio el triunfo al Huesca, que selló así su permanencia. Esa temporada, además, Osasuna acabó ascendiendo en el play off, en el que ganó sus cuatro partidos.

Dos temporadas después, de nuevo en Segunda, Gonzalo Melero rescató un punto para el Huesca (1-1) en su última visita a El Sadar. Antes, entre Copa del Rey y Tercera División, los azulgranas llevaban un empate y cuatro derrotas en Pamplona en las décadas de los 60 y 70.