COLABORACIÓN
La misma historia de siempre
En la selva no siempre sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta. Y nosotros, evidentemente, ni somos los más fuertes ni hemos sido los que mejor nos hemos adaptado. A este Huesca cada día le cuesta más esconder sus carencias y potenciar sus virtudes. Y en esta selva que es la Primera División, todos saben ya cuándo nos pueden hacer daño. Y eso empieza a ser muy peligroso.
Sí, hablo de esconder carencias y no de corregirlas; pienso así después de ver las 15 primeras jornadas en las que el equipo sigue siendo casi el mismo que inició la liga. Y, aún diría más, creo que a día de hoy hacemos peor lo que mejor se nos daba. Algo normal porque los equipos suelen crecer a partir de las victorias, y este Huesca (casi) nunca gana.
El martes volvieron a repetirse los errores de la jornada 1, y eso es quizá lo más preocupante. No voy a volver a citar uno por uno los problemas que tiene este equipo de Míchel porque, como acabo de decir, son los mismos desde la primera semana y, a estas alturas, todos tenemos claros cuáles son. Aunque sí me detendré en uno: el balón parado.
El otro día leí que el 65 % de los goles en Primera División son en jugadas de estrategia. Así que el Huesca, a la hora de encajar, esta más o menos en la media o incluso por debajo de esta (ha recibido 11 de los 23 goles en contra de esta forma). Pero, ¿sabéis cuantos hemos marcado a balón parado? Tan solo tres: Siovas en Valencia, Sandro contra el Valladolid y Ontiveros, de penalti, este pasado martes. Un bagaje paupérrimo teniendo en cuenta, por otro lado, que frente al Levante sacamos 10 córners -por 3 tan sólo de los granotas- y no es que no hiciéramos gol, es que no metimos ni miedo.
Pero volviendo a la selva de la élite de nuestro fútbol, en ella no solo hay leones, a los que por mucho que uno quiera, es difícil hacerles daño. El problema es que tampoco somos capaces de hacérselo a contrincantes de nuestro tamaño. El bagaje contra rivales de nuestra liga es muy preocupante: se ha perdido contra el Cádiz, Eibar y Athletic; hemos empatado con el Elche, Valladolid, Osasuna y Levante; y tan solo hemos ganado al Alavés en el Alcoraz. Es decir, 7 puntos sumados de 27 posibles. Unos guarismos que no dan ni para salvarte ni para llegar con opciones en el tramo final.
Y, llegados a este punto, ¿cuál es la solución? La primera está clara: hay que acudir al mercado invernal e intentar acertar con los refuerzos. Y digo intentar porque es mucho más difícil acertar ahora que en verano. Pero antes toca ir a Vigo y recibir al Barça, y ya os anticipo que vamos a ver un Huesca similar al que hemos visto hasta ahora. Al que, para sacar algo positivo, como ya he dicho al principio, o escondemos las carencias y potenciamos las virtudes o acabaremos contando la misma historia de siempre.