SD Huesca

la opinión de nacho alastruey

Intangibles

Hay que pensar más en el punto que se sumó, tras el empate de Eíbar, que en los tres que pudieron ser

Javi Galan of SD Huesca celebrates a goal during La Liga football match played between SD Huesca and Real Madrid at El Alcoraz stadium on February 06, 2021 in Huesca, Spain...AFP7 ..06/02/2021 ONLY FOR USE IN SPAIN[[[EP]]]
Jugadores de la SD Huesca.
E.P.

“Hasta que no veas pasar al obispo, no ha terminado la procesión” me decía mi tío Antonio entre carcajadas tras una de esas épicas remontadas guiñoteras desde las treintaypocas malas que habitualmente incluyen cantes varios, implacables golpes en la mesa y sentimientos de desolación de quienes, equivocadamente, dieron la partida por ganada.

Podría enfocar la reflexión de hoy hacia el lamento por lo que pudo ser de haber ganado en Eibar pero me niego en redondo. Creo que esta vez hay que pensar más en el punto que se sumó que en los tres que pudieron ser. Y es que, no nos engañemos, el de Ipurúa no fue uno de esos empates en los que, por merecimientos, has estado más cerca de ganar que de perder.

En ese punto reside, en mi opinión, lo esperanzador del partido del sábado: si bien es verdad que durante dos minutos pudimos tocar la zona de permanencia con la punta de los dedos, lo más relevante estuvo en lo intangible. El Huesca, aun estando a merced del Eibar buena parte del envite, transmitió en todo momento (y sobre todo en el último cuarto de partido) la sensación de que podía ganar y eso, en un equipo con sólo tres triunfos en su haber y un rosario de calamidades acumuladas en forma de puntos voladores, es muchísimo.

Todavía guardo la captura que hice a la clasificación cuando el Huesca se puso por primera vez como líder de Segunda jugando contra Reus en la temporada 2017/18. Un postrero gol de los tarraconenses mandó a paseo el liderato y desactualizó la captura de marras pocos minutos después. Este sábado, en plena emoción y con la piel de gallina ante lo que significaba una posible victoria en el feudo eibarrés, ni se me pasó por la cabeza mirar la tabla. Y es que lo del sábado no fue más que un breve aperitivo de lo que nos espera al final de temporada en caso de lograr la permanencia.

En cualquier caso, volvamos al presente sin divagar demasiado y centrémonos en las vueltas contra el Celta de Vigo. No es cuestión de anticipar sino de permanecer bien atentos puesto que hasta que no pase, con su mitra episcopal, la jornada 38 no podremos dar por terminada esta apasionante procesión.