SD Huesca

FÚTBOL / SEGUNDA DIVISIÓN

El Huesca tiene “pasta” en juego

LaLiga premia cada puesto de la clasificación, de ahí el objetivo de ganar los 4 partidos

Si el Huesca gana sus cuatro partidos tendría una inyección mayor que sumar a los ingresos que le corresponderán de LaLiga la temporada que viene.
Si el Huesca gana sus cuatro partidos tendría una inyección mayor que sumar a los ingresos que le corresponderán de LaLiga la temporada que viene.
LOF

Eso de que “no hay nada en juego” serviría para quien la clasificación no tiene premio. Haber quedado en tierra de nadie, como es el caso del Huesca, tiene su “trampa” porque, en efecto, desde siempre LaLiga premia los méritos deportivos en función a las posiciones finales de la tabla clasificatoria.

Así que a falta de cuatro jornadas y con 12 puntos en juego, cada uno de ellos tiene su importancia porque vale 50.000 euros. LaLiga fija diferentes baremos. Inalcanzable el playoff (del tercero al sexto clasificado), matemáticamente es posible todavía alcanzar a la Ponferradina (60) y a Las Palmas (58), aunque virtualmente se puede dar por descartado.

De este modo, al equipo de Xisco Muñoz le queda como opción más real superar a quienes tiene por delante y con escasa diferencia de puntuación, el noveno y décimo clasificado, Cartagena (52 puntos) e Ibiza (51), además del Burgos, que con 50 puntos tiene los mismos que el Huesca y es undécimo. Tanto Ibiza como Burgos tienen el golaverage particular ganado a los oscenses.

En esa horquilla entre el 7º y el 10º el premio mayor al mérito deportivo es de 450.000 euros. Y cada puesto supone 150.000 euros. Si el Huesca gana sus cuatro partidos y es capaz de hacerse con la novena plaza (sería lo más razonable dada la diferencia con séptimo y octavo), tendría una inyección mayor que sumar a los ingresos que le corresponderán de LaLiga la temporada que viene. Bastante menor será si el Huesca queda por debajo de ese décimo puesto, donde se pierde un tercio de la horquilla anteriormente indicada y que se fija en 150.000 euros.

Dicho de otro modo, que sí que hay “algo” en juego. Si nos atenemos a las declaraciones de los jugadores esta semana, cabe pensar que estarán bien aleccionados para incidir en el objetivo de “ganar los cuatro partidos”. No solo por dejar buen sabor de boca, por orgullo y por dejar contenta a una afición decepcionada. También por el “extra” implica la clasificación de cara a la próxima temporada.

Un presupuesto que puede bajar en 10 millones

Entre otras razones de menor importancia porque el Huesca se enfrenta la próxima campaña a un presupuesto en el que habrá que apretarse el cinturón hasta el último agujero.

De entrada, el club azulgrana ya no dispondrá de la ayuda al descenso (que esta temporada fue de casi siete millones) y también serán menores los ingresos por los derechos audiovisuales.

Estamos hablando, entre pitos y flautas, de una reducción presupuestaria en torno a los diez millones de euros. Para un club como el Huesca no es moco de pavo.

En estos momentos se están ya elaborando las previsiones que deben remitirse a LaLiga para empezar a trabajar con bases sólidas el proyecto del curso 22-23.

Esto afectará no solo a la composición de la plantilla, con muchos jugadores con contrato en vigor y cesiones, sino también a la estructura del club. De hecho, ya se dice de puertas adentro que “nos vamos a tener que ajustar todos”.

Aún con todo, el Huesca quiere presentar batalla con un equipo competitivo y también existe el convencimiento de que se está en disposición de acometer el reto. Pero como lo primero es lo primero, y aún con pasos y negociaciones avanzadas, hay que hacer análisis de lo sucedido -un fiasco en toda regla- y cumplir la penitencia que deja el resultado del ejercicio.