SD Huesca

FÚTBOL - SEGUNDA DIVISIÓN

Ganar para que no decaiga la confianza en Ziganda

El Huesca no ha firmado aún su peor inicio, que fue en la 11/12 con un punto

Ziganda en uno de los entrenamientos de la SD Huesca.
Ziganda en uno de los entrenamientos de la SD Huesca.
D.A.

La SD Huesca se encuentra viviendo un inicio de temporada muy convulso, tanto por resultados como por sensaciones tras haber disputado las cinco primeras jornadas de liga y no haber logrado ninguna victoria hasta ahora. Eso le ha llevado a estar penúltimo en la clasificación, tan solo por delante del Eibar. Sin embargo, esto no es cómo empieza sino cómo acaba, fiel reflejo de lo que ha sido el conjunto azulgrana en ocasiones anteriores con desenlaces muy distintos e inesperados tras algunos de sus comienzos.

Teniendo en cuenta la estadísticas, el actual inicio de liga de esta SD Huesca –con Ziganda a los mandos por segunda temporada consecutiva- no ha sido el peor de su historia en Segunda División. Y es que si se echa la vista atrás, el peor comienzo del conjunto azulgrana en la división de plata lo realizó en la temporada 2011/2012, con tan solo un punto en cinco fechas y encadenando cuatro derrotas consecutivas.

Antes, durante la 2010/2011, el equipo entrenado por Onésimo por aquel entonces sumó dos puntos de los primeros quince posibles y fueron en las dos primeras jornadas ligueras. Tuvo que esperar hasta la jornada 7 para estrenar su casillero de victorias, pues también encadenó cuatro derrotas seguidas. Sin embargo, el conjunto azulgrana acabó logrando la permanencia en los dos cursos mencionados con anterioridad. Eso sí, en la 11/12 con cambio de entrenador tras la sexta jornada, llegando Quique Hernández en lugar de Ángel Royo.

Por otro lado, la campaña 2012/2013 es el claro ejemplo de las vueltas que puede dar una competición tan larga como la Segunda División, y es que en ella el Huesca firmó su segundo mejor comienzo de liga realizado hasta ahora. Los de Antonio Calderón -cesado tras la jornada 17- sumaron ocho puntos de quince y se colocaron a las puertas de los puestos de play off, pero terminó siendo un espejismo pues los azulgranas firmaron finalmente su peor temporada en el fútbol profesional. El Huesca tuvo hasta tres entrenadores (Calderón, Royo y D’Alessandro) para acabar finalmente en penúltima posición, regresando así a Segunda B.

Cabe decir también que en la 15/16, con tres puntos al igual que en la campaña actual, el conjunto azulgrana consiguió la permanencia en el año de su regreso a la división de plata del fútbol español. Anquela sustituyó a Tevenet en el banquillo tras 15 jornadas, en una campaña que tuvo sus altibajos pero que acabó con el objetivo cumplido.

Plena confianza en Ziganda, por el momento

Son varias las circunstancias que condicionan de manera distinta cada proyecto, y en ella muchas veces intervienen tanto los resultados como las sensaciones, elemento que, en el fútbol, suele ser decisivo para que se tomen medidas drásticas tras comienzos o rachas más convulsas de lo esperado.

En el caso de Ziganda, no es ningún secreto que su equipo ha ido a menos desde la segunda mitad de la pasada temporada hasta ahora. Un hecho que acabó con el Huesca sufriendo hasta el final para sellar de manera matemática la permanencia. Y tras un verano de numerosos cambios, con un gran número de entradas y salidas, el nerviosismo parece haber sido un claro enemigo del equipo en este comienzo.

El técnico navarro, por ahora, cuenta con la confianza de la directiva a pesar del mal arranque, pero como él mismo dijo tras la derrota ante el Leganés, “esto va de resultados”. Con muchas piezas del equipo todavía por encajar y, sobre todo, con una plantilla realmente realizada a su semejanza, no parece que su etapa en el Huesca esté próxima a llegar a su fin, aunque ganar al Villarreal B el próximo sábado va a resultar fundamental para que la confianza no siga decayendo en un club que, como todo el mundo sabe, no pasa por su mejor momento institucional, económico y deportivo.

La Segunda División española es tan larga que todavía quedan 37 jornadas por delante para poder revertir la compleja situación actual, pero para ello solo le basta ganar al equipo de Ziganda, algo que hasta ahora se ha resistido y que no debe alargarse mucho más en el tiempo por el bien de la entidad.