El Huesca cae con orgullo contra el Espanyol en su histórico debut en la Copa de la Reina (0-1)

La SD Huesca Femenino ha caído con orgullo en su histórico estreno en la Copa de la Reina, ante un Espanyol que finalmente se llevó la victoria por 0-1, gracias al tanto de María Lara en el minuto 84. Las azulgranas gozaron de un penalti en el minuto 77 que podría haber cambiado el transcurso del choque, aunque la meta españolista acabó parándoselo a Sanjuán. Un resultado que para nada empaña la imagen brindada por las de Verónica Rodríguez, que demostraron ser un equipo competitivo ante un rival de superior categoría.

Estreno de la SD Huesca Fem en la Copa de la Reina

De menos a más, la SD Huesca mostró una muy buena imagen durante los primeros 45 minutos del encuentro en El Alcoraz. Y es que fueron muy pocos los tramos en los que el Espanyol fue capaz de demostrar que era un rival de superior categoría, gracias en parte al buen hacer de las de Verónica Rodríguez.

Es cierto que el conjunto perico empezó con un ritmo y una intensidad mucho más altas que las locales, aunque no les sirvió para ponerse por delante. Nuria Rodríguez mostró templanza en varias ocasiones para evitar el tanto visitante, algo que le dio mucho impulso y confianza al resto de sus compañeras desde el minuto diez en adelante.

No dejó de plantarle cara en ningún momento, conscientes también de que cualquier erro podía ser decisivo ante un Espanyol que buscó balones al espacio y a la espalda de la defensa azulgrana. María Lara, junto a Daniela Caracas y Ana Hernández se convirtieron en un constante quebradero de cabeza para el Huesca, aunque sin capacidad para poner en apuros reales al conjunto azulgrana.

Con el paso de los minutos, las jugadoras de Verónica Rodríguez empezaron a crecer junto al apoyo del cerca del millar de aficionados que estuvieron en El Alcoraz. Pasado el minuto 25, el partido se igualó de manera considerable, con el buen hacer y la buena colocación de Laura Royo, Moe, Marta Belio y Vanesa Ramírez en el centro del campo.

El reciente y último fichaje azulgrana, Moe, tuvo la ocasión más clara de las de Verónica una vez llegados al minuto 30. La centrocampista japonesa probó desde cerca de la frontal del área para sorprender a Romane Salvador, aunque el balón se fue demasiado alto y sin peligro para la portera.

El tiempo seguía consumiéndose y el Huesca no le perdió la cara al choque en ningún momento, incomodando y recuperando numerosos balones en el centro del campo que les permitieron hacer daño entre líneas a la defensa perica. Así estuvo a punto de llegar el primer tanto de las botas de Sanjuán, quien escorada y dentro del área se sacó un poderoso disparo que terminó también yéndose por encima de la portería perica.

De tú a tú

El Huesca trianguló bien, aprovechó los espacios del rival y empezó a llegar con mucha más facilidad a tres cuartos de campo rival, pero escaseó en los metros finales para lograr una ocasión verdaderamente peligrosa. Aun así, las azulgranas acabaron la primera mitad poniendo contra las cuerdas al Espanyol, con unas tablas en el marcador que solo podían darle fuerza a las azulgranas tras una muy buena primera parte.

Todo cambió tras la salida de vestuarios. El Espanyol acribilló a las azulgranas con balones colgados y centros peligrosos en los primeros minutos, ante los cuales las de Verónica solo pudieron achicar agua

Las chicas de Adrián González pusieron una marcha más al encuentro, superando en todas las facetas del juego a las azulgranas, y así como María Lara estuvo a punto de hacer el primer tanto en El Alcoraz. No había forma de parar las embestidas del Espanyol, que a través de Caracas por la banda derecha dio un balón a placer a la atacante perica para rematar absolutamente sola dentro del área. El Huesca se libró tras marcharse desviado, pero estuvo muy cerca.

A pesar de ello, aguantó el tirón de aquellos primeros 20 minutos de la segunda mitad. Con sus limitaciones no le perdieron nunca la cara al encuentro y trataron de aprovechar el más mínimo error de las pericas para dar la sorpresa ante el dominio visitante.

Los golpes y ocasiones se sucedieron entre ambos equipos en busca de la victoria. El Espanyol apretaba, pero el Huesca de Verónica Rodríguez estuvo a punto de adelantarse tras una gran jugada por banda que Laura Royo no pudo materializar prácticamente en el área pequeña. En el constante toma y daca, el Espanyol quiso bajar los ánimos de manera inmediata con un mano a mano que Andrea Cano acabó tirando al lateral de la portería azulgrana para suerte de las locales y de los aficionados.

Un penalti que lo pudo cambiar todo

En el 77’, tras una ocasión clarísima para el Espanyol, el Huesca no pudo tener mejor ocasión para llevarse la eliminatoria. En un contragolpe que acabó con superioridad numérica azulgrana, un dos contra uno, Laura Palomino provocó un penalti que pudo ser decisivo para las locales. Sin embargo, Romane fue la protagonista al hacerse grande entre los palos y pararle la pena máxima a Sanjuán. Ahí la tuvo el Huesca.

Todas las ocasiones que no se vieron en los primeros 60 minutos se concentraron en los últimos 15, en los que cualquiera pudo ganar. Sin embargo, y por desgracia para el Huesca, el Espanyol hizo el mayor de los daños posibles en el 84. Tras un balón al hueco, María Lara batió a Nuria Rodríguez con un disparo casi desde el borde del área y cruzado al palo largo, imposible para ella.

Las azulgranas lo intentaron hasta el final, aunque no fue posible fragmentar la red defensiva del conjunto perico en el tramo final del choque. Todo lo contrario, pues ahí fue cuando encontró la comodidad, la confianza y la seguridad para amarrar el resultado para pasar de ronda.

El Huesca no pudo finalmente con un Espanyol que se llevó la victoria en los últimos cinco minutos del encuentro. Sin embargo, y a pesar del penalti fallado, la imagen mostrada por las azulgranas sabe a una victoria incontestable, que además han salido del campo ovacionadas por los presentes en El Alcoraz. Se acaba así la aventura de la Copa de la Reina para el Huesca, con un resultado que deja un sabor agridulce pero con un papel más que digno y claro representativo de lo que significa ‘no reblar’.