Ziganda: "La afición espera que le demos algo"

"La afición espera que le demos algo: goles, ocasiones...", dice el técnico del Huesca, Cuco Ziganda,  sobre el encuentro de este viernes con el Villarreal B. Pero llama a ser "racionales" y avisa de que no puedes "guiarte por el sentimiento o la ansiedad" porque los resultados no hayan acompañado. No ve una situación dramática.

"Tenemos que agarrarnos a que hay tiempo, margen y mimbres", dice y quiere mostrarle a los aficionados "pasos adelante y que podemos ser fiables como lo fuimos la temporada pasada". También está convencido de que la afición azugrana "sustentará" al equipo y le empujará cuando le note sufrir y añade que esa "es la ventaja de jugar en casa. Necesitamos y agradecemos" el apoyo, declara y recuerda que en otros campos han notado como las aficiones aprietan y "aquí no va a ser menos".

Ziganda no cree que ganar sea cuestión de ser más ofensivo, sino de "hacer mejor las cosas". Y apunta que la semana pasada en Leganés el equipo no consiguió llegar en el principio con más jugadores de ataque y estuvo mejor y generó más cuando metió a un medio por un delantero. Por ello, considera más importate "interpretar bien" las situaciones. "Hay que hacer muchos cosas bien y ser consistente con balón y sin balón y no conceder a los contrarios", afirma. Y cree que han estrellado varios balones en los palos y que llegará un momento en que entren.

Respecto a la situación, el técnico cree que no puede considerarse el momento dramático. "Dramáticos pueden ser los partidos al final de temporada, cuando tienes que ganar tres de cuatro o 15 de 20 puntos". Ahora mismo en el Huesca la situación "no es buena", pero considera que el partido del sábado "no es una final" porque no se pueden jugar finales desde septiembre. En ese sentido cometa que no sirve "agarrarte a la ansiedad y los nervios".

Y subraya que "la solución pasa por ganar porque da confianza" y pone como ejemplo los momentos en los que el equipo ha recibido un gol, en los que ha cambiado la disposición. 

Necesitan "estar más cómodos", pero recuerda que "en Segunda nadie juega como el City. Las diferencias son mínimas, un penalti, un larguero. Hay que conceder poco y estar firmes los 90 minutos". Y por ese lado, alerta sobre cuestiones como que "una falta a favor no se convierta en una contra del rival" o las precipitaciones.

Ziganda agradece que la directiva haya mandado un mensaje de tranquilidad, pero también señalaba que "la situación individual del entrenador no sé como es" y señalaba que en el fútbol siempre hay "pasión, dramatismo o alegría cuando ganas" y es algo con lo que conviven. Reconoce que no están en el mejor momento, pero "no sirve ponerse nervioso". Y él se siente bien. "El entrenador tiene que estar bien", dice y le gustaría ganar, pero reconoce dificultades. Pero también ve que "el equipo quiere" y que está "unido" y ello le debe servir para "hacer lo que sabe".

Respecto a los últimos jugadores llegados, señala que se integran "poco a poco" e irán entrando "conforme puedan aportar". Cree que todo el grupo debe salir beneficiado de contar con más efectivos, pero también señala que no pueden estar igual los recién llegados que los que llevan cuarenta entrenamientos con el grupo. En ese sentido comenta que le gustaría que Kento tuviera minutos el sábado para ir cogiendo ritmo y porque es un jugador "de los que no tenemos muchos".

También se alegra de recuperar a Jorge Pulido porque es un jugador clave y que aporta "poder y energía" al equipo, algo que le tiene que venir bien.

De cara al sábado espera que solo sea baja Rubén Pulido, mientras que el resto pueda estar disponible.

Del Villarreal B señala que es un equipo joven con "otro modelo de juego, al que no le quema la pelota y que juega muy bien". Además, cree que ha ganado experiencia desde el año pasado, es competitivo en muchos aspectos, como la estrategia o las transiciones, y resulta muy peligroso.