SD Huesca

segunda división

Miedo a la fragmentación

La SD Huesca se sitúa a cinco puntos de la zona de salvación, con una mala dinámica que ha provocado que el equipo esté muy tocado en lo psicológico

Loureiro y Josan, el pasado domingo en El Alcoraz.
Loureiro y Josan, el pasado domingo en El Alcoraz.
Laura Ayerbe

Conscientes de la situación que está viviendo la SD Huesca a lo largo de este inicio de temporada, la necesidad de dar señales de vida y de salir a flote es urgente para los azulgranas, pues lo peor que les podría pasar es que la clasificación empezase a fragmentarse considerablemente en la zona baja, justo donde se encuentra actualmente como penúltimo clasificado.

Con ocho puntos en doce jornadas, el conjunto de Antonio Hidalgo se encuentra ahora mismo algo lejos de salir de la zona de descenso, concretamente a cinco puntos de distancia respecto al Andorra -con trece en su casillero- que marca la línea de la salvación.

Hasta ahora solo hay un equipo peor que los azulgranas en cuanto a números se refiere, y es el Cartagena, que tiene tan solo seis puntos y una victoria en su haber tras doce encuentros. Y el más cercano por delante del Huesca es el recién ascendido Alcorcón, con diez puntos y vigésimo clasificado. Otro recién ascendido como el Amorebieta se encuentra en la misma tesitura, con diez puntos y un puesto por delante debido a la diferencia de goles entre ellos y el conjunto alfarero.

A partir de ahí, en la zona tranquila y más próxima a los de abajo hay un cúmulo de equipos que suman 13 puntos, que en este caso son el Andorra (18º), el Eldense (17º) y el Villarreal B (16º). Todos ellos se encuentran ahora mismo a cinco puntos de la SD Huesca, que está obligada a recortar distancias jornada tras jornada y escalar posiciones de la manera más rápida y efectiva posible.

Y aunque sea difícil ver el vaso medio lleno, la parte positiva de este hecho es que la mayoría de esos conjuntos tampoco se encuentran en su mejor momento ahora mismo. Mientras que el Villarreal B suma dos derrotas consecutivas, el Eldense lleva dos empates en las últimas jornadas y el Andorra cuatro derrotas en los últimos cinco partidos. Hechos que muestran la existencia de otras malas dinámicas en rivales muy directos y que es urgente aprovechar a corto y medio plazo.

Mermados en el aspecto psicológico

Eso sí, hasta ahora todos ellos han logrado ser más resolutivos en muchos más partidos a diferencia de un Huesca que anda muy mermado en lo psicológico. En dichas circunstancias, cualquier golpe está siendo durísimo para los azulgranas tal y como se pudo ver en el último encuentro contra el Elche en El Alcoraz, en el que los visitantes no tardaron ni cinco minutos en adelantarse y amarrar definitivamente los puntos.

No cabe duda de que es algo que también le está costando revertir a Antonio Hidalgo en sus primeras semanas en tierras oscenses, consciente cuando llegó de la dificultad que tendría levantar a un equipo que ahora mismo está inconsciente en la lona y le cuesta dar señales de vida.

Más si cabe cuando no ha encontrado portería en siete de los doce partidos que ha disputado hasta ahora, algo muy dañino para los intereses del equipo.

La posibilidad de un cambio de sistema

Por el momento, el entrenador catalán no ha variado en exceso la disposición del equipo sobre el verde, y ha mantenido muchas piezas por las que apostó Ziganda hasta su último día como entrenador del Huesca.

Hasta ahora no le ha dado los resultados esperados, pero parece que seguirá apostando por la forma de jugar que ha tratado de implementar en sus dos primeros encuentros, tal y como aseguró en la rueda de prensa tras el partido del pasado domingo.

Aún así, es pronto todavía para desconfiar del trabajo de Hidalgo, que tiene mucho trabajo por delante para acabar de implementar su idea en la plantilla azulgrana.

Eso sí, más allá de jugar con línea de tres centrales y carrileros o de dos con laterales, cualquier trayectoria ascendente y mejoría se ha asentado siempre en las victorias, algo que el Huesca no conoce desde hace cinco jornadas y que debe empezar a saborear para que tanto el entrenador como los propios jugadores crean en la posibilidad de revertir el mal comienzo de temporada.

Son muchas las jornadas que tiene por delante la SD Huesca para cumplir el objetivo de la salvación, pero para ello va a tener que sufrir mucho y más en muchos de los partidos que le restan.