Solo un triunfo en La Romareda

Hace algo menos de 15 años, una nueva e importantísima página se empezó a escribir en la historia del fútbol aragonés. Un frío 6 de diciembre de 2008, Huesca y Real Zaragoza se vieron las caras por primera vez. El escenario escogido fue La Romareda, donde de los siete derbis disputados, solo uno terminó en victoria azulgrana, tres en empate y otros tres con victoria local.

Aquella primera vez se convirtió en una auténtica fiesta del fútbol aragonés, con un ambiente difícil de igualar. Ese sábado también estaba en el banquillo Antonio Hidalgo, que por aquel entonces defendía la camiseta blanquilla. El ahora técnico de la SD Huesca ya sabe lo que es vivir un derbi aragonés, aunque entonces tuvo que esperar hasta el minuto 73 para salir al campo.

Sobre el verde, Rubén Castro fue protagonista. Transformó un penalti en el 56 y seis minutos después asistió a Vegar. Los oscenses se ponían 0-2, pero la delantera del Zaragoza, comandada por los brasileños Oliveria y Ewherton, aún tenía mucho que decir. Este último mostró su calidad para nivelar el encuentro con un chut desde la frontal y un remate a centro de Gabi. Finalmente, 2-2 con Arizmendi y Marcelino expulsados para los locales y Helguera para los visitantes.

Con la vuelta del Zaragoza a primera y el descenso del Huesca a Segunda B, Aragón tuvo que esperar siete años para ver otro derbi. En la temporada 15/16, La Romareda presenció un empate aún más loco. De nuevo, no faltaron goles, ni tampoco expulsiones: Ángel adelantó al Zaragoza en el 40 y cuatro minutos después fue expulsado por agredir a Carlos David. En la segunda parte, Fran Mérida y Figueroa voltearon el marcador en dos minutos, pero Ortuño y Diamanka volvieron a poner en ventaja a los locales, que vieron además cómo Fran Mérida fue expulsado. Cuando el Zaragoza acariciaba la victoria, Carlos David rescató un punto para el Huesca en el añadido.

En la 16/17 y 17/18, el resultado fue el mismo: primero Casado y Luego Javi Ros le dieron sendas victorias al Zaragoza por 1-0.

El enfrentamiento de la temporada posterior al primer ascenso del Huesca está grabada en la retina de los azulgranas. En la 19/20, cuando el fútbol era menos fútbol porque no tenía aficionados en las gradas, un agónico gol de Javi Galán le dio los tres puntos al Huesca en el 95. La única victoria altoaragonesa en La Romareda es, posiblemente, la más recordada por ambas aficiones por la trascendencia que tuvo en el devenir de la temporada.

Con el Huesca de vuelta otra vez de su aventura por primera, el duelo de la 21-22 trajo más expectación que fútbol. Un activo Álvaro Giménez mandó un balón al palo y provocó un penalti para el Zaragoza en el 85. De nuevo se encontró con la madera, y el partido terminó en un insípido 0-0, reflejo de lo que fue la temporada para ambos clubes.

El precedente más reciente es el doloroso 3-0 de la temporada pasada. A los 13 minutos el Zaragoza ya ganaba 2-0 gracias a Serrano y Simeone, y Vada se encargó de redondear desde el punto de penalti, ya en el descuento.

El Huesca espera que este sábado pueda ser diferente y salga vencedor otra vez de Zaragoza. A su favor, una dinámica bastante más positiva que la zaragocista y unos datos que invitan al optimismo: el Huesca es noveno en la clasificación de visitantes, mientras que el Zaragoza iría 16º como local.