SD Huesca

segunda división

Momento para la reflexión en la SD Huesca

Sin cambios en el accionariado, la llegada de patrocinios es clave para poder acudir con garantías al mercado de invierno que arranca en enero

Josete Ortas y Fernando Callizo.
Josete Ortas y Fernando Callizo.
Laura Ayerbe

La primera vuelta ha dejado en la SD Huesca un sabor agridulce, aunque más dulce que agrio en lo deportivo tras esa última victoria lograda que permite ver las cosas de otra forma antes de afrontar la segunda mitad de la temporada. No obstante, es momento para que el club azulgrana reflexione sobre lo sucedido hasta ahora, ya que debe ser consciente de que ha habido muchas decisiones erróneas y desencadenantes de una campaña que está resultando muy complicada.

La complejidad para afrontar esta temporada era más que conocida dadas las limitaciones tanto deportivas como económicas que sufre la entidad desde hace un tiempo. Los fracasos deportivos como el último descenso a Segunda División o la decepcionante temporada posterior en la que ni Nacho Ambriz ni Xisco Muñoz pudieron hacer del equipo un candidato al ascenso a Primera dejaron ver indicios evidentes de que la SD Huesca estaba perdiendo músculo deportivo y económico dentro del fútbol profesional.

Un hecho que se ha demostrado de manera clara y rotunda en estos dos últimos cursos, en los que el máximo objetivo al que ha podido aspirar es a la permanencia. Una meta que ya costó cumplir la temporada pasada, pues no se certificó hasta la penúltima jornada liguera, y que va a ser más complicado si cabe en esta.

Un momento complejo a todos los niveles

A nadie se le escapa que el Huesca no pasa por un buen momento, motivo por el que se ha visto obligado a realizar también una reestructuración interna que se espera funcione y permita hacer del club una entidad nuevamente competitiva a medio y largo plazo. Y es que se va a tratar de un factor decisivo para su futuro si se tiene en cuenta el poco margen de maniobra con el que cuenta actualmente para ser mucho más solvente.

Aún así, y teniendo en cuenta que no habrá cambios en el accionariado a corto plazo, el Huesca está obligado a reflexionar. Eso sí, primeramente en lo deportivo, donde ahora mismo tampoco se ha caracterizado por ser un equipo atractivo sobre el que realizar importantes inversiones que le vendrían como agua de mayo.

Aunque con muy poco tiempo para ello, el conjunto altoaragonés debe preguntarse en qué ha fallado para llegar a estas circunstancias al término de la primera vuelta. Y, sobre todo, buscar soluciones para una plantilla que durante gran parte del curso ha dado la sensación de ser muy limitada para mantener cierta regularidad y afrontar con opciones algunos de los duelos disputados.

En una categoría tan igualada como la Segunda División resulta más que factible sucumbir ante cualquier rival, ya sea de la zona alta o de la zona baja de la clasificación, pero al Huesca tampoco le ha resultado sencillo tener la capacidad necesaria para minimizar errores que le permitieran finalizar con un registro de puntos mucho mayor o, por lo menos, con la sensación de haber estado más cerca de ganar que de perder.

A ello hay que añadir la existencia de jugadores que no han mostrado el nivel esperado o, simplemente, no han estado a la altura de las circunstancias cuando se demandaba otro reacción por parte de ellos.

Ángel Martín González tendrá mucho trabajo que hacer durante el mercado de invierno.
Ángel Martín González tendrá mucho trabajo que hacer durante el mercado de invierno.
Laura Ayerbe

Obligados a centrarse en lo meramente deportivo

Es por ello por lo que la entidad azulgrana debe centrarse principalmente en lo deportivo. Gran parte de la viabilidad de la SD Huesca pasa por continuar formando parte del fútbol profesional al término de la presente temporada, lo cual no cabe duda de que costará sangre, sudor y lágrimas para conseguirlo. Y para ello, como manifestó Antonio Hidalgo en la rueda de prensa ofrecida tras el último partido de liga contra el Cartagena, reforzar la plantilla es prácticamente una obligación si se quiere llegar con opciones hasta el final del campeonato.

Como sucede en todos los equipos de todas las ligas, es muy probable que todo lo que aterrice en El Alcoraz no sea del agrado del aficionado, ni del propio club o cuerpo técnico en el caso de que no rindan como se espere con el paso de las jornadas, pero eso ahora mismo son meras conjeturas que sirven de poco.

La llegada de patrocinios, fundamental

La prioridad ahora mismo dentro del club tiene que ver con la entrada de nuevos patrocinios que le den la posibilidad de acudir al mercado de fichajes con posibilidades de reforzarse de la misma manera que el resto de sus rivales directos, conscientes eso sí del ajustado margen que tendrá para ello y, lógicamente, de que será imprescindible dar salida a aquellos jugadores que han contado con menos protagonismo durante las primeras 21 jornadas de la competición liguera.

El Huesca lleva trabajando en la incorporación de patrocinios desde hace mucho tiempo para llegar al mes de enero con esa posibilidad de sumar caras nuevas a la causa, y es muy probable que alguno de ellos se concrete a lo largo de la semana que viene.

Con todo lo que rodea a la entidad azulgrana actualmente, es evidente que le toca reflexionar concienzudamente durante el mes de enero.