Una meritoria puntuación con dinámica de salvación

La SD Huesca vive un buen momento desde la llegada de Antonio Hidalgo al banquillo azulgrana. Con él a los mandos, el conjunto altoaragonés ha conseguido salir de los puestos de descenso hasta el momento, pero sobre todo se ha convertido en un equipo mucho más ordenado, competitivo y capacitado para afrontar la lucha por la permanencia con las mismas o más garantías que el resto de rivales directos.

Un hecho que parecía muy lejano antes de su llegada, aunque tampoco hay que esconder que ha habido un arduo trabajo detrás para que los resultados salieran de una vez por todas. Tal ha sido el margen de mejora demostrado por el equipo que ha firmado números de media tabla desde la llegada del técnico catalán.

Se trata de un total de 21 puntos de 48 posibles, lo que se traduce en cinco victorias, seis empates y otras cinco derrotas. Números que hasta ahora, además, le han permitido abandonar la zona roja a falta todavía de otras dieciséis jornadas por disputarse en la categoría de plata.

Con mucho por decidirse todavía, tanto por arriba como por abajo, la SD Huesca ha logrado lo más difícil, que era salir de ahí abajo y demostrar tener más argumentos de los que había mostrado durante las diez primeras jornadas de liga con el Cuco Ziganda a los mandos, con quien el equipo solo sumó un triunfo.

Uno de los claros ejemplos que reflejan el crecimiento del equipo se encuentra, por extraño que parezca, en las novedades que introdujo Hidalgo ante el Eldense en el once titular. Juanjo Nieto, que no había encontrado el nivel que mostró antes de su última lesión, e Iván Martos, que parecía no contar lo más mínimo para el catalán, volvieron a partir como de titulares para sorpresa de muchos. También Obeng después de hacer el gol del triunfo ante el Alcorcón hace dos semanas y partiendo desde el banquillo.

Y cumplieron al igual que el resto, mostrando de esta forma que la suma de jugadores a la causa no ha concluido para este cuerpo técnico, que tiene claro que necesita del máximo de jugadores posibles para afrontar el tramo final de la competición con el mayor número de efectivos posible en busca de la anhelada salvación.

Preparados mentalmente para cualquier situación

Además, otra de las notas positivas que está dejando la SD Huesca a estas alturas de la competición es la tenacidad que ha mostrado para no salir perdedor de los últimos tres duelos, dos de ellos contra rivales directos como lo son el Villarreal B y el Alcorcón. Otra clara muestra de lo importante que es no perder ahora mismo para absolutamente nadie, y de lo bien que lo ha entendido el vestuario azulgrana desde que Hidalgo llegó a Huesca.

Sin olvidar que haber estado tanto tiempo en lo más bajo de la clasificación le ha permitido hacerse muy fuerte mentalmente, mostrándose además claro conocedor de la importancia que tiene cualquier partido que venga a partir de este momento.

Con un calendario que va a continuar siendo altamente exigente hasta final de curso, la dinámica del equipo resulta positiva para pelear por cumplir el objetivo de la permanencia. A falta de otros dieciséis partidos para concluir la liga, si los pupilos de Hidalgo firmasen los mismos números que han hecho hasta ahora podría decirse que el conjunto azulgrana será equipo de Segunda División el próximo curso, algo que todo aficionado desea.

No obstante, son solo meras conjeturas y todo puede cambiar en cuestión de semanas, pero lo que no es ninguna suposición es que el equipo no puede bajar el ritmo a estas alturas. Conscientes de ello tanto Hidalgo como el resto del cuerpo técnico y el vestuario, la SD Huesca tiene en sus manos el poder superar sus propios registros acumulados hasta el momento, algo que le daría mucha más tranquilidad para afrontar las últimas jornadas.

Nada de ello será fácil, por lo que descolgarse de la lucha por la permanencia no puede ser una opción ahora para los azulgranas.