SD Huesca

segunda división

El Huesca sucumbe ante el Zaragoza en el derbi aragonés (1-2)

Los de Hidalgo firmaron uno de los partidos más discretos del curso a pesar de haberse adelantado en el marcador

El Huesca debería seguir peleando por una permanencia que se antoja cara.
El Huesca debería seguir peleando por una permanencia que se antoja cara.
Laura Ayerbe

Duro tropiezo el que ha sufrido la SD Huesca esta noche en El Alcoraz, donde ha caído ante el Real Zaragoza por 1-2. Los azulgranas, a pesar de haberse adelantado en el marcador, acabaron siendo remontados tras uno de los partidos más discretos que han realizado este curso. El gol de Loureiro en el 20 fue insuficiente.

El encuentro comenzó con un ritmo elevado durante los primeros minutos, aunque sin un claro dominador que vaticinase un posible ganador por el momento. Balones en largo, pases al primer toque, intentos de transiciones rápidas… muchas acciones por parte de ambos conjuntos que no llegaron a buen puerto una vez superados los primeros diez minutos.

No obstante, quien empezó a encontrar el camino hacia el área contraria fue el Zaragoza, presionando alto y evitando cualquier salida de balón fácil para los azulgranas, algo imprecisos con el balón en los pies. Mouriño estuvo a punto de aprovecharlo en el 16, minuto en el que llegó el primer disparo a puerta.

Corrigió pronto el equipo de Hidalgo, y demostró que su equipo se había convertido en un rival complejo de predecir. Primero con un centro lateral que Elady casi engancha con la puntera, y después con el primer gol de la noche que hizo estallar a todo El Alcoraz. Como no podía ser de otra forma llegó a balón parado, tras un saque de esquina lanzado en corto por Sielva que el propio catalán acabó colgando tras un nuevo pase de Vilarrasa. En el área y tras un barullo complejo, apareció Loureiro para pegarle casi sin ángulo y superar a Badia a base de potencia y precisión. El tanto subió al marcador a pesar de una larga revisión por parte del VAR.

A raíz del tanto el Huesca supo contemporizar con el dominio del balón, y también cortando cualquier contraataque rival con cierto grado de peligro. Los de Hidalgo se crecieron por minutos a partir de una zaga y un centro del campo muy expeditivos, con un líder como Óscar Sielva que se prestó a cualquier acción defensiva. Pero todo cambió en un abrir y cerrar de ojos.

El Zaragoza, a pesar de ir por detrás en el marcador, aprovechó en el minuto 36 la única opción real que tuvo. Y fue Liso, tras un mal control de Joaquín en ataque terminó con un balón por banda derecha hacia el atacante blanquillo. Ahí, el juvenil no desaprovechó el resbalón de Loureiro y le pegó por bajo desde el interior del área para sorprender a Álvaro, que no estuvo fino en la acción.

A partir de ahí todo fue a peor en los minutos finales de la primera mitad, ya que las sensaciones negativas del conjunto azulgrana acabaron por transformarse en un penalti por un manotazo de Javi Martínez sobre Maikel Mesa. Ávalos Barrera decretó falta en primera instancia, pero el VAR -segunda vez que intervino en el partido- dictaminó finalmente que era pena máxima. Al tinerfeño no le tembló el pulso y materializó para culminar la remontada del Zaragoza justo antes del descanso.

Tras la vuelta de vestuarios el Huesca tampoco entró con la mejor de las sensaciones, y eso el Zaragoza trató de utilizarlo en su favor a través de multitud de centros que, por suerte para los locales, no llevaron a nada. La más clara que tuvo el conjunto azulgrana en los primeros diez minutos de la segunda mitad llegó por un saque de esquina que se paseó por el área rival, sin miedo alguno.

Y tal fue el desconcierto del Huesca que los de Víctor Fernández tuvieron otra clarísima, nuevamente por medio de Maikel Mesa. Esta vez sí estuvo fino Álvaro, que sacó una mano salvadora al disparo de primeras del atacante blanquillo desde la frontal del área a pase de Liso. El larguero ayudó al riojano para que no entrase el esférico.

La apatía vista sobre el verde, como no podía ser de otra forma, obligó a Hidalgo a hacer cambios y dar entrada a Obeng y Vallejo por Elady y Joaquín. Cromo por cromo que no mejoró lo mostrado hasta el momento por parte de los azulgranas, quienes llegaron a la última media hora de partido por detrás en el marcador, sin capacidad para cruzar el medio campo y con una inseguridad que le llevó a jugar casi siempre hacia atrás.

Pasaba el tiempo y el juego azulgrana era escaso, con la impotencia de no ser capaces de llevar a cabo una jugada de peligro que enganchase al partido al propio equipo y a la afición, lo que llevó poco después al técnico catalán a mover el banquillo una vez más, dando entrada a Bolívar y Mier en lugar de Korta y Loureiro. Y por extraños que pareciesen los cambios, pareció darles algo más de brillo en ataque. Claro ejemplo fue el remate a placer que tuvo el delantero venezolano al lanzamiento de una falta lateral, pero se marchó por encima de la meta de Badía para desgracia local.

Como buen derbi aragonés, la cosa se calentó en los últimos quince minutos ante la sensación de inseguridad que mostró el Huesca en todo momento, e Hidalgo sacó su último as de la manga, metiendo a Tresaco para buscar algo más de versatilidad por banda. Le vino bien a un conjunto azulgrana que dio otra sensación en el tramo final, con el serrablés y Vallejo como armas más peligrosas. El andaluz provocó la segunda amarilla de Mouriño, lo que obligó a jugar al Zaragoza con uno menos desde el 85.

Lo notó un Huesca que acabó encerrando al Zaragoza casi en su propia área, pero el gol no llegaba a pesar de los acercamientos del equipo local, que desde el balón parado consiguió tener las últimas del encuentro. Sin embargo, fue Obeng quien se sacó un gran disparo con la zurda para poner a prueba a un Badía que estuvo bien en la mayoría de ocasiones. 

Cualquier intento del Huesca fue neutralizado por un Zaragoza que sufrió muy poco. Además, poco tardaría en igualarse la contienda al ver Sielva la roja tras un mal despeje suyo, lo que provocó una entrada sobre Valera antes de verse con Álvaro. 

Obeng la tuvo para hacer el gol del empate en el añadido, con un remate en el área y sin oposición que acabó lanzando por encima de la meta blanquilla. 

Tras un par de acciones, Ávalos Barrera señaló el pitido final, lo que mantiene al Huesca con 42 puntos en el casillero y tendrá que seguir peleando para cerrar la permanencia en las próximas fechas. Duro varapalo para los de Hidalgo, que encadenan dos tropiezos.