SD Huesca

FÚTBOL / SEGUNDA DIVISIÓN

Un derbi de necesidades y máxima igualdad

SD Huesca y Real Zaragoza llegan empatados a puntos al duelo aragonés con una máxima muy clara, la de ganar a un rival directo por la salvación

Los jugadores del Huesca celebran la victoria en La Romareda el pasado mes de noviembre.
Los jugadores del Huesca celebran la victoria en La Romareda el pasado mes de noviembre.
Laura Ayerbe

La ciudad de Huesca ha amanecido con el aroma de las grandes citas. La gente, portando la zamarra azulgrana y la cruz de San Jorge, sabe que hoy no es un día cualquiera. Es día de derbi aragonés. Eso infunde al aficionado la necesidad y la responsabilidad de defender a los suyos, de llevar en volandas a la SD Huesca para tratar de imponerse en un nuevo choque de rivalidad autonómica en El Alcoraz. Y eso se respira entre las calles de la capital altoaragonesa.

Dos equipos necesitados de puntos, máxima igualdad en la tabla clasificatoria y una revancha pendiente de un Real Zaragoza que vio cómo se desplomaba su castillo de naipes en La Romareda allá por el mes de noviembre. Samu Obeng, primero, y Juanjo Nieto, en la segunda parte, hicieron caer a la lona al equipo dirigido, por aquel entonces, por Fran Escribá, que no se volvería a sentar nunca más en el banquillo zaragocista.

Mucho ha pasado ya de ese momento, y lo cierto es que ambos conjuntos llegan al derbi aragonés con el único propósito de esquivar lo antes posible la amenaza del descenso que se cierne sobre ellos. Con 42 puntos en su casillero, Huesca y Real Zaragoza son conscientes de la importancia trascendental del partido de esta noche en El Alcoraz, que por supuesto volverá a vestirse con sus mejores galas.

Dos equipos que, pese a compartir puntuación, llegan en trayectorias muy diferentes al encuentro de hoy. La historia del Huesca ya la sabemos: once jornadas sin conocer la derrota, un traspiés tan doloroso como entendible en Ferrol y una dinámica claramente positiva gracias a la cual se ha salido del pozo e incluso se ha logrado un colchón (más o menos tranquilizador) con respecto al descenso.

Está claro que la llegada de Antonio Hidalgo dio un lavado de imagen a una plantilla de la cuál no se esperaban grandes gestas esta temporada. Sin embargo, esos mismos jugadores que parecían practicar otro deporte distinto al de ahora en las primeras jornadas, hoy pueden poner un broche de oro a la segunda vuelta de campeonato, imponiéndose en el derbi y dando un paso de gigante hacia la salvación de la categoría.

Por contra, el Real Zaragoza llega al duelo en El Alcoraz sin saborear una victoria a domicilio desde el pasado 5 de octubre, cuando se impuso al Andorra por la mínima (0-1). Desde entonces, tan solo ha cosechado cuatro victorias -todas ellas en La Romareda- y ha pasado del liderato, al playoff, y de ahí a rezar a Víctor Fernández para lograr la permanencia. Y es que el cambio de entrenador a Julio Velázquez no sirvió para mejorar el juego de los blanquillos, por lo que no quedó más remedio a los vecinos del sur que encomendarse a un viejo conocido que tan buenos recuerdos trae a orillas del Ebro.

Lo cierto es que desde la llegada del entrenador aragonés los resultados tampoco han sido muy positivos para el Real Zaragoza, con dos derrotas, dos empates y una victoria en casa contra el Tenerife. Pero su presencia da al equipo maño un plus de peligrosidad.

Sin embargo, los de Antonio Hidalgo deben preocuparse por lo suyo, sabedores de que, en el caso de conservar la imagen que lleva mostrando el equipo las últimas jornadas, tendrá las de ganar esta noche. Más si cabe con un estadio como El Alcoraz hasta la bandera dejándose el aliento en pos de conseguir la victoria.

La realidad es que de poco valen los precedentes, las estadísticas o las tendencias que presente cada conjunto (aunque dibujen el contexto del partido). Un encuentro de rivalidad regional como el Huesca-Real Zaragoza de esta noche será diferente a cualquier otro, en el que a buen seguro quedarán curiosidades y anécdotas para las hemerotecas. Pero al final se decidirá por detalles y lo realmente importante será quién se lleva los tres puntos.