Huesca

DATOS DEMOGRÁFICOS

Dos jóvenes cuentan los motivos por los que dejaron la provincia altoaragonesa

A la búsqueda de empleo y de nuevos horizontes

Dos jóvenes cuentan los motivos por los que dejaron la provincia altoaragonesa
Dos jóvenes cuentan los motivos por los que dejaron la provincia altoaragonesa
S.E.

HUESCA.- Cristina Betés tiene 22 años, es filóloga hispánica y originaria de Sabiñánigo, en la comarca del Alto Gállego. Hace ya 5 años que no vive en la provincia. "Primero me fui a Salamanca 4 años para estudiar la carrera y actualmente estoy con una beca trabajando como auxiliar de conversación en Londres". Considera que en su caso la decisión de abandonar la provincia estuvo más motivada por la necesidad de ser independiente y cambiar de aires y de gente. "Las personas de mi pueblo por norma general estudian en Huesca o Zaragoza. A mí me apetecía sentirme útil y consideraba que eso solo lo conseguía estando más lejos de mi casa". En un futuro cercano no se imagina viviendo en la provincia, "lo veo más como un lugar para estar pequeños períodos de tiempo", apunta. Para ella, la emigración por parte de la gente joven está principalmente motivada por el reparto de la población en pueblos de reducido tamaño que son los que forman la provincia. "En sitios tan pequeños, acostumbrados a vivir con tanta información que nos llega del exterior, nos vemos ahogados y buscamos quizás una ciudad más grande, más cosmopolita". Sin embargo, resalta las cualidades y las opciones que hay en Huesca. "En verdad, en mi caso es un poco una contradicción, ya que considero que nuestra tierra ofrece muchas oportunidades laborales, culturales y de ocio", concluye.

LA EMIGRACIÓN, HABITUAL ENTRE LOS JÓVENES

El oscense de 34 años David Fortea lleva dos años en Zaragoza trabajando como informático tras estudiar el grado superior de desarrollo de aplicaciones multiplataforma. Aunque al terminar estos estudios encontró un empleo en Huesca, acabó marchándose a Zaragoza porque la capital aragonesa ofrece trabajos más acordes a su perfil especializado y, además, hay más empresas y es más sencillo hacer una red de contactos, explica.

David no ve posible regresar a Huesca a trabajar de lo suyo "tal y como están las cosas": "Por el tipo de empresa que hay, muy pequeñas, no hay mucha innovación y están más orientadas a los servicios" antes que a desarrollar nuevas aplicaciones.

Además, la capital altoaragonesa es una "ciudad muy de funcionarios y, si sales de allí, lo tienes muy complicado". Por lo que ve en su círculo de amigos y conocidos, la suya no es una situación única: "Tengo bastantes amigos y conocidos fuera de la provincia", afirma David, quien añade que los que tienen cierto perfil laboral pueden cambiar de ciudad, pero "cuidado con los que no pueden y tienen que quedarse en Huesca".

Zaragoza no es la primera experiencia laboral fuera de Huesca de David, quien "en plena crisis, en 2011-2012", fue a Argentina tras estudiar Psicología. Años después, recaló en Inglaterra. "Al final me tuve que reinventar profesionalmente -dice- y entre psicología e informática no hay color".