Huesca recicla más plástico que la media en España

Una de las imágenes que causaron un gran impacto el pasado año fue la del crecimiento del denominado "mar de plástico", una acumulación de residuos de esta materia que ha llegado a alcanzar el tamaño de una isla en pleno Océano Pacífico. De esta forma lo explica Nati Miguel, profesora doctora del Área de Tecnologías del Medio Ambiente en la Escuela Politécnica Superior de Huesca. Sin embargo, según los datos del barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) de diciembre de 2018, tan solo el 0,7 % de la población española se muestra preocupado por el medio ambiente. "El tema de los plásticos es un problema muy grave a nivel medioambiental , ya que tardan mucho en desaparecer y degradarse. En consecuencia, se acumulan en las aguas y permanecen en el medio". Algunos datos respecto a su total desintegración son por ejemplo los 150 años que tarda una bolsa y hasta 1.000 una botella de plástico.

Por otra parte, Miguel señala la problemática de los denominados microplásticos, una nueva corriente que ha surgido en los últimos años. "Tienen un tamaño muy pequeño y afectan a las cadenas tróficas. Por ejemplo, estos residuos se los comen los peces y esos animales luego nos los comemos nosotros".

En consecuencia, a nivel político ya se han desarrollado diversas actuaciones para reducir su uso, como por ejemplo a través del cobro de las bolsas en los establecimientos.

Desde la tienda Semonia de Atades Huesca, Conchi Malavia, responsable de la misma, afirma que sus clientes ya están acostumbrados a traer sus propias bolsas. "Se ha ido reduciendo el plástico de manera progresiva. Cuando el cliente desea una, ahora ya la paga sin ningún tipo de pegas. Las personas que vienen a comprar están ya muy concienciadas", señala.

ALTERNATIVAS AL PLÁSTICO

El tipo de negocio que ha desarrollado Chez Marzola lleva implícito el objetivo de intentar ser más sostenibles, más limpios y más respetuosos con el medio ambiente, tal y como señala su encargada, Elena Bernal.

Por su parte, Ralf Bernhard, responsable de publicidad de Supermercados Altoaragón, también incide en su filosofía empresarial al referirse al plástico: "Para nosotros es muy importante preservar la naturaleza. Si no lo hiciéramos, iríamos en contra de nuestra propia ética. La principal motivación a la hora de reducir el plástico ha de ser la conservación del medio ambiente". Entre las iniciativas desarrolladas por esta empresa al respecto, están la eliminación del plástico en los envases de algunos productos frescos donde ya han apostado por materiales biodegradables. "Con la carne y el pescado es más complicado, pero las frutas y verduras dejarán de ir envasadas en recipientes de plástico", señala.

Uno de los aspectos en común que poseen negocios como Chez Marzola y Semonia es que los clientes compran a granel los productos frescos, así como las legumbres o incluso los frutos secos. Una forma de hacer la compra que caracterizaba a las viejas tiendas de ultramarinos tan presentes en nuestro país en el siglo XX y que ahora se abre paso en algunos establecimientos. Al consumir a granel, el plástico queda sustituido por pequeñas bolsas de papel donde los clientes introducen la cantidad que desean.

Otra de las razones que responden a la ausencia de plásticos en estas tiendas es la comunicación con los productores. "Al haber un trato directo, evitamos que los intermediarios introduzcan envases o empaquetados", señalan desde Chez Marzola. En Semonia, desde el principio, no hubo lugar para el plástico. "Nunca hemos valorado esta opción porque todos los productos frescos son de nuestra propia producción (huerta ecológica de Atades) o de productores de cercanía".

La problemática con la que se encuentran en ocasiones las empresas es la posibilidad de hallar un material sustitutivo del plástico, con las mismas características, requisitos y condiciones con respecto a los productos que albergan. "Es difícil, pero no hay ningún problema para ello, todo se puede hacer", señala Bernhard. Para un futuro próximo, su planteamiento es la incorporación de bolsas de papel para la compra de los clientes, en vez de las recurrentes de plástico, que tienen ya fecha de desaparición en España para el año 2021.

En Semonia, en lugar del plástico, utilizan por ejemplo cajas recicladas de cartón que ofrecen a sus clientes para que puedan transportar la compra.

IMPORTANCIA DE LAS 3R

La gestión de los plásticos en Huesca la realiza la empresa pública Grhusa. En la planta, única en Aragón junto con la de Zaragoza, reciben el plástico de las comarcas del Alto Gállego, Jacetania y La Hoya. Y, desde allí, efectúan el proceso de separado, selección y compresión de los diferentes tipos de plástico, según explican desde la misma.

Sin embargo, tal y como detalla Nati Miguel, "la solución, o mejor dicho la mejora de este problema, pasa en primer lugar por la sensibilización de la sociedad. Es esencial que conozcamos la importancia de las tres erres (3R): la reducción, la reutilización y el reciclaje".

Desde el Ayuntamiento han desarrollado ya varias campañas de concienciación ciudadana y continúan con el estudio de nuevas propuestas dirigidas a la reducción del consumo de plásticos. Fernando Justes, concejal de Medio Ambiente, afirma su satisfacción con respecto a las cifras de reciclaje de este material en la ciudad. "La media anual española se sitúa en 13,96 kilogramos por habitante, mientras que en Huesca recogemos y reciclamos 26,04 kilogramos por persona. Estamos muy orgullosos de cómo llevamos el reciclaje. La gente está ya muy concienciada", concluye.