Huesca

ESCUELA POLITÉCNICA

La investigación agraria distingue a la Escuela Politécnica de Huesca

El nivel científico que han alcanzado las siete líneas de trabajo contribuye a la internacionalización del centro y es una apuesta para su futuro crecimiento y continuidad

La investigación agraria distingue a la Escuela Politécnica de Huesca
La investigación agraria distingue a la Escuela Politécnica de Huesca
P.S.

Los nuevos laboratorios de la Escuela Politécnica Superior (EPS) de Huesca se inauguraron la semana pasada tras más de 17 años de espera (el nuevo edificio abrió sus puertas en 2002). Hasta el momento, las investigaciones que allí se desarrollan compartían espacio con la docencia, un aspecto que a nivel operativo "restaba eficiencia", según señala el vicerrector de Política Científica de la Universidad de Zaragoza, Luis Miguel García. Del mismo modo, todos los investigadores que utilizaban estos espacios coinciden en la incompatibilidad de estas dos tareas y del importante salto cualitativo que ha supuesto la inauguración de los nuevos laboratorios, lo que ha permitido una mejora en la eficiencia y en la producción de todas las investigaciones.

El ranking "QS", que mide la reputación académica de las universidades, sitúa a la EPS entre una de las 10 mejores de España y como una de las 150 mejores del mundo en cuanto a estudios agrarios. Esta excelencia se explica en parte debido a las 7 líneas de investigación que se desarrollan actualmente en la Escuela y que engloban a más de 50 investigadores.

Una de ellas es la coordinada por Pilar Catalán, investigadora y catedrática en Botánica. El grupo Bioflora, compuesto por 9 investigadores, 2 doctorandos y un técnico, se centra en la biología evolutiva de plantas silvestres como gramíneas o forrajeras así como su estudio genómico. Las someten a procesos de estrés para comprobar su tolerancia a sequías, calor o luminosidad. Para ello, utilizan jardines experimentales y especialmente camas de cultivo donde pueden controlar estos fenómenos. El grupo Bioflora desarrolla sus investigaciones en continua colaboración con otros grupos de Estados Unidos y Ecuador.

Otra de las líneas de investigación es la correspondiente al grupo de procesos termoquímicos dirigido por Joan Manyá y compuesto por otros 3 doctorandos y un postdoctorado, desde el que desarrollan el proyecto europeo Biochar, que consiste en la producción de carbón vegetal a través de biomasa. Con ello, se consigue su posterior uso en la aplicación para la mejora del suelo o en la creación de materiales avanzados con cierta funcionalidad.

El tercer grupo que desarrolla sus estudios en los nuevos laboratorios es el que coordina David Badía. Las investigaciones, en este caso, se centran en la edafología o ciencia del suelo, una parte que, según indica el catedrático, apenas se estudia en los institutos y colegios. "Hay que luchar para que no se pierda este ámbito de estudio", indica. Desde los años 90, estudian los suelos agrícolas ligados a la producción vegetal, además de aspectos forestales como el impacto de los incendios en el suelo y la influencia de las quemas controladas. Este equipo está formado por 4 investigadores fijos y otros que van fluctuando con los diferentes proyectos.

La repercusión positiva de los nuevos laboratorios que cuentan con un espacio de 1.000 metros cuadrados, además de la creación de un lugar estable para las investigaciones, es la internacionalización que supone para el Campus. "Uno de los grupos trabaja en un programa con investigadores rusos y próximamente llega un Ramón y Cajal desde Estados Unidos para desarrollar aquí sus estudios", explica García.

Nieves Latorre coordina un grupo de investigación en el que todos sus investigadores y doctores se han formado en la Escuela Politécnica Superior de Huesca desde los años 90. Sus estudios de catálisis, separaciones moleculares e ingeniería de reactores analizan materiales carbonosos que cuentan con excelentes propiedades para su posterior aprovechamiento en acciones como el tratamiento de residuos agrícolas. Otra de sus investigaciones actuales está centrada en el estudio de materiales que permitan la absorción del lindano.

Otra de las áreas es la de biología, fisiología y tecnologías de la reproducción, denominada Biofiter. Sus líneas de investigación están centradas en la mejora de la eficiencia reproductiva en ganado ovino y vacuno con un pequeño grupo de estudio sobre las abejas. Jesús Yáñiz, coordinador del proyecto, explica que estudian las técnicas de inseminación artificial y los factores que influyen en la fertilidad de estos animales. También utilizan la tecnología aplicada a los cultivos de arroz.

El área docente más joven dentro de la Escuela Politécnica es la de ecología. Al respecto, existe otro grupo de investigación del que forman parte 3 investigadores: José Manuel Nicolau, Rocío López y Jaume Tormo, quienes centran sus estudios en la restauración ecológica de varios espacios naturales, como las canteras en las que se ha cesado el ejercicio, las zonas afectadas por incendios y también las zonas despobladas, donde analizan el impacto que esta problemática genera en los servicios ambientales. Por su parte, los ecosistemas acuáticos también son objeto de su estudio, en este caso, determinan el impacto del barranquismo sobre los cañones del Parque Natural de la Sierra de Guara.

Dentro de las siete líneas de investigación, el laboratorio de sanidad vegetal es el más centrado "en el servicio comunitario a la provincia de Huesca", según explica el investigador Juan Barriuso, coordinador del grupo. Sus estudios se basan en identificar las enfermedades y las plagas en los cultivos de Huesca, además de analizar las semillas cuya producción se desarrolla en la provincia, con el objetivo de asegurar su certificación y una inspección adecuada.

El nivel de las investigaciones posibilita la continuidad y el crecimiento de la EPS así como la relación docente con las empresas. Otro de los aspectos que destaca Luis Miguel García es la inserción profesional de los estudiantes que participan en las diferentes líneas de investigación. Todos estos motivos dan lugar a que la investigación agraria sea "una de nuestras apuestas más claras", señala.

El vicerrector se refiere así mismo al papel vertebrador que la investigación representa en Aragón. "Desde el laboratorio subterráneo de Canfranc y el Centro Pedro Pascual de Benasque en el Pirineo, la investigación recorre toda nuestra comunidad", concluye.