Huesca

30 AÑOS DE LA MUJER EN EL EJÉRCITO

Teniente Natalia Gómez Gabás: "Ninguna ha llegado a general porque no ha dado tiempo"

Más de 15.200 mujeres forman parte de las Fuerzas Armadas de España, un 12,7 % del tota

Teniente Natalia Gómez Gabás: "Ninguna ha llegado a general porque no ha dado tiempo"
Teniente Natalia Gómez Gabás: "Ninguna ha llegado a general porque no ha dado tiempo"
D.A.

HUESCA.- Una de las seis primeras mujeres que entraron en la Academia General Militar de Zaragoza hace ahora 30 años, Patricia Ortega, se convirtió en la primera coronel del Ejército de Tierra. Un total de 292 mujeres se presentaron a las plazas ofertadas para los cuerpos técnicos (Ingenieros, Jurídicos, Intervención, Médicos, Farmacéuticos, Enfermeras...) tras la publicación del Real Decreto Ley 1/1988, y 27 superaron las pruebas. En 1989, se realizó la primera convocatoria abierta a mujeres para el ingreso en la carrera militar. Entonces, accedió la teniente coronel Cañadas, primera mujer al mando de un batallón de artillería. En 1992, se aprobó el Reglamento de Tropa y Marinería Profesional y un año después ingresó la cabo mayor Guillén en la Unidad de Servicios de Base "Oroel" de Jaca, según la revista Tierra del Ejército en una edición por este aniversario. En España, hay más de 15.2000 mujeres en las Fuerzas Armadas, que suponen el 12,7 %, solo por debajo de Francia y EEUU.

Con 22 años y recién salida de la Academia, la oscense Natalia Gómez Gabás fue la teniente más joven del Regimiento de Artillería Antiaérea nº 73 de Cartagena (Murcia), donde casi cuatro años después sigue destinada. En este tiempo, ya ha participado en dos misiones de Apoyo a Turquía (Active Fence) a las que se apuntó en cuanto vio la oportunidad de poner en práctica sus conocimientos. En la segunda, fue jefa de núcleo ECS (Estación Control de Empeños).

Sus palabras rezuman pasión por su trabajo. Por ello, al hablar de la mujer en el Ejército, resalta que la teniente coronel Cañadas, la primera en dirigir un grupo táctico operativo en el campo de batalla y la primera en obtener el curso del Estado Mayor, es un "referente" para ella. Aunque remarca que todavía no hay mujeres con el cargo de general porque "en 30 años no ha dado tiempo", lo cierto es que nota que cada vez hay más mujeres en puestos más relevantes. Ella no se pone límites.

Sus primeros referentes son sus padres. El teniente coronel Carlos Gómez Sampietro es el jefe del órgano de Apoyo de la Subdelegación del Gobierno en Huesca y su madre, Eugenia Gabás, es reservista jurídico-militar. Apostó por la carrera militar y tras cuatro años en la Academia General Militar de Zaragoza, el último lo hizo en la Academia de Artillería de Segovia, para hacer su especialidad. Lo que más le llamó la atención fue la disciplina. "Es todo muy estricto porque te marcan las horas para comer, para estudiar, pero también tu hora para hacer deporte, ya que eso se valora mucho y ayuda a despejarte la mente. Me gusta cómo incentivan el deporte y cómo enseñan la importancia del ejercicio físico", comenta. Eso no acaba en las academias, ya que una de sus obligaciones es estar en forma y cada año pasan un test de condiciones físicas.

Desde allí, ya marchó a Cartagena, pero pronto tendrá que elegir otro destino cuando ascienda a capitán. Aunque las mujeres siguen estando en minoría -hay 2 tenientes y 3 capitanes entre un total de 30 oficiales en su regimiento-, a la hora de trabajar no se nota la diferencia. Ni siquiera en los ascensos, porque "todos somos iguales y se valoran aspectos como el nivel de idiomas, los estudios, las misiones...", indica. "Nunca he notado distinciones por ser mujer", insiste.

No solo cree que hay igualdad, sino que el Ejército Español cada vez facilita más la conciliación familiar y la unidad familiar. Además, también tienen en cuenta si los dos miembros del matrimonio son militares. Su novio es militar y trabaja en el mismo Regimiento, por lo que para un futuro saben que pueden contar con ese apoyo.

Como una carrera militar está jalonada de traslados, Natalia Gómez no descarta volver a Huesca con la reapertura del cuartel Sancho Ramírez para el trasladado del Cuartel General de División Castillejos o pedir un destino en Zaragoza. De hecho, ya participó en los ejercicios que se desarrollaron en noviembre en el campo de maniobras de Igriés.

Ahora, está centrada en acabar su etapa como teniente para ascender después a capitán. Por el momento, no tiene a la vista ninguna misión más pero cree que "un militar donde más aprende es un una misión, porque es real". En su caso, la primera vez que estuvo en Turquía trabajó en el control del espacio aéreo y, en la segunda ocasión, estuvo al mando de la central de información y comunicación.