Aumentaron el año pasado los usos de las instalaciones deportivas municipales de Huesca

HUESCA.- Las doce instalaciones deportivas municipales registraron el año pasado 783.706 usos, lo que supone un 12,3 % más que el año anterior, cuando se documentaron 697.000. De estos datos destacan los 223.372 usos que sumaron las piscinas de verano y los 182.000 de la piscina Almériz.

Según los datos aportados por el Ayuntamiento, también destaca el aumento de usos de la Ciudad Deportiva: 100.584 en 2018, frente a 95.000 en 2017. En este complejo, el campo de fútbol 7 tuvo 22.072 usos y las pistas de atletismo, 18.039. Además el año pasado se incrementaron de 80.700 a 155.600 los usos del Complejo Deportivo San Jorge, debido fundamentalmente a la puesta en funcionamiento de una segunda pista de fútbol, en cogestión con la Fundación Alcoraz.

El Consejo Rector del Patronato Municipal de Deportes aprobó en su sesión de este lunes la programación de las actividades deportivas para el curso 2019-2020, que mantienen sus precios públicos. El año pasado participaron en estas actividades 13.222 personas, 420 más que el año anterior.

Además, dio el visto bueno el Plan de Natación Escolar para el curso 2019-2020, destinado a los alumnos de centros de Primaria y Secundaria para fomentar la práctica de este deporte, en el que el año pasado participaron 2.856 escolares.

En la reunión, el presidente del Patronato, José María Romance, informó de las actuaciones en instalaciones deportivas que se ejecutarán este año con cargo al superávit de 2018.

Se invertirán 110.000 euros en la instalación de dos nuevas calderas en el Palacio Municipal de los Deportes; se llevará a cabo una actuación de renovación del césped y contención de raíces de los árboles de la Ciudad Deportiva José María Escriche (15.000 euros); se cubrirán las gradas del campo de fútbol de San Jorge (40.000 euros); y se adquirirá una nueva silla para personas con discapacidad en la piscina Almériz (10.000 euros).

El edil también dio cuenta de la habilitación de una cabina en el vestuario de la piscina Ruiseñor y de la instalación de nuevos desfibriladores en los colegios Juan XXIII y Pío XII, además de revisar los del resto de centros escolares y formar al personal municipal para su uso.