Huesca

FOLCLORE

La Ronda al Santo, jota y emoción se unieron en la primera noche laurentina

Santa Cecilia y Estirpe de Aragonia ofrecieron sus bailes y cantos en la plaza de San Lorenzo

La Ronda al Santo, jota y emoción se unieron en la primera noche laurentina
La Ronda al Santo, jota y emoción se unieron en la primera noche laurentina
P.S.

HUESCA.- Como cada año, la agrupación folclórica Santa Cecilia y Estirpe de Aragonia realizaron la primera noche de las fiestas su tradicional Ronda al Santo. A las 22:30 horas, los "cecilios" hicieron su entrada en la plaza de San Lorenzo, a la que llegaron rondando desde su sede en la calle Lanuza.

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Fue una noche en la que el recuerdo a Enrique de Ossó y Ángel Pérez, componentes activos del grupo y recientemente fallecidos , estuvo muy presente y a ellos les dedicaron un canto alusivo: "La bandurria de un tañedor, con sus melodías y esas notas de corazón, desde cinco Villas se unen, a los que arriba están rondando en cuadrilla, un beso hasta el cielo patrón de santa Cecilia". También se recordó emotivamente a Antonio Flores y Luciano Vallés, quien durante años habían escrito las letras alusivas al santo para esta noche.

Santa Cecilia finalizó su ronda con la jota de San Lorenzo, con parejas encima del escenario y otras a sus pies. Posteriormente, se dirigieron hasta las Cuatro Esquinas donde no faltó el homenaje a Camila Gracia y José Rodrigo con La Magallonera y L"Arbesa. Continuaron la noche por el Coso hasta llegar a la iglesia de San Vicente donde le dedicaron su jota bailada y también entornaron Los Labradores.

Mientras los "cecilios" abandonaban la plaza, Estirpe de Aragonia subió al escenario de blanco y verde para entonar su jota alusiva al santo: "Que suene la jota brava, que suenen los instrumentos, hoy Estirpe de Aragonia, te canta a ti San Lorenzo".

Tras cantar esta jota al unísono, Leyre, Clara, Fran, Laura Clavería, Alberto, Andrea, Ana, Christian, Laura Sarasa, Sheila, Carmen, Marta y Jorge ofrecieron sus voces al santo y a todos los oscenses que nuevamente abarrotaron la plaza de San Lorenzo, para terminar con las Esbriznadoras laurentinas.