Huesca

CONCIERTOS

Un paseo por el Norte en el iberi@huesca.folk

Araboas y Vallarna compartieron escenario en la Plaza General Alsina

Un paseo por el Norte en el iberi@huesca.folk
Un paseo por el Norte en el iberi@huesca.folk
L.LL.

HUESCA.- La segunda velada del festival iberi@huesca.folk reunió en el escenario de la Plaza General Alsina a dos grupos del norte peninsular: los aragoneses Araboas y los castellano-cántabros Vallarna. Fue en el marco de una agradable noche laurentina en la que, una vez más, la plaza volvió a convertirse en un oasis de tranquilidad y buena música. El público pudo disfrutar de un estimulante paseo por el norte de España a través de las canciones de estos dos grupos que vienen a engrosar la impresionante nómina de artistas del folk de España, Portugal y Francia que han pasado por el festival a lo largo de sus 20 años de andadura.

Arrancó la velada con Araboas, grupo turolense de reciente creación que, sin embargo, está formado por músicos de larga trayectoria, ligados a otras bandas como Zicután, Los Toyos o Dulzaineros del Bajo Aragón, algunos de los cuales ya han pasado por este festival en ediciones anteriores. Iniciaron su actuación con el tema tradicional "El molinero" y continuaron con uno de los temas incluidos en su primer y de momento único disco, "¿Cantamos? Ecos de infancia", un tema que, precisamente, reúne varias melodías infantiles tradicionales como "Vamos a contar mentiras", "La tarara" o "La chata Merengüela".

Después, con cierto ánimo etnográfico y con el fondo sonoro de una esquila, interpretaron "La trashumancia", una canción que habla de los pastores que llevaban el ganado desde Teruel hasta Jaén. No faltó su recopilación de "Jotas populares", entre las que se pudieron escuchar "Volverá la primavera" o "Y la tarde ya pardea". Araboas es un grupo turolense, pero en su formación incluyen al francés Crestian Josuèr, músico gascón que ya ha actuado también en varias ocasiones en el festival iberi@huesca.folk. Era el momento, por tanto, de interpretar el siempre emocionante "Aqueras montanhas", himno extraoficial de las gentes de los Pirineos, que entienden esta cordillera no como una frontera sino como un puente entre pueblos hermanos a uno y otro lado de las montañas. Araboas lo tocó con un ligero acento reggae, que le confirió un toque muy especial.

Y ya en la recta final de su breve concierto, llegó uno de los momentos más divertidos de la noche, cuando Fernando Gabarrús sacó al escenario un gran muñeco, mitad títere mitad instrumento de percusión, que representaba a la tía Micaela, la protagonista de la divertida canción de índole sexual "Azúcar y canela". Se despidieron con un conocido aguinaldo navideño y con "Meditaciones de Severino el Sordo" de Labordeta, canción que casi todo el mundo conoce como "Arremójate la tripa", que fue coreada por el público. Un excelente punto final.

Entre una y otra actuación se pudo disfrutar de los fuegos artificiales, que "amenizaron" los primeros minutos del concierto de Vallarna, cuyos miembros, no sin cierta ironía, se congratularon de lo bien que habían sido recibidos. Su debut en Huesca (y en Aragón) se produjo con un delicioso instrumental, que les emparentó con el espíritu folk universal y que demostró ya desde el inicio su magnífica calidad como músicos. Guitarra, percusión, violín y bouzouki forman la base de una música que, atendiendo al origen geográfico de los componentes de Vallarna, amalgama los estilos tradicionales de Cantabria, Castilla y León, e incluso algún toque asturiano. Sonidos del Norte. En su actuación presentaron fundamentalmente su segundo disco, "Pimentón puro", aunque también echaron mano de su trabajo anterior, "Km. 90". Y así se fueron alternando temas como "Aradora bonita" (una ronda zamorana que abre su más reciente disco), "Con el agua de limón" o "La diana", una canción que ejemplifica ese recorrido musical entre Cantabria, Castilla y León. Al sosiego de la jota cántabra "Me voy por verte" le sucedió la divertida "Charrada de los perros", picarona melodía de Salamanca que contó con la complicidad del público.

Más tarde, se acercaron a una cierta sonoridad country & western en su "Polca de los palillos" y en la jota leonesa "Perejilera", que arrancó los primeros bailes entre el público. Dedicaron después el instrumental "Cocido en Lastras" al gaitero José María Silva, y se despidieron con el charro zamorano "Al romero florido" y con la charrada salmantina "La tortolita". Para entonces, el personal estaba ya muy animado, así que los músicos de Vallarna, que exhibieron en todo momento gran cercanía con el público, regresaron al escenario y complacieron a la audiencia con la conocida jota "En Zaragoza un cañón". El bis se cerró con la canción popular "Era de latón", que dejó a todo el mundo plenamente satisfecho en una magnífica velada.