Huesca

CONFERENCIAS

Daniel Innerarity y Quim Brugué: "La democracia crea un ciudadano que no necesita"

El filósofo y el politólogo debatieron sobre la sociedad que necesita un sistema democrático

Daniel Innerarity y Quim Brugué: "La democracia crea un ciudadano que no necesita"
Daniel Innerarity y Quim Brugué: "La democracia crea un ciudadano que no necesita"
P.S.

HUESCA.- La tecnocracia imperante en las últimas décadas y el populismo actual son los dos péndulos por los que opta una ciudadanía "ciclotímica" de "una democracia que necesita de un tipo de ciudadano que de hecho ella misma no produce, sino todo lo contrario".

El filósofo Daniel Innerarity y el politólogo Quim Brugué cerraron este lunes el ciclo de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo titulado Más democracia debatiendo sobre la necesidad de contar con una sociedad cada vez más informada.

En una charla previa con este medio, Innerarity señaló la contradicción de que es el propio sistema el que crea "una ciudadanía infantilizada" en vez de unos ciudadanos que "entiendan, critiquen y vigilen". Esta sociedad, además, "parece ciclotímica" y se mueve entre "momentos de entusiasmo y otros de gran decepción" sin escalas intermedias.

Para Innerarity, la cuestión no es lograr un ciudadano experto en derecho tributario o relaciones internacionales -sí "entender cuatro cosas fundamentales" y "tener empatía"-, sino fomentar el aprendizaje de la ciudadanía "en entornos democráticos", para lo que es indispensable "democratizar la sociedad".

Y de cara a este objetivo, las redes sociales deben jugar otro papel distinto al actual: "Valen para lo que valen, que es generar espacios de expresión instantánea, pero si eso sustituye la deliberación que se debe hacer en los parlamentos, mal".

Brugué defendió que la democracia es un sistema en "crisis permanente" al tener que combinar su lógica "pragmática" con la "utópica", una tarea "muy difícil".

Si en décadas pasadas, "la democracia muere congelada por una tecnocracia que ha provocado la distancia y desafección de los últimos años", el sistema ahora corre el riesgo de "morir por abrasamiento populista".

Y ante esta encrucijada, abogó por una vía intermedia, por "una mezcla muy inestable" entre pragmatismo y utopía en la que se encuentre un equilibrio muy alejado del estado actual de las cosas, en la que la incapacidad de los políticos de pactar no sólo es su culpa, sino también de una ciudadanía "polarizada".