Huesca

ENTREVISTA AL PRESIDENTE DE ARAGÓN

Javier Lambán: "Si no hay un cambio en la financiación autonómica, una comunidad es inviable"

El presidente de Aragón se muestra esperanzado con el gobierno "transversal" constituido desde la "centralidad" y afirma que "Huesca está en el centro absoluto del futuro digital de la economía aragonesa"

Javier Lambán: "Si no hay un cambio en la financiación autonómica, una comunidad es inviable"
Javier Lambán: "Si no hay un cambio en la financiación autonómica, una comunidad es inviable"
R.G.

HUESCA.- Javier Lambán preside un gobierno transversal marcado, asegura, "por la centralidad". Atraviesa la complejidad de la situación general con la expectativa de un nuevo ejecutivo central que encare una financiación autonómica nueva, porque, sin ella, "una comunidad es literalmente inviable". Se muestra esperanzado en su mandato, afirma que desea limar asperezas con el PSOE oscense y vaticina un gran impulso a Plhus y un futuro positivo porque "Huesca está en el centro absoluto del futuro digital de la economía aragonesa".

Un ojo en Aragón y otro en Madrid. ¿Cuál es su análisis y la expectativa ante el 10-N?

-Veo lo que está pasando con mucha preocupación. Ya he sufrido la pasada legislatura con tres elecciones generales. No he podido tener una interlocución sólida con ningún gobierno ni ministro, con perspectiva de medio y largo plazo. Es pésimo desde el punto de vista de la gestión, contraindicado. La economía da signos claros de estancamiento cuando no de desaceleración, a lo que se suma el Brexit, lo de Cataluña... Seguramente, nunca había hecho falta un gobierno sólido tanto como ahora y, sin embargo, nunca hemos tenido un gobierno tan débil. Es desolador, la gente está indignada y lo entiendo perfectamente. Cabe esperar que el día 10 de noviembre salga un gobierno estable con mayoría parlamentaria sólida porque yo, como presidente del gobierno de Aragón, lo necesito, y los ciudadanos también.

¿Qué responsabilidad tiene el PSOE en este panorama?

-Cuando ha fracasado un intento de hacer un gobierno, es lógico que las responsabilidades se le imputen sobre todo al partido que tenía más posibilidades. Yo creo que Sánchez intentaba hacer un gobierno que no fuera dependiente de independentistas, de personajes que están al margen de la Constitución. Tenía problemas con una posible coalición con Podemos porque hay asuntos de Estado en los que sostenemos posiciones distintas. Y no ha habido manera de que al final haya un pacto de investidura. Se podían repartir entre todos, incluso Ciudadanos y PP, no hay que olvidar que Rajoy fue investido presidente gracias a la abstención del PSOE en 2016 a un coste muy alto. Pero ese debate no conduce a ningún lado. La ciudadanía tiene que desenojarse, asumir que estamos en una situación muy difícil como país y, aunque sea haciendo de tripas corazón, volver a votar.

Es perentorio un cambio en el sistema de financiación autonómica para ser competitivos como territorio.

El cambio en la financiación se tenía que haber dado en 2014. Si no se produce un cambio, una comunidad autónoma es literalmente inviable. Mantener los servicios públicos es imposible con este sistema sin generar déficit y aumentar la deuda. Un país no puede vivir permanentemente endeudándose, porque significa que una parte de los recursos de que dispones la tienes que dedicar a financiar la deuda. Nos aboca a la inviabilidad en la prestación de tres de los pilares del Estado de Bienestar: Educación, Sanidad y Servicios Sociales. Las comunidades están infrafinanciadas. Si además tiene que hacer frente a financiar infraestructuras, políticas económicas, estamos en una situación asfixiante. Y, si la interinidad de los gobiernos provoca que ni recibamos las entregas a cuenta, si tenemos que afrontar la redacción de 2020 sin saber qué techo de gasto tenemos y sin saber previsión de ingresos.

En Aragón, el gobierno a cuatro bandas es un hito. ¿Es un ejemplo para España?

-En Europa, en España, en el mundo de nuestro entorno, la gobernanza hecha desde la homogeneidad ideológica no es posible. Pensar que los retos que tienen España o Europa se pueden afrontar desde la derecha o la izquierda es un error. Son de tal dimensión que hay que ir a gobernanzas transversales desde la centralidad, huir de las tentaciones frentistas. Y en Aragón conviven fuerzas de claro signo conservador como el PAR o de claro signo izquierdista como Podemos o el resto de fuerzas.

Pero esa transversalidad, a la que se une ahora el acuerdo entre CHA y Errejón, puede encontrar también minas...

-En gobiernos homogéneos teóricamente desde el punto de vista ideológico como Madrid, Cs y PP se tiran los trastos a la cabeza desde el primer día. El vicepresidente del gobierno instiga una comisión de investigación a la presidenta. Si esto pasara en el de Aragón, sería un escándalo mayúsculo. Gérmenes de conflictividad los puede haber en un gobierno transversal u homogéneo. Las elecciones no van a tener ninguna repercusión en la estabilidad. Las fuerzas del cuatripartito tenemos tan clara la prioridad absoluta de preservarlo por encima de cualquier consideración que las elecciones no van a suponer ningún quebranto. No sé cómo verá Podemos que CHA vaya en coalición con una escisión de Podemos, pero en el PSOE entendemos que nada puede hacer peligrar la estabilidad.

¿Hubiera resultado más fácil un gobierno con Ciudadanos?

-Nosotros hicimos rápidamente un acuerdo con el PAR e invitamos a todos aquellos que entendieran que la gobernabilidad debía pasar por la centralidad y asumir la transversalidad, esto es, la combinación de fuerzas conservadoras, liberales, socialdemócratas... No se llegó a plantear acuerdo con Cs porque desde Madrid lo excluyó rotundamente. La gobernanza en este país difícilmente puede hacerse al margen del PSOE, pero difícilmente puede organizarla prescindiendo o de Podemos o de Ciudadanos o del PP. No se puede gobernar este país al albur de independentistas e incluso de corte territorial como el PNV que, evidentemente, hacen pagar su precio en oro. Para algo como la reforma de la Constitución o hacer frente al problema catalán, hacerlo sin el PP es una quimera.

¿Qué espera de la oposición del PP y la cohabitación con el Ayuntamiento de Zaragoza presidido por Jorge Azcón?

-El último pleno de las Cortes fue esperanzador. Llegamos a acuerdos todos los grupos sobre las entregas a cuenta de Hacienda. Vi una cierta actitud en PP y Cs de, sin dejar su papel primordial de oposición, buscar acuerdos en asuntos sustanciales. En cuanto al Ayuntamiento, la vocación de cualquier gobierno ha de ser entenderse con los ayuntamientos, que son el segundo pilar del entramado institucional aragonés. Zaragoza es el ayuntamiento de la ciudad motor económico y cultural de Aragón. La legislatura pasada intenté tener buena relación, no siempre lo conseguí y, en ésta, hay signos de que el entendimiento puede ser mejor.

¿Fue más difícil el acuerdo del cuatripartito o el día a día?

-Fue más complicado llegar al acuerdo, no era fácil para Podemos sentarse en la misma mesa de gobierno que el PAR y viceversa. Costó hablar mucho, hacer encajes de bolillos pero, una vez que se consiguió, ahora hace pensar que puede ser más fácil de lo que nosotros podíamos imaginar y de lo que muchos agoreros han pronosticado.

Una primera prueba de fuego es la ampliación de Cerler por Castanesa, donde ha tenido que manifestarse con firmeza.

Eso va camino de resolverse razonablemente. Tenemos la experiencia de un gobierno con CHA donde dejamos claro en qué estábamos de acuerdo, lo fundamental, y que en algunos asuntos no lo estábamos: política hidráulica, de la nieve con uniones de estaciones... Ahora, Podemos se incorpora como actor de gobierno, tiene una posición respecto a la nieve más parecida a CHA que nosotros y muchas veces las discrepancias son producto de la falta de información. Cuando ha tenido acceso a la ampliación de Cerler por Castanesa y la interioridad del proyecto, muchos de los temores se han ido disolviendo, porque ni es pelotazo urbanístico ni atrocidad medioambiental. Simplemente una actuación para desarrollar una comarca del Pirineo que, sin la nieve, no tiene otra posibilidad de desarrollarse y que trata de hacer más competitiva nuestra nieve. La ampliación de Cerler está completamente lanzada. La unión de estaciones de los valles de Aragón y Tena está menos elaborada pero habrá que abordarla con calma, con grandes consensos. No se puede hablar de combatir la despoblación y fijar la gente en el territorio y, a la vez, negar cualquier posibilidad a proyectos de desarrollo. Y en la montaña se puede hacer dos cosas: o nieve o ganadería.

¿Cómo van a armonizar las pretensiones del PAR de bajar impuestos y bonificación máxima del de Sucesiones?

-Una de las 132 medidas pactadas definía con bastante precisión cómo afrontarlo. Primero, todas las partes aceptábamos que, para desarrollar nuestras obligaciones como gobierno, hace falta tener recursos económicos y la política fiscal tiene que garantizar suficiencia de ellos. Y, además, que en Aragón no se puede pagar más impuestos que en otros sitios y tampoco menos. Hablábamos de armonización fiscal y de acudir al Consejo de Política Fiscal y Financiera para buscarla entre todas las comunidades. El acuerdo que tenemos con el PAR, Podemos y CHA consiste en propiciar en el CPFF la progresiva eliminación del Impuesto de Sucesiones, pero siempre y cuando existan ingresos que compensen la pérdida que pueda suponer.

¿Lo del PSOE aragonés y de Huesca es fisura, ruptura? ¿Qué les separa y qué les puede ligar?

-A mí, nada. No tengo ningún problema con ningún compañero ni institución de Huesca. Ahora bien, sería inútil negar que, por parte de alguna institución de Huesca, sí se plantean problemas con el Gobierno de Aragón buscando razones que son fácilmente desmontables. El Gobierno a la provincia de Huesca le dispensó la pasada legislatura un trato, en el peor de los casos, similar al que han tenido antes Huesca y Teruel, que ha sido excelente. Hemos tenido conflictos. Yo he hecho todo lo posible por aminorarlos. Objetivamente no tienen razón de ser.

¿Cuáles van a ser los ejes de acción de su gobierno en torno a la provincia de Huesca?

-En la legislatura pasada, hemos desbloqueado varios asuntos fundamentales: la nieve, la depuración del Pirineo, los regadíos, la logística, el problema del lindano... Las prioridades son las mismas que en Teruel y Zaragoza. Seguir fortaleciendo los servicios públicos de sanidad, educación y servicios sociales, impulsando el desarrollo de los sectores estratégicos básicos de la economía. En la nieve y la montaña, con una mesa sobre su economía para buscar consensos en este área tan importante. Seguir con la agroalimentación con los grandes proyectos en Fraga del Grupo Costa, en Binéfar, los regadíos y acercarnos a los sueños de Joaquín Costa de hace más de cien años... Y hay un proyecto que tengo en la cabeza, que es articular Aragón en torno al eje o el corredor digital entre Plhus y Walqa en el norte, en lo que llamamos la Z creativa en Zaragoza, las plataformas, la universidad, el parque tecnológico en el antiguo recinto de la Expo, y Platea en el sur. Aragón se tiene que plantear ser líder en la economía digital. Se van a producir noticias muy relevantes en los próximos meses y Huesca está en el centro absoluto del futuro digital de la economía.

Existe una sensación en la capital oscense de atonía. ¿Concibe algún plan estratégico para impulsar la economía de la ciudad?

-Huesca es una provincia desde el punto de vista económico ejemplar, paradigmática. A la capital, le ocurre como a muchas que se han centrado en su función administrativa, de servicios, sin componente industrial que sí han tenido Sabiñánigo o Monzón. Creo sinceramente que puede ser un motor formidable Plhus y espero que, si tenemos una conversación en cuatro años, lleguemos a la conclusión de que no me había equivocado en el pronóstico. Plhus y Walqa, pero sobre todo Plhus.

¿Entiende la reivindicación de Luis Felipe de una financiación específica diferencial para la segunda ciudad de Aragón?

-Tenemos que remitir al parlamento una ley de participación de tributos de la comunidad autónoma por parte de los ayuntamientos y ya le dije al alcalde que, igual que Zaragoza tiene una ley de capitalidad porque la contempla el Estatuto de Autonomía, Huesca y Teruel debieran tener algún tipo de consideración específica en esa ley. A Huesca le aportamos 600.000 euros al año y debería irse como mínimo a un millón, aunque se colabora en otras materias. Cuando ha planteado reivindicaciones, prácticamente siempre le hemos dicho que sí, por ejemplo en la compra de terrenos para el Sancho Ramírez, centros de salud, colegios... No se circunscribe a los fondos concretos incondicionados, sino también a otros específicos.

"LA ESPAÑA VACIADA NO PASA POR LA ESPAÑA RELLENADA"

¿La España Vaciada requiere un plan estratégico?

-La solución del problema de la España Vaciada no pasa, si se me permite la expresión, por la España rellenada. Hay quienes afrontan este tema desde una perspectiva romántica, como si la solución consistiera en que los pueblos fueran lo de hace 150 años. Es absolutamente imposible. Hay una España que termina a principios del siglo XX, la España rural, proveniente de la Edad Media con miles de pueblos en que la gente tenía que vivir a pocos kilómetros de donde tenía su lugar de trabajo. No vamos a volver a eso, entre otras cosas porque la gente no quiere volver a eso. Los usos culturales son cada vez más urbanos, la economía se produce en términos distintos, y más que rellenar España hay que tener una España viva, donde el territorio no esté abandonado, donde haya un uso razonable de los recursos. Podemos empeñarnos en que Aragón mantenga mil núcleos de población, pero nos engañamos si creemos que eso es sostenible económicamente. Varitas mágicas y fórmulas surgidas del cielo para que el territorio vuelva para tener la población del siglo XIX no existen. Debemos caminar hacia la España del siglo XXI, donde la gente viva en el medio rural pero con calidad de vida y buenas condiciones.

¿Qué opina de la concurrencia electoral de Teruel Existe?

-Voy a ser prudente. Creo sinceramente que en Teruel las instituciones y los poderes públicos llevan años muy comprometidos, invirtiendo mucho, dando soluciones a los problemas. Llevo meses diciendo que lo de Teruel Existe es una redundancia y los turolenses debieran pensar más en otra manera de entenderse a sí mismos y decir que Teruel funciona, porque funciona y cada día mejor en los sectores agroalimentario y el turismo. Puede exhibir muchas potencialidades. Esta plataforma está en su derecho de concurrir a las elecciones, pero si eso significa poner en evidencia un fracaso de la política en esa provincia, yo lo rechazo absolutamente, porque la política en esa provincia no ha fracasado. Los poderes públicos, concertados con un sector empresarial pujante, han hecho un lugar que funciona, atractivo para la inversión y que, cuanto menos se relacionara con quejas, llantos y victimismo, mucho mejor.