Huesca

ADICCIONES Y SALUD PÚBLICA

Las asociaciones que tratan la ludopatía en Huesca aplauden la futura ley

Comparten la línea general, pero piden más medidas en tragaperras, acceso y juego online

Las asociaciones que tratan la ludopatía en Huesca aplauden la futura ley
Las asociaciones que tratan la ludopatía en Huesca aplauden la futura ley
R.G.

HUESCA.- Las asociaciones que tratan a ludópatas y la Federación de Barrios Osca XXI acogen positivamente la futura Ley del Juego de Aragón, cuyas líneas maestras presentó hace unos días la DGA en la Comisión del Juego. Proyecto Hombre, Azajer (la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación) y el movimiento vecinal oscense comparten el endurecimiento general que supondrá esta nueva ley, pero echan en falta ir más allá en algunos puntos como las máquinas tragaperras en los bares o, muy especialmente aunque esto dependa del Gobierno central, el control sobre el juego online.

El objetivo que subyace en la modificación de la actual Ley del Juego, del año 2000, es "endurecer" la norma, reforzando los controles de acceso para evitar la picaresca que hay hoy y alejando los salones de juego y apuestas de colegios e institutos.

Ahora, el Gobierno de Aragón constituirá un grupo interdepartamental para trabajar en la reforma, en la que también colaborarán entidades relacionadas.

El Ejecutivo, además, prevé incrementar los fondos para la lucha contra la ludopatía en próximos presupuestos autonómicos después de que el número de jugadores autoprohibidos se haya multiplicado por seis desde 2010, cuando apenas rebasaban los 500, hasta 2018, en el que había 2.980 aragoneses que voluntariamente habían prohibido su entrada a los locales de juego.

Este nuevo enfoque de la DGA llega después de que el número de jugadores activos en juegos online se haya duplicado en Aragón entre 2012 y 2017. En ese mismo periodo, la cantidad de dinero jugado se ha triplicado.

"ADAPTAR LA LEY DEL JUEGO A LA SOCIEDAD ACTUAL"

Al anunciar la reforma de la Ley del Juego, la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, afirmó que la norma actual está "desactualizada" y que se va a revisar "para adaptarla a la sociedad actual".

Sin fecha concreta más allá de "a lo largo de 2020", esta reforma legal es "prioritaria" para la DGA con el fin de "atajar" unas adicciones que amenazan "a los sectores más vulnerables, y fundamentalmente a los más jóvenes".

Entre las medidas concretas que avanzó Pérez están el refuerzo del control de acceso a los espacios de juego. Este control deberá estar obligatoriamente en la entrada para evitar la picaresca actual que denunciaron algunas entidades, que informaron de que en algunos lugares el control está en el interior, lo que permite que haya personas que entren y jueguen sin registrarse.

Además, las casas de apuestas y nuevos establecimientos de juego deberán contar con un "libro de visitas", como ya ocurre en bingos y casinos.

También se determinará una distancia mínima de los salones de juego respecto a "instalaciones sensibles", como colegios e institutos.

Una de las grandes novedades estará referida al registro de autoprohibidos, que en la última década se ha sextuplicado. La inscripción caduca ahora al medio año pero, tras la reforma, será indefinida hasta que un autoprohibido comunique "voluntariamente" su exclusión y pague un tasa cercana a los 40 euros.

OBJETIVO COMPARTIDO, PERO CON MEDIDAS MÁS DURAS

Proyecto Hombre Huesca y Azajer, asociaciones que tratan a ludópatas y que han participado en la reunión de la Comisión del Juego, y la Federación de Barrios Osca XXI comparten las intenciones que mueven a la DGA a reformar la Ley del Juego.

También aplauden muchas de las medidas anunciadas, como que la autoprohibición sea indefinida, el refuerzo en los controles de acceso para que la norma ya no se pueda burlar o el endurecimiento en la publicidad y en las sanciones relativas.

Elena Palacio, terapeuta y responsable de programas de Proyecto Hombre Huesca, valoró, además de lo expuesto, "el enfoque preventivo en los centros educativos y sanitarios" para tratar una enfermedad, la ludopatía, que "está muy normalizada pero que ahora es cuando vemos lo que pasa y todos decimos que hay que hacer algo".

También Miriam Gañán, secretaria de la junta de Azajer, consideró muy necesario tomar medidas contra la adicción al juego, "un problema muy grave". Sin embargo, y a diferencia de las drogas, la ludopatía "queda en casa". "No hay deterioro físico, la vida sigue aparentemente normal, también el trabajo. En eso no es como las drogas o el alcohol, no es tan visible y el entorno cercano puede ni saberlo".

En cuanto a las propuestas de las entidades ligadas a la ludopatía que la DGA todavía no ha recogido está el establecer un "límite de crédito" que los mayores de edad pueden gastar en los salones de juego. Palacio defendió esta restricción porque hay que tener en cuenta que "el juego patológico es un trastorno. Es una enfermedad, un abuso".

En la misma línea, Gañán manifestó que Azajer se mostró "totalmente en contra de que haya datáfonos en los salones". Usar la tarjeta de crédito sin salir del salón "agrava la dinámica. Si sales a un cajero, te aireas y puedes reaccionar. Es un posible freno".

También advirtió de las trabas legales que deberá sortear un posible libro de visitas en los locales de juego. En junio, el TSJA dio la razón a la patronal que recurrió dicha medida. El tribunal suspendió la norma por cuestiones administrativas y de protección de datos, por lo que la DGA podrá reintroducirla si atiende estas indicaciones.

LAS TRAGAPERRAS, SOLO EN LOS SALONES DE JUEGO

Azajer también aboga por prohibir las tragaperras en los bares, ya que suponen "un fácil acceso sin control". La asociación da dos alternativas: la de mínimos, que pasaría por activar un sistema como con las máquinas de tabaco -la máquina no se activa hasta que se enseña el DNI al camarero- o, la opción preferida, "que todas las máquinas estén en los salones de juego, con registro de entrada, de autoprohibidos...".

Al respecto, la terapeuta de Proyecto Hombre Huesca coincidió en que "cualquier persona puede entrar a un bar y jugar. No está controlado". Un ejemplo de esta falta de control, apuntó Palacio, es que la Policía ha cogido a menores jugando a tragaperras.

"La autoprohibición no funciona en los bares, los autoprohibidos están desprotegidos" ante las tragaperras, agregó Palacio, quien apuntó que Proyecto Hombre del Centro de Solidaridad Interdiocesana hablará con Azajer para presentar a la DGA una propuesta detallada conjunta.

Proyecto Hombre también reclamó a la DGA "un mayor control y seguimiento, con sanciones incluidas", en cuanto a autoprohibidos.

Las representantes de Azajer y Proyecto Hombre en la Comisión del Juego también insistieron en que la DGA vuelva a reclamar al Gobierno central la prohibición "total" de la publicidad del juego. "Es igual que el tabaco o el alcohol. La publicidad incita a la ludopatía", afirmó Gañán.

"PROBLEMA DE SALUD SERIO"

La misma comparación con el alcohol y el tabaco trazó Javier Moreno, portavoz de la Federación Osca XXI, para sostener que la ludopatía "es un problema de la sociedad, un problema de salud y serio". Por estas razones, Osca XXI es partidaria de "endurecer" la norma, de la que aplaude su intención de "entorpecer el acceso" a los lugares de juego, pero aun así "se queda corta".

Moreno también pide apoyo psicológico para los jugadores autoprohibidos, algo para lo que es fundamental que la ciudad cuente con "centros de salud potentes".

Valoró que la normativa local haya contribuido a que no proliferen estos salones como en otras ciudades.

El mayor riesgo de la ludopatía hoy es el juego online, apuntó, pero las competencias son estatales.

Por su parte, el Ayuntamiento recordó que la norma local "es de las más restrictivas" del país y ya reguló en 2003 las distancias entre salones y centros educativos o juveniles. En Huesca, agregó, "no hay un incremento de salones" de juego. "Es más, no se pueden abrir más porque incumplirían la normativa".

Si finalmente se modifica la ley autonómica, el Ayuntamiento estudiará si debe armonizar su norma con la aragonesa.