Los vendedores ambulantes trabajan para montar sus puestos este sábado en Obispo Pintado

HUESCA.- Los ambulantes del mercadillo trabajan estos días para cerrar los últimos flecos que les permitirán montar sus puestos el sábado en la calle Obispo Pintado tras verse obligados a abandonar Ramón y Cajal a causa de las obras de reurbanización del Coso Bajo. En concreto, los vendedores deben resolver algunas limitaciones de espacio que afectan a cinco de los puestos, un problema para el que se ha propuesto al Ayuntamiento la retirada, solo durante la mañana de este sábado, de los contenedores que se encuentran en la parte de entrada y en la salida de esta vía.

Israel Cortés, portavoz de este colectivo, avanza que este martes mismo la Junta del Mercado se reunió con la concejala de Comercio del Consistorio, Rosa Gerbás, y con Policía Local para buscar alternativas. "Estamos negociando y hemos mirado ya sobre el terreno cómo quedaría la distribución, pero hay cinco puestos a los que no les gusta su ubicación porque quedan a desmano", explica Cortés.

Para solventar este inconveniente, continúa, los vendedores que disponen de una longitud de hasta ocho metros, están dispuestos a reducir su extensión para acercar al resto. Así, "si todos los condicionantes son favorables", el mercadillo dará de nuevo servicio el sábado en esta calle que ya lo acogió hace unos años.

Por su parte, la concejala Rosa Gerbás aseguró este martes que ambas partes están "trabajando conjuntamente" para buscar la ubicación definitiva, para la que se barajan "diferentes opciones", entre ellas la de Obispo Pintado.

Rosa Gerbás apostó por "respetar los tiempos" de la negociación antes de desvelar la ubicación final del rastro y aseguró que "este sábado habrá mercadillo, por lo que no se tardará mucho en desvelar el emplazamiento. Se está trabajando para que lo haya, ese es el compromiso de las dos partes".