Los aragoneses tendrán media hora para despedir a su ser querido

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, Mariví Broto, ha anunciado que se va a permitir las despedidas por la familia de aquellas personas residentes que estén en estado “muy grave”. Esta medida, que se incluye en la orden que se hará pública en el BOA el próximo lunes y que regula otras cuestiones referentes a las residencias, deja la decisión de permitir estas despedidas al centro, donde deberán evaluar “las condiciones del centro, que tenga un espacio para ello, que el familiar no tenga que hacer grandes recorridos”.

Tal y como ha explicado el secretario general técnico del Departamento, José Antonio Jiménez, solo se permitirá la visita de un familiar, que no podrá estar más de media hora y deberá firmar un consentimiento informado de que se dan las circunstancias para ello. El centro deberá contar con EPIs tanto para el personal como para el familiar que acuda a la visita.

La consejera ha justificado esta medida por la preocupación que durante la pandemia ha generado "en las familias y a todos" el hecho de que las personas no han podido despedirse de sus seres queridos. Una decisión obligada por la prioridad de asegurar “la salud de las familias y de los residentes, no hemos dejado entrar en la reisdencia para controlar y evitar el contagio”.

Esto, según Broto, ha hecho la los fallecimientos se hayan gestionado "con mucho dolor”. Broto ha insistido en que en esta orden no se regula las visitas a familiares, decisión que se tomará “en el momento que se crea oportuno” y cuando los datos permitan regular esta situación.