Francisco Pascau pone fin en Huesca a un largo trayecto al servicio ciudadano

HUESCA.- Francisco Pascau Canales, secretario general de la Subdelegación del Gobierno, se jubiló este lunes después de 34 años al frente de la institución en la que ha servido a once gobernadores civiles y subdelegados en un desempeño reconocido y admirado tanto por los máximos responsables como por los compañeros con los que ha compartido desvelos para atender a los administrados.

Paco Pascau cuenta en su documento de identidad 70 años desde que vio la luz en Barbastro de María y Modesto, comerciante, que llenaron la casa de alegría con tres chicos y cuatro chicas. Dio sus primeros pasos estudiantiles en Escolapios y con 10 años ingresó en el Seminario. Desde 1960-61 transcurrieron seis cursos de bachillerato y uno de Filosofía, y entre las tareas que asignaban los profesores a Paco le fue encomendada la de la Librería Lux, gestora de los libros de texto y de consulta. Era premonitorio. En aquella época, resonó su peripecia en un campamento con Antonio Angulo y Marcelino Iglesias, con quienes sigilosamente se ausentó para acabar en Bagneres de Luchon.

No fue óbice para que progresara en sus estudios y se trasladó a Zaragoza para cumplimentar el preuniversitario y emprender a partir de ahí la carrera de Derecho, en la que se inclinó singularmente por Administrativo que impartía Lorenzo Martín-Retortillo.

AL GOBIERNO CIVIL

En marzo de 1976, ingresó en el Gobierno Civil que titulaba Pablo Paños Martí, con Gabriel González Candel como secretario general. Compartía piso con su primo Paco Lacau y Antonio Angulo, y los tres se casarían un año después. El año del "sí, quiero" con Mari Carmen Matton, las primeras elecciones democráticas del 15 de junio. Desde entonces, ha dirigido el dispositivo electoral de todos los comicios hasta el pasado 10 de noviembre, siempre con parabienes y reconocimientos por la eficiencia en el recuento y procesado. Un ejemplo nacional.

Desde aquel origen, ha compartido espacio con los gobernadores José Gómez Salvago, Miguel Godia, Vicente Valero y Eduardo Ameijide; y en la nueva figura de subdelegado, a José Carlos Iribas, Ángel Fernández, Ramón Zapatero, Maite Lacruz, Isabel Blasco y Silvia Salazar. Sucedió como secretario general a Pedro Royo.

Pese a la trascendencia de su trabajo en el desarrollo de la provincia, su figura trasciende las paredes de la plaza de Cervantes.

Paco es un viajero cosmopolita a través de los libros que devora, sean de novela negra (cuyo club en Huesca impulsó en el Pedro I), de ensayo, de filosofía o literatura política. Nada se resiste a su inagotable curiosidad y a su sed de conocimiento. Tiene, además, la generosidad de compartirlo como gran y pasional conversador que es, firme en sus convicciones que, empero, arrancan del cimiento de la tolerancia. Gastrónomo avezado, la persona que más sabe del mundo de quesos (con seguridad) es feliz en un auditorio de música clásica y en su huerto de Huerrios, donde cultiva el fruto de la amistad, al que ha dedicado toda su vida. La riega con su sabiduría renacentista. Hoy sigue su edad de oro.