Huesca

PATRIMONIO

La catedral de Huesca baraja colocar una verja para protegerse de los grafiteros

Estaría ubicada en la puerta principal del templo, que ya ha sufrido daños

La catedral de Huesca baraja colocar una verja para protegerse de los grafiteros
La catedral de Huesca baraja colocar una verja para protegerse de los grafiteros
R.G.

HUESCA.- La Diócesis de Huesca considera que habría que colocar una verja que protegiera la fachada principal del templo ante los reiterados actos vandálicos que sufre el exterior de este edificio que es Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 1931.

Precisamente, la Diócesis va a presentar este martes al Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Huesca un informe elaborado por una arqueóloga desde el que se solicita la retirada de una pintada realizada en uno de los muros de la catedral que da a la calle Palacio, un grafiti que "además de hiriente daña el monumento".

Así describe el responsable de Patrimonio de la Diócesis de Huesca, José María Nasarre, esta desafortunada obra vandálica a la que acompañan otras muchas más de menor tamaño hechas con rotulador y que ensucian la solera de la catedral y su entorno. Ante este tipo de situaciones, José María Nasarre recuerda que la catedral tuvo hasta los años 70 una verja neogótica "que embellecía y a su vez protegía" la portada principal del templo, y se muestra partidario de volver a colocar un elemento similar.

"La fachada de la catedral es un espacio muy vulnerable y una gamberrada de este estilo supondría un delito importante. Una verja impediría que cuando la catedral estuviese cerrada se pudiera acceder a la zona próxima a la portada principal, que quedaría protegida con al menos un metro de distancia hacia el exterior", explica.

Respecto a la ofensiva pintada de la calle Palacio comenta que se realizó unos días antes de que se decretara el estado de alarma, el pasado 14 de marzo. Previamente, la Diócesis ya había convenido con el Área de Medio Ambiente que el lunes 16 de marzo se eliminaría ese grafiti, "pero ha pasado todo este episodio de la pandemia y todavía sigue allí".

La pasada semana, el responsable de Patrimonio de la Diócesis de Huesca se puso de nuevo en contacto con el Consistorio por este motivo y tras toparse "con algunas dificultades" al tratarse de un edificio que es BIC, se concretó la elaboración de este informe que fue entregado este lunes a la Diócesis y que ha sido elaborado por la arqueóloga Julia Justes.

Este estudio garantiza que "no hay ninguna dificultad técnica" para retirar ese grafiti con los medios de limpieza de los que dispone el Consistorio "ya que no fue realizado en sillares originales, sino en un aplacado colocado durante una restauración llevada a cabo en los años 70 para ocultar una zona erosionada".

Afortunadamente, se trata de unas piezas "que fácilmente se pueden limpiar. Si los sillares fueran auténticos y estuvieran dentro de una hornacina o tuviesen pintura mural de época medieval, eso complicaría el proceso y requeriría de una delicada tarea de restauración", apunta José María Nasarre.

Finalmente, ante este tipo de actos, este experto en patrimonio apuesta por "crecer y madurar en responsabilidad cívica porque se trata de respetarnos, compartir y convivir".