El pliego de la plaza incluirá garantías ante problemas legales y sanitarios

HUESCA.- El Ayuntamiento ha retomado la tramitación del pliego para adjudicar la organización de la feria taurina que haya de celebrarse en San Lorenzo de 2021, con permiso de la autoridad y si la pandemia lo permite. El alcalde, Luis Felipe, ha asegurado que no retrasará el proceso, que se encuentra en fase de debate político. Ya había sido suspendido en marzo debido al estado de alarma. Entonces, el Consistorio ya había recibido de la Universidad de Zaragoza una propuesta elaborada por un experto en Derecho Administrativo. La propuesta, adaptada para la celebración de la feria el próximo año, introduce algunas cautelas para prevenir problemas en los tribunales, quebradero de cabeza de las autoridades municipales contrato tras contrato.

El contrato tiene un valor estimado de 4,6 millones de euros y se establece un tipo de licitación de 6.000 euros como canon a pagar (sin IVA). Se valorarán las ofertas al alza. En materia económica, también se tendrá en cuenta la reducción de precios y abonos.

Se exige como solvencia económica que las empresas que aspiren a gestionar la feria hayan programado un mínimo de 20 festejos mayores en plazas de primera y segunda los tres años anteriores. Hay que recordar que este año 2020 la temporada quedó suspendida con el estado de alarma y se están celebrando pocos festejos.

El pliego mantiene los cinco espectáculos taurinos, con cuatro corridas de toros y una de rejones. Como es habitual, plantea la obligatoriedad de los mínimos artísticos medidos en puestos en el escalafón: al menos un matador de cada cartel deberá haber ocupado uno de los doce primeros puestos en la temporada precedente (diez para los rejoneadores). No obstante, deja más abierta al empresario la elaboración de las ternas, sin más condiciones, dejando a la Junta de Gobierno la capacidad de rechazarlos si no encuentra la calidad mínima en los mismos.

Sobre los toros, cita que las ganaderías deberán ser de "reconocido prestigio y acreditada condición" con garantías de nivel, calidad y tipo "que garanticen la lidia". En este sentido, cabe recordar que el reglamento taurino faculta a la autoridad de la plaza (en la que se incluyen los veterinarios) a rechazar reses si no cumplen estas condiciones, obligadas por el reglamento taurino. El pliego establece que al menos una de las ganaderías deberá haber lidiado reses en plazas de primera en la temporada precedente.

Para evitar polémicas sobre las propuestas de las empresas y líos jurídicos como en años precedentes, se establece la siguiente caución: "La participación de los profesionales taurinos se acreditará mediante la correspondiente carta de compromiso de participación suscrita por el apoderado o profesional". Y añade: "El Ayuntamiento podrá contactar con los firmantes de las cartas para verificar la veracidad de los compromisos".

Incluye la habitual reserva en sol para peñas y sus charangas, en sombra para los jurados de los premios taurinos y en palcos para el Consistorio. Y recuerda la obligatoriedad de espacio para la banda de música.

El contrato sale para un único año de duración, prorrogable en las mismas condiciones hasta un periodo de tres ejercicios. Por tanto, sale para un máximo de cuatro años. La cláusula relativa a la duración establece que las prórrogas se producirán "siempre y cuando el contrato se haya ejecutado correctamente y el empresario no haya sido sancionado por algún incumplimiento de la legislación taurina y de espectáculos públicos".

El Ayuntamiento cuenta con el asesoramiento del profesor titular de la Universidad de Zaragoza Miguel Ángel Bernal Blay, experto en Derecho administrativo y en normativa taurina, con numerosas pubicaciones en su haber sobre esta materia.

En aras de la situación sanitaria, ha emitido un reciente informe en el que aconseja incluir una cláusula que le faculte al Ayuntamiento a la suspensión total o parcial de la feria y le proteja de posibles responsabilidades frente a estas decisiones.