Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

La "nueva normalidad" no acaba de llegar a los espacios para mayores de Huesca

Osca XXI advierte del aumento de la soledad ante el cierre de locales sociales por la covid

La "nueva normalidad" no acaba de llegar a los espacios para mayores de Huesca
La "nueva normalidad" no acaba de llegar a los espacios para mayores de Huesca
V.L.

HUESCA.- Con menos de un tercio de los locales de los barrios abiertos y siendo la población más afectada por el coronavirus -y por tanto la menos propensa a salir de casa para evitar contgiarse-, las personas mayores ven agravada la soledad en la que muchos viven. Javier Moreno, portavoz de la Federación de Barrios Osca XXI, advierte de esta situación, muy acentuada desde la entrada en vigor del estado de alarma y el cierre de los espacios donde solían reunirse, y reclama un plan para "buscar vías para que puedan socializar y hablar con otras personas". Siempre, eso sí, que se garantice la seguridad sanitaria.

"Esto ha dejado un poso de temor y miedo. No sé si se ha roto algo más -en alusión a las ganas de socializar-, pero va a ser algo tremendo", declara Moreno respecto a esa mayor soledad que sufren los ancianos desde la llegada de la epidemia.

Cabe recordar que otras entidades sociales ya advierten sobre este hecho desde mediados de marzo e incluso que algunas de ellas habilitaron teléfonos y servicios para ayudar a que los mayores se sientan menos solos.

Moreno indica que, antes de la pandemia de covid, en otras ciudades ya había problemas de soledad de mayores, más graves que en Huesca, pero ahora la capital altoaragonesa también los padece. "El problema ya existía, pero con la pandemia ha ido a muchísimo más", agrega.

"La situación de los mayores da mucha pena. Viven una situación que, socialmente, deben buscar apoyo y debemos facilitárselo". Moreno no se pronuncia solo sobre la socialización, sino también sobre aspectos tan cotidianos como sacar dinero del banco. "Antes podían ir a caja, ahora algunos necesitan ayuda para sacarlo del cajero", apunta.

Las medidas para mitigar los contagios llevó, entre otras muchas cuestiones, al cierre de los locales sociales que tienen las asociaciones de vecinos. Estos espacios han sido siempre un lugar histórico de reunión para los más mayores. Desde jugar al guiñote hasta hablar con los demás usuarios, las sedes de los barrios siempre han contado con un nutrido grupo de parroquianos de edades avanzadas.

Pero ahora, más de dos meses después de que decayera el estado de alarma, la "nueva normalidad" sigue sin llegar del todo a estos espacios y permanecen cerrados los de María Auxiliadora, San José, Perpetuo Socorro y Encarnación. En este caso, también por la situación de la asociación de vecinos, ya que el presidente dimitió y se buscan voluntarios.

Moreno resalta que muchos locales no reúnen las condiciones necesarias para reabrir con seguridad, sobre todo en lo relativo a mantener las distancias.

Los únicos abiertos son el de Santo Domingo (pero solo de 16 a 20 horas y de lunes a viernes) y el del Casco Viejo u Osce Biella. Ambos, reitera Moreno, cumpliendo estrictamente con todas las medidas sanitarias.

Mientras, la Asociación de Vecinos de Santiago quiere reabrir este miércoles, pero todo está en el aire. Según explica la portavoz vecinal, Maribel Abril, la entidad avisó al Ayuntamiento de sus intenciones y este "dio el visto bueno por escrito". Por ahora, y confiando en poder abrir este miércoles, se está adecuando el local a las medidas, con distancia entre mesas o con una cinta para evitar el uso de la barra.

Volviendo a la situación general, Moreno encarece medidas para disminuir la soledad de los mayores en este contexto marcado por el coronavirus. "Tenemos un deber como sociedad hacia los mayores", afirma el portavoz vecinal, quien no obstante admite que "el futuro está jodido porque están temerosos pero necesitan socializarse. Es un problema serio".

Detalla que, además, los espacios para mayores "no están bien distribuido" en la ciudad, especialmente desde que cerró el Espacio Castillo de Loarre de Ibercaja, que daba servicio sobre todo a Santiago, María Auxiliadora y Casco Viejo. Por ello, propone que, una vez que la Policía Local deje sus actuales instalaciones, estas se acondicionen como centro social para mayores.