Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Mayores y enfermos crónicos, los daños colaterales de la covid

Los sanitarios advierten de que la atención sanitaria se está resintiendo gravemente

Mayores y enfermos crónicos, los daños colaterales de la covid
Mayores y enfermos crónicos, los daños colaterales de la covid
P.S.

HUESCA.- La covid copa desde hace ocho meses las portadas y titulares de los medios, y tristemente muchos días también lo hace en las páginas de esquelas, pero la salud no es solo el coronavirus y los profesionales sanitarios advierten nuevamente del deterioro en la atención al resto de pacientes, en especial a los de edad más avanzada, los crónicos y los de patologías más graves, como cardiacas o ictus.

Oncología es la única rama que parece salvarse, ya que sus operaciones y tratamientos no se han suspendido en ningún momento, pero los profesionales de la salud dan por hecho que habrá habido pruebas diagnósticas que hayan llegado tarde, con todo lo que eso significa en el cáncer, y el cribado de colon está interrumpido.

El 15 de marzo, hace casi ocho meses y medio o, según se mire, hace un mundo, no fue solo el sistema sanitario el que se atrincheró contra el coronavirus, sino que todo el país se sumó al esfuerzo con un cierre total que de los 15 días previstos inicialmente se acabó prolongando hasta el 11 de mayo para la mayoría de comercios.

Las restricciones se han ido sucediendo desde entonces con mayor o menor intensidad incluso durante esos pocos meses que parecía que se había acabado, en esa "nueva normalidad" del verano que de nueva tuvo mucho pero de normalidad nada. E incluso con todo el país centrado en la lucha contra el virus, 44.668 personas han perdido la vida, 330 de ellas en la provincia altoaragonesa, lo que lleva a preguntarse cuántos más hubieran muerto sin esas medidas.

Y por si fuera poco, por el camino la atención sanitaria a las demás patologías se ha resentido y los sanitarios, que vienen avisando de este "daño colateral" desde que se superó la conmoción inicial de marzo-abril, redoblan las alertas y piden de nuevo medidas para paliar los efectos secundarios que la covid está teniendo entre los pacientes nocovid.

"MÁS COMPLICACIONES Y MENOS AÑOS DE VIDA"

José María Borrel, presidente del Colegio de Médicos y facultativo de Atención Primaria, es taxativo: "Hay más complicaciones y menos años de vida". El ejemplo más claro quizá sea el de los infartos e ictus, repitiéndose lo que ya pasó en marzo y abril. "Se ven menos infartos pero mueren más porque llegan más tarde y con los ictus también pasa", afirma Borrel.

El miedo es el principal factor de todo esto. Los pacientes tienen miedo de ir a un hospital o centro de salud y contagiarse de la covid, lo que les lleva a no ir hasta que la dolencia se agudiza y en algunos casos, como infartos o ictus, puede ser demasiado tarde o quedar secuelas mucho más graves, explica Ramón Boria, representante de Cemsatse y médico de Primaria.

LOS MAYORES, "LA MAYOR PREOCUPACIÓN" SANITARIA

"Si todo el día hablamos de lo mismo (la covid), la población se aterroriza. Es lógico", reflexiona Boria, quien quiere dejar claro que "si alguien necesita atención, la pide y se le atiende", igual que en febrero antes de que comenzara la pandemia. La única diferencia es tener que llamar repetidas veces al centro de salud, pero al final se acaba consiguiendo cita y, como vienen señalando sanitarios desde hace tiempo, muchas de las citas acaban siendo presenciales porque "la medicina no es telemática".

El miedo a acercarse a un centro sanitario se hace más perjudicial en pacientes crónicos, como diabéticos, cardiacos o respiratorios, "que necesitan un control que dejan" y su seguimiento y tratamiento "ha pasado a un segundo plano por el propio miedo, entendible, de la población. Si vienen se les trata, pero tienen miedo", afirma. "Los diabéticos pueden necesitar dos o tres análisis al año y ahora solo se hacen uno", pone de ejemplo.

"La mayoría" de estos pacientes está "recluido en casa", un problema que se multiplica si hablamos de las personas de edades avanzadas, que son quienes más mueren por la covid y, lógicamente, quienes más temor tienen por este virus. "La atención geriátrica está muy dejada y lo van a sufrir bastante", presagia Boria. El representante de Cemsatse y médico de Primaria subraya que ocho meses en esta situación es "mucho tiempo" para cualquier paciente, pero "sobre todo para los mayores y los crónicos". "Los mayores son los más afectados porque son los más graves potencialmente (por la covid) y porque tienen miedo. Son nuestra principal preocupación", asevera.

RETRASOS "INDUDABLES" EN DIAGNÓSTICOS DESDE MARZO

El presidente del Colegio de Médicos también repara en los retrasos en diagnósticos y en tratamientos que "indudablemente ha habido desde marzo", unos retrasos en las pruebas que pueden ser letales en enfermedades como el cáncer "aunque siga siendo prioritario". De hecho las oncológicas son de las pocas operaciones que no se han suspendido ni en los peores momentos.

Y a todos estos problemas ya muy graves de por sí hay que sumar que la vida sigue y, por tanto, "sigue habiendo accidentes de tráfico, accidentes en casa...", es decir, más casos que tiene que atender un sistema sanitario extenuado tras ocho meses y medio sin cuartel y casi desbordado.

Junto al miedo hay que tener en cuenta lo dicho al inicio: el sistema sanitario está prácticamente desbordado por el coronavirus. "Por supuesto que afecta cuando tienes un hospital que el 40 ó 50 por ciento de pacientes es por un tema", la covid, sentencia el representante de Cemsatse, quien recuerda que las UCI de Huesca y Barbastro "siguen llenas" de pacientes con coronavirus.

Y se da la paradoja de que el "deterioro en la calidad asistencial" se está produciendo mientras "todos los sanitarios están metiendo muchas más horas" que nunca, añade Borrel, quien apunta como explicación de esta contradicción "la falta absoluta de gestión, planificación y de un plan de recursos humanos desde hace años".

FALTA DE PROFESIONALES Y COMPETENCIA ENTRE REGIONES

Una de las consecuencias más palpables es la carencia de profesionales, que se traduce en estos momentos en que la UCI del Hospital San Jorge de Huesca no se pueda ampliar más, pese a tener medios técnicos y espacios para hacerlo, y que haya que trasladar más pacientes a Zaragoza. La falta de profesionales, motivada por esa "absoluta dejadez de los gobiernos de un signo y otro" estos años atrás, se agrava por la "competencia, rivalidad y, en muchas ocasiones, deslealtad" entre comunidades para incrementar su número de sanitarios. Y esta pelea por los profesionales se ha producido "sin que nadie pusiera orden porque el Ministerio (de Sanidad) no tiene competencias", remacha Borrel.

UN PROBLEMA DE "DIFÍCIL SOLUCIÓN"

Maite Villarroel, vocal de hospitales del Colegio Oficial de Médicos de Huesca y doctora de cardiología en el Hospital Universitario San Jorge, se refiere también a un "problema de imposibilidad y de difícil solución" a la hora de atender a los enfermos crónicos.

En esta línea, explica que como la Atención Primaria está "sobrecargada" y faltan profesionales se resiente la atención a estos enfermos "debido a la limitada capacidad que tienen los médicos de aplicar todos los protocolos de prevención y de seguimiento". Desde su especialidad, comenta que la salud de algunos de sus pacientes se resintió durante el confinamiento, por la falta de ejercicio y el miedo a acudir al hospital cuando lo necesitaban.

Sobre las operaciones, señala que como la cirugía cardiaca se considera muy necesaria, al igual que la oncológica, se está respetando, "aunque en la primera ola sí que hubo una demora", apunta. En los quirófanos, continúa, sí que se están frenando las "patologías demorables".

Finalmente, reconoce que los sanitarios en general tienen "mucho miedo" de lo que pueda pasar después de Navidad. "Suplicamos a la población que sea responsable. Nuestro sistema sanitario es muy bueno, pero no está preparado para una crisis de estas dimensiones", concluye.