Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Las deudas de algunos oscenses crecen y la red familiar ya no puede más

Pedro y Antonia son dos vecinos de Huesca que se han visto obligados a pedir ayudas

Las deudas de algunos oscenses crecen y la red familiar ya no puede más
Las deudas de algunos oscenses crecen y la red familiar ya no puede más
P.S.

HUESCA.- La crisis económica causada por el coronavirus ha provocado que muchos oscenses como Pedro y Antonia (nombres ficticios), vecinos de Huesca, no puedan cubrir por sí mismos los gastos de su hogar o sus necesidades más básicas. Desde Cáritas Diocesana de Huesca exponen el caso de esta pareja de unos 40 años que ya acudió a Cáritas en el 2008, cuando a consecuencia de la crisis económica perdieron su empleo, dejaron de pagar la hipoteca de su vivienda y entraron a vivir en un piso de alquiler relativamente económico en aquel momento.

Estuvieron recibiendo apoyo económico desde Cáritas cuando a los dos se les terminó la prestación por desempleo y fueron saliendo adelante con este apoyo, el de otras instituciones y el de su familia, que en estos momentos tampoco tiene recursos. "Fueron para ellos, como para otras muchas familias, unos años realmente complicados", indican desde Cáritas.

Desde entonces hasta la actualidad, Pedro y Antonia no han necesitado apoyo en términos económicos excepto en alguna ocasión muy excepcional. Los dos han estado trabajando, ella en hostelería casi siempre y él ha tenido varios empleos discontinuos. Ante la nueva crisis, provocada por la covid-19, el matrimonio ha vuelto a verse obligado a solicitar apoyo para poder afrontar gastos tanto de alquiler como de alimentación y otras necesidades básicas.

La situación de estos dos oscenses les ha llevado de nuevo a tocar la puerta de esta entidad. Ambos han solicitado apoyo porque Antonia entró en un ERTE y ha tardado tres meses en empezar a cobrarlo.

Por su parte, Pedro, que se dedicaba a la construcción y no tenía contrato, no tiene derecho a ERTE. Desde Cáritas Diocesana de Huesca explican que, en este caso, durante la pandemia, la alimentación no fue un problema porque tanto desde Servicios Sociales como desde otras entidades se cubrió esta necesidad.

Para ellos el problema ha sido desde que terminó el confinamiento porque se piden de nuevo una serie de requisitos desde el ámbito público que no cumplen. Por ejemplo, en cuanto a la vivienda, como han solicitado las ayudas de la DGA para el pago del alquiler que quizá no llegan hasta 2021, el ámbito público no les cubre esta necesidad, pero están sometidos a la presión de sus caseros que no cobran el alquiler desde marzo. "Es una realidad de difícil solución a corto plazo, porque cuesta mucho que se resuelvan las ayudas", indican.

Su caso va empeorando porque la deuda tanto de alquiler como de suministros es cada vez mayor, esa red familiar que en la crisis de 2008 pudo ayudarles, porque tenían una economía más fuerte, en este momento se encuentra en una situación similar que les impide apoyar de manera continuada.