Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

La vacunación contra la covid puede pasar factura a los enfermos crónicos

Los centros de salud dispensan las dosis y reclaman un refuerzo de medios

La vacunación contra la covid puede pasar factura a los enfermos crónicos
La vacunación contra la covid puede pasar factura a los enfermos crónicos
R.G.

HUESCA.- La llegada de la vacuna de Pfizer plantea un escenario esperanzador pero también trabajo extra para los centros de salud, desde donde ponen de manifiesto la "sobrecarga" de la Atención Primaria y piden más medios. El personal sanitario de estos centros es el encargado de administrar las dosis de esta fórmula dentro de una campaña de vacunación cuya primera etapa va destinada a los mayores que viven en residencias y al personal sanitario y sociosanitario que trabaja en estas instalaciones. Primaria asume esta responsabilidad, pero advierte que esto puede tener algunos costes y llevarse por el camino, por ejemplo, la calidad asistencial que requieren los enfermos crónicos.

Francisco Javier Falo, director general de Salud Pública, afirmó hace unos días que la Comunidad se enfrenta "a la campaña de vacunación más compleja y más larga que va a vivir el sistema de salud en los últimos decenios" y advirtió que "va a requerir del esfuerzo, sobre todo, de los profesionales de Atención Primaria durante meses".

Ramón Boria, delegado sindical de Cemsatse y médico del centro de salud Santo Grial, considera que Primaria está ya "muy sobrecargada" y plantea que la vacuna de Pfizer, en la que de cada vial se sacan cinco dosis, requiere de un proceso muy preciso: "A cada vial, una vez que se ha descongelado en un periodo de tres horas, hay que añadirle una cantidad de suero y quitarle el aire. Con esto salen cinco vacunas que hay administrar en el plazo de seis horas desde que se constituye la disolución, por lo que hay que ir a contrarreloj".

Todo esto, dice, "no es como una ampolla de la gripe que ya viene preparada con la jeringuilla, se administra y se registra, sino que requiere de una preparación de forma meticulosa. Es una técnica sencilla, pero no es la habitual y para una vacunación masiva, eso lleva tiempo".

En esta línea, argumenta que "el número de unidades disponibles será limitado, al estar condicionadas por la cadena de frío, y hay que tener perfectamente calculadas las dosis que se van a necesitar cada día porque además esta vacuna es bastante cara, mucho más que la de la gripe, y no es cuestión de que se estropeen".

Los centros de salud son el destino de las dosis que administra diariamente el Clínico de Zaragoza, cuartel general de los viales de Pfizer con los que se esperan salvar miles de vidas. Una vez en los centros de salud, serán distribuidas a las residencias, tanto de mayores como de personas con discapacidad, de cada zona sanitaria. Además, cada centro de salud hará una organización semanal de las residencias de su área de salud para acudir de lunes a jueves, dejando el viernes para el "rescate" de aquellos que no hayan podido vacunarse en las jornadas previas.

Ramón Boria reitera que este proceso lleva "mucho trabajo" y añade que la vacunación, aplicada a la población de forma escalonada, también requerirá de una labor administrativa.

Y es que, cuando la campaña se abra a otros colectivos en los próximos meses, cada centro de salud deberá tener la previsión de cuántas dosis va a necesitar en esas horas que siguen a la recepción de la vacuna, para solicitar esa cantidad concreta. Previamente, tendrá que marcar una agenda a partir de un sistema de cita previa para los usuarios que empezará a funcionar cuando la vacunación pase a las siguientes fases, ya que actualmente para las residencias no es necesaria.

"Esa cita previa supondrá que el personal de admisión tenga la lista de las personas que se deben vacunar y llamarlas. Las enfermeras tendrán que preparar las dosis, y registrar en los sistemas informáticos esas vacunas que se han puesto, y el médico deberá decidir si ese paciente se puede vacunar o no, en función, por ejemplo, de la toma de determinados medicamentos o de su condición de salud", explica.

Boria indica que a los centros de salud no ha llegado ningún tipo de información o de instrucción sobre la campaña de vacunación contra la covid. "Como mucho en algún sector han enviado algún pequeño video, donde se explica cómo se manipulan los viales de la vacuna", apunta.

Asimismo, recuerda que la vacuna de Pfizer requiere de dos dosis, la segunda a los 21 días. "Y en esto hay que ser muy exquisito". Reitera que los centros necesitarán tiempo y personal para poder llevar a cabo la vacunación, además de una mejor infraestructura. Desde estas necesidades, plantea que los sindicatos exigirán más medios. Si no llegan estos refuerzos, manifiesta, los centros de salud tendrán que hacer esta labor "con los que estamos, como se ha venido haciendo hasta ahora, a cambio de no realizar otras tareas, que pasarán a un segundo lugar, como pueden ser los pacientes crónicos, la función más importante que realiza enfermería".

Finalmente, valora que esta vacuna es la única arma actualmente contra la covid, pero no descarta que cause efectos adversos en algunos pacientes, "no serán reacciones graves pero esas personas también nos consultarán por ello".